Periferia

12 de Marzo de 2023

Desarrollan un recubrimiento para reducir el desperdicio de los alimentos

La empresa de base científico-tecnológica, Nat4Bio, creada entre científicos del CONICET e ingenieros, presentó una solución natural que regula el intercambio de gases entre las frutas y el medio ambiente y las protege contra patógenos.

Un equipo de trabajo integrado por investigadores del CONICET e ingenieros industriales desarrolló una solución para avanzar en la reducción de desperdicios de alimentos. 

El equipo creo Nat4Bio, una empresa de base científico-tecnológica, que fue posible por la colaboración de Gridx, una Aceleradora de proyectos que se especializa en la articulación del sector productivo con el científico y tecnológico.

Todo inició cuando Joaquín Pescado, ingeniero industrial se enroló en un programa de la Aceleradora de proyectos científico-tecnológicos, GridX, que conectaba perfiles como el suyo con científicos, para formar nuevas empresas de base tecnológica.

Así conoció a Julia Faria y Leandro Sánchez, dos investigadores del Conicet con quienes, se dieron cuenta, podría surgir una sinergia interesante. Fisch estaba interesado en trabajar en el tema de Desechos alimentarios y Faria y Sánchez trabajaron en campos que podrían contribuir a una solución. Así, en junio de 2021 se convirtieron en socios y Fisch dimitió de su puesto para dedicarse al cien por cien al nuevo proyecto.

Así nació Nat4Bio, la startup que desarrolló una solución de recubrimiento comestible libre de residuos para proteger las frutas y verduras del deterioro y la podredumbre.

Un proyecto con aceleración 

Pronto el equipo pudo participar en el programa de aceleración de IndieBio, la aceleradora más relevante a nivel mundial para startups dedicadas a la biotecnología, En nueva york.

Esto les permitió, más tarde, recaudar US$725.000 de capital, provenientes de IndieBio y GridX. Con ese dinero asegurado, pusieron el pie en el acelerador y consiguieron establecer acuerdos con empresas líderes en la citricultura argentina para aquellos que desarrollaron un producto que podría probarse en el campo.

Reducir el desperdicio de alimentos

Pero, ¿qué hacen, específicamente? En Nat4Bio aprovechan la fermentación microbiana para reducir el desperdicio de alimentos. A diferencia de otras empresas que dependen de extractos de plantas o insectos, son los primeros en utilizar microorganismos seleccionados y no modificados genéticamente para desarrollar formulaciones de etiqueta limpia de origen natural que se aplican a la superficie de la fruta fresca.

Estos recubrimientos son transparentes, inodoros e insípidos, y sus funciones principales son regular el intercambio de gases entre la fruta y el medio ambiente y protegerlos contra patógenos. (potencialmente reemplazando los químicos dañinos usados ​​en la etapa posterior a la cosecha).

La primera gama de productos agtech son estos líquidos que se aplican en la etapa de envasado de la fruta y verdura que permiten alargar su vida útil y protegerla de patógenos.

Todo el equipo de Nat4Bio

«El líquido está compuesto por un biopolímero excipiente de grado alimenticio, y forma una película muy delgada que es comestible, biodegradable y completamente inocua para el consumidor. Y a esa película le agregamos una función al ponerle moléculas específicas que funcionan contra una amplia variedad de patógenos. Esta molécula actúa como biofungicida de origen natural. No tiene efectos nocivos para los humanos ni afecta al planeta.. Ahí es donde surge la necesidad y la industria lo demanda”, explica Fisch.

Hoy el producto se utiliza en procesos de certificación orgánica para la norma americana (y están en proceso de certificación para la norma europea). Eso es esos productores orgánicos podrían usar sus productos como parte del proceso. «Para Europa estamos en el mercado de cero residuos químicos. Con esto, los productores pueden ganar entre un 10 y un 15 por ciento extra”, aclara el empresario.

Todavía no han realizado ventas, pero sí cerraron varios acuerdos en Argentina y también con un citricultor estadounidense, su primer paso en los mercados internacionales. “El problema es global. Y nuestro producto es muy competitivo. La idea es servir a la industria a nivel mundial. Estamos empezando con productores de cítricos y peras del Alto Valle de Río Negro, que exportan mucho. La idea entonces es ir al mercado de arándanos y paltas en Chile o Perú. Y también estamos mirando a España”, añade Fisch.

Para el proyecto, en el que trabajan 7 personas, la meta para el 2023 es obtener las primeras patentes en Estados Unidos y el primer producto registrado y aprobado para comercializar para la campaña 2024.

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