Periferia

17 de Julio de 2023

En Tandil, desarrollan pilas recargables en base a residuos de yerba mate

La investigación, a cargo de una investigadora de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, inició a partir de la caracterización electroquímica de los carbones de yerba mate.

Florencia Jerez, becaria del Conicet Tandil y Doctora en Ingeniería en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Centro, en Olavarría, avanzó con la caracterización electroquímica de los carbones de yerba mate y consiguió desarrollar pilas recargables.

Desde 2019, Jerez realiza un Doctorado en Ingeniería y también es docente. Obtuvo una de las 10 becas anuales de la Fundación Carolina – Ministerio de Educación de la Nación para completar la caracterización electroquímica de los carbones de yerba mate en la Universidad Autónoma de Madrid.

Allí pudo adelantar su proyecto en forma considerable. “Me traje tantos datos para procesar que estoy sobrepasada”, aseguró Florencia de regreso al país.

Carbón activado

La investigadora demostró que a partir de la yerba mate usada se puede producir carbón activado, un insumo válido para desarrollar dispositivos de almacenamiento de energía llamados supercapacitores. El producto final serían pilas recargables a base de yerba usada.

“En Intelymec queremos valorizar residuos para producir materiales activos para almacenar energía, más eficientes y amigables con el ambiente”, explica Florencia Jerez.

En Argentina se consumen casi mil millones de kilos anuales de yerba. Por eso, aspiran a que la propuesta sea disparadora de una industria de ensamblado de supercapacitores, hoy inexistente a escala nacional y mundial.

“La yerba que se tira a la basura la valorizamos y en España pudimos avanzar más rápido y mejor para terminar de caracterizar el material. Allá tienen equipos más específicos”, señaló la investigdora que además destacó que si bien el mate es una infusión típicamente argentina, el estudio serviría para todo el mundo porque “la yerba es similar al té, un residuo más internacional”.

Pilas recargables

Físicamente la yerba usada adquiere la forma de pilas recargables. “Queremos escalar el proceso. Desde 2022 apuntamos a conseguir financiamiento para montar una planta piloto que además servirá para otros ensayos de cannabis. Lo estamos viendo con industrias de San Juan y de acá. También sirve para el rastrojo de trigo, de maíz o el residuo de cerveza. Todos funcionan muy bien para almacenamiento de energía y escalar el proceso”, explicó.

Las diferencias de hacer ciencia en Argentina y en España

Sobre su experiencia en España, la ingeniera olavarriense analizó: “Acá se trabaja en medio ambiente en forma integral, más amigable, por conciencia y necesidad. Para hacer un experimento nosotros usamos una pipeta de plástico que lavamos; allá la tiran y no puede reutilizarse porque está contaminada con reactivos químicos. Eso es una incongruencia”.

Complicaciones para investigar

Sin embargo, advirtió las complicaciones que existen en Argentina para realizar mediciones. “Hay equipamiento roto, incluso en la UNICEN, y no hay dinero para repararlo. Lo mandamos a San Luis, Bahía Blanca o donde funcione y se tarda seis meses en hacer una caracterización que allá se hace en dos días. Acá se mide una cosa por vez; allá hay cinco equipos y cada uno mide 16 cosas a la vez; por eso avanzan más rápido”, comparó.

Sobre la importancia de su investigación, explicó: “Hay una o dos empresas que producen carbones activos, el resto se importa y es una industria que tendría un futuro en Argentina. Hay interés en invertir pero sin la planta piloto no se puede”.

La idea es hacer una planta modular móvil porque resulta más sencillo y menos costoso ir en busca de los residuos. Hay recursos humanos y avances concretos. “Acá la educación es de muy buena calidad. Me pude defender muy bien en España. La necesidad nos genera otras habilidades que ellos no tienen, como administrar los tiempos. Estamos a la par o un poco superior porque en el desarrollo del trabajo cotidiano tenemos las mismas herramientas”, destacó.

Además, comentó que el Instituto IMDEA Energía de Madrdi está “interesado en escalar en el ensamblado de los dispositivos y quiere hacer cosas en conjunto, para complementarnos”.

A pesar de haber recibido ofertas para realizar posgrados europeos muy bien pagos, Florencia está convencida de continuar en Olavarría, donde está rodeada de gente que “cuando te pregunta cómo estás, es en serio”.

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