Periferia

30 de Agosto de 2019

La UNNE consiguió “clonar” especies en peligro de la selva misionera

Investigadores de la Universidad del Nordeste y CONICET usaron biotecnología para reproducir en el laboratorio especies arbóreas nativas de la Selva Misionera que se encuentran en peligro de extinción.

Un grupo de científicos y científicas del Instituto de Botánica del Nordeste consiguieron realizar “reproducción vegetativa” de especies arbóreas de la selva misionera que se encuentran al borde de la extinción. 

Se trata de uno de los tantos aportes científicos que se han gestado para ser utilizados en programas estratégicos de recuperación de especies en peligro.  

Con más de 200 especies arbóreas registradas, la Selva Misionera no escapa a la realidad de todas las zonas boscosas del Planeta, una excesiva tasa de corte y extracción, sumado a que -en su caso puntual- no va acompañado de acciones complementarias de manejo y conservación. 

Sólo queda un 7% de su superficie original de selva. Mientras que en Paraguay y Brasil ha sido prácticamente destruida, la mayor parte remanente se encuentra en la Argentina, donde ha ido disminuyendo desde una superficie inicial de más de 2 millones de hectáreas hasta tan sólo unas 40.000 hectáreas de selvas prístinas y alrededor de 800.000 hectáreas de selvas secundarias en la actualidad. 

Frente a esta situación límite bajo todo punto de vista, la ciencia realiza un aporte que lejos está de ser un salvataje. Uno de esos aportes vino de la mano de la doctora Evelyn Duarte, en su tesis doctoral realizada en el Instituto de Botánica del Nordeste (UNNE-CONICET), cuyo objetivo fue desarrollar un protocolo de procedimientos de reproducción para llevar a cabo programas estratégicos de recuperación de las especies en peligro. 

Propagación vegetativa 

Para conseguir la reproducción se utilizó como material inicial semillas del ejemplar selecto por lo que en rigor el procedimiento no es clonación. Los investigadores del Instituto manifestaron al portal de la Secretaría de Políticas Universitarias que las especies están en peligro de extinción y es importante resguardar la variabilidad genética.  

Los estudios comenzaron con 4 especies, que son las llamadas Cedrela fissilis (Cedro Misionero), Handroanthus heptaphyllus (Lapacho Negro), Cordia trichotoma (Petiribí) y Mirocarpus frondosus (Incienso) y posteriormente se incorporó a Balforodendron riedelianum (Guatambú).  

La elección de estas especies obedece a que son las de mayor importancia económica que despertaron el interés del sector maderero. 

Para conseguir la propagación los investigadores trabajarano con la metodología biotecnológica de la propagación vía axilar y la organogénesis adventicia.  

La primera, implica obtener nuevas plantas a partir de la inducción de múltiples brotes desde las yemas axilares existentes y, la segunda, consiste en obtener plantas a partir de la inducción de yemas y posterior crecimiento de brotes de partes de las plantas que no generan yemas, como segmentos de hojas o porciones de tallos sin yemas. 

Con la primera metodología se logró obtener un protocolo en las especies Cedrela fissilis, Handroanthus heptaphyllus, Cordia trichotoma, en tanto que con la segunda se logró en Balforodendron riedelianum.  

Con Mirocarpus frondosus no fue factible la realización de un protocolo con las técnicas mencionadas anteriormente por el nivel de desconociendo que existe sobre la especie y la imposibilidad de conseguir semillas viables. 

La Selva Misionera es una masa boscosa que se encuentra dentro una gran área conocida como Bosque Atlántico, y esta área boscosa hace varios años es considerada como hotspot del planeta.  

Es decir, que es una de las regiones boscosas más amenazadas del mundo, y esto sigue así hasta el día de hoy.  

Para revertir muchas de las prácticas de extracción que ocurren en la Selva Misionera, primero hay que educar y generar un cambio cultural en la comunidad, para luego incorporar nuevas estrategias de manejo y uso de los productos que se obtienen del bosque, y esto no es algo que se logra en pocos años. 

Fuente: Argentina Investiga

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