El ingeniero nuclear salteño José Iriarte diseñó un sistema que utiliza una plataforma robótica para levantar los autos y colocarlos o retirarlos de los espacios libres sin mover al resto.
El sistema, llamado Stradot (por Straddle Robot, “robot con zancos”), fue patentado en Francia, donde José vive desde 2015 por razones profesionales, y en Argentina. Y se encuentra en fase de implementación, a partir de un acuerdo con una automotriz francesa que está ensayando el sistema en su playa logística. Se trata de una iniciativa desarrollada en Salta y Toulouse, con apoyo del CITES Santa Fe y el BPI France, entre otras instituciones.
Para conformar la startup, Iriarte, -ex egresado del Instituto Balseiro, que antes de ser emprendedor trabajó varios años para la industria satelital tanto en Argentina como en Francia-, convocó a su hermano, Lucas Iriarte, quien hoy se encuentra a cargo de la gestión comercial del proyecto. Luego se sumaron Nicolas Hernández, ingeniero mecánico, y Julien Grenier, ingeniero espacial. Y así se conformó un equipo a ambos lados del Atlántico, que hoy cuenta con 15 empleados directos.
El desarrollo incluye un software que utiliza inteligencia artificial para localización y reconocimiento de imágenes; y un equipamiento cuyas partes son fabricadas mayormente por pymes metalúrgicas en la provincia de Salta, y ensambladas en Francia.
La inversión inicial en el proyecto se hizo con fondos propios, y luego los emprendedores acudieron a fondos de inversión privados. En Argentina fueron incubados en el Centro de Innovación Tecnológica, Empresarial y Social CITES, en Sunchales, provincia de Santa Fe.
Un estacionamiento de autos que ahorra espacio y energía
Entre las ventajas del sistema, se cuenta la optimización del espacio de los estacionamientos, sin necesidad de invertir en infraestructura o construir pisos adicionales. Las plataformas robóticas tienen sensores y se adaptan a todo tipo de terreno, aunque no esté nivelado.
Mediante una suerte de pinzas toman a los vehículos de sus ruedas, y los trasladan por encima del resto, recordando la ubicación para luego buscarlos. No hace falta poner guías ni rieles, por lo que sirve tanto para espacios al aire libre como techados.
“Cada vehículo estacionado estándar ocupa 12 m2, pero contando las vías de circulación, se deben dejar libres entre 25 y 30 m2 por auto. Esto implica miles de m2 artificializados e inutilizados”, aporta José Iriarte.
Además, contribuye a la sustentabilidad, ya que “evita la emisión de gases de efecto invernadero durante las maniobras dentro de la playa de estacionamiento y libera espacios para parquizar”, comenta.
Desde el celular
La solución está pensada para impulsar el transporte multimodal entre las periferias y el centro de las ciudades: las personas llegan con su automóvil particular hasta centros de trasbordo (“Park & Ride”) donde toman un transporte público, y al regresar retiran su automóvil en forma rápida y segura.
Los usuarios pueden conocer la ubicación de su vehículo, solicitar su retiro y abonar el estacionamiento mediante una aplicación en su teléfono celular.
En cuanto a los clientes (propietarios de playas de estacionamiento, concesionarias de autos o centros logísticos), no necesitan invertir en infraestructura adicional, sino que pueden pagar por “horas de uso”, incluyendo el mantenimiento.
Stradot
La firma está actualmente trabajando para aplicar esa misma tecnología al movimiento de cargas y contenedores en grandes centros logísticos. “No caben dudas de que la digitalización es lo que viene, y los sistemas robóticos reemplazan las tareas más tediosas, riesgosas y repetitivas”, apunta.
Mediante una suerte de pinzas se toma a los vehículos de sus ruedas, y los trasladan por encima del resto
La idea es exportar las soluciones tecnológicas para logística y parking tanto al mercado lationamiericano como europeo. “Tanto en Argentina como en Francia hay buenos recursos humanos y tecnológicos, y lo que hacemos es sumar lo mejor de ambos mundos”, sostiene el emprendedor.
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