La Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación dio a conocer los resultados de su convocatoria de incentivo “PICT 2019” y uno de los 1.523 proyectos seleccionados fue otorgado a una investigadora que desarrolla tareas en el laboratorio de Bioenergía y Procesos de Biorremediación del Instituto de Energía y Desarrollo Sustentable (IEDS), ubicado en el Centro Atómico Bariloche de la CNEA.
El resultado habilitará subsidios para realizar tareas de investigación científica y tecnológica, a instituciones públicas o privadas de investigación sin fines de lucro, de nuestro país.
Durante la convocatoria PICT 2019 (Proyectos de Investigación en Ciencia y Tecnología), la Dra. Gisela Ferraro presentó, dentro de la categoría “Jóvenes Investigadores”, el proyecto titulado “Microalgas aplicadas a la remediación de metales”.
El proceso de selección a cargo del Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCYT) involucró 19 comisiones por áreas temáticas, 8.623 evaluaciones de pares externos y participaron 322 evaluadores en las Comisiones Ad Hoc. Fueron elegidos 1.523 proyectos y entre ellos se encuentra el presentado por la Dra. Ferraro el cual tuvo muy buenos comentarios por parte de los evaluadores.
“El otorgamiento de este subsidio pone de manifiesto la importancia y la necesidad de trabajar y desarrollar conocimientos en el área de la remediación de metales, que luego van a permitir desarrollar tecnologías de biorremediación ecológicas y económicamente favorables”, destacaron desde la cartera.
Lugares contaminados con metales pesados
Actualmente existe una creciente demanda de métodos alternativos para la remoción de metales en sitios contaminados. Uno de esos lugares es, por ejemplo la cuenca del Río Matanza que atraviesa 24 distritos entre la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad.
Allí se emplazan unas 8000 industrias y habitan seis millones de personas, y una de las fuentes de contaminación del cuerpo de agua son, de hecho, los metales pesados, arrojados por las empresas.
Claro que esta situación se replica en otros cuerpos de agua a lo largo del país y el mundo, y una de las metodologías implementadas es la utilización de microorganismos para su eliminación.
“La utilización de microorganismos se muestra competitiva cuando los efluentes a tratar representan grandes volúmenes a concentraciones relativamente diluidas de metales (<100mg/L). En este contexto, las tecnologías convencionales suelen resultar ineficientes y la biorremediación por medio de microalgas emerge como una estrategia con gran potencial”, afirman desde la cartera.
El IEDS viene trabajando desde hace varios años en distintas temáticas que involucran la biorremediación y la producción de energía a partir de fuentes no convencionales. La Dra. Ferraro, investigadora del CONICET, particularmente lleva adelante la línea de investigación de remediación de metales, por cultivos de algas nativas aisladas de ambientes contaminados. Los fondos obtenidos permitirán continuar con la línea de investigación, estudiando particularmente la capacidad de remoción por medio de algas o, de asociación de ellas, de metales presenten en efluentes o lixiviados. Además, con este subsidio se abordará también el estudio de la cosecha de algas, por medio de partículas magnéticas de magnetita.
