La Cámara de Diputados aprobó la semana pasada el marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial, que ya tenía media sanción del Senado. De esta manera, quedó creada la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME), un organismo descentralizado que funcionará en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Productivo, y tendrá como función regular –entre otras– la importación, exportación, cultivo, producción industrial, fabricación, comercialización y adquisición, por cualquier título de semillas de la planta de cannabis, del cannabis y de sus productos derivados con fines medicinales o industriales.
Este marco regulatorio era una de las cuentas pendientes que la Red de Cannabis Medicinal (RACME) del CONICET venía señalando en cada uno de sus plenarios, que se celebran desde fines de 2019 y tienen como fin trabajar en torno a todas las cuestiones concernientes a los usos científicos del cannabis medicinal. La RACME fue parte, incluso, del proceso de elaboración de esta nueva ley, impulsada en junio de 2020 por el ministro de Desarrollo Productivo de la Nación Argentina, Matías Kulfas, en un acto en cuya presentación estuvo presente la presidenta del CONICET Ana Franchi.
“Estamos muy contentas y contentos con esta ley que se acaba de sancionar, porque es una manera de complementar la ley que tenemos vigente hoy, que ha dejado un montón de espacios sin resolver. En el pasado teníamos situaciones que nos dejaban casi en una condición de ilegalidad en torno a la planta, pero creemos que esta ley va a permitir que comiencen a resolverse”, explica la investigadora Silvia Kochen, coordinadora de la RACME, un espacio conformado por científicos y científicas, funcionarios, funcionarias y miembros de organizaciones de la sociedad civil que trabaja en comisiones para materializar avances en torno a todos los temas relevantes atinentes al cannabis medicinal y la Ley 27.350 que regula su uso en Argentina.
Calidad y legalidad
“La RACME estuvo trabajando mucho en el contenido de esta ley”, señala Kochen, quien de hecho participó de la discusión en torno a la reglamentación que se celebró el año pasado en las comisiones de Agricultura, Ganadería y Pesca, de Presupuesto y Hacienda y de Seguridad Interior y Narcotráfico del Senado de la Nación. En esa oportunidad, había sido invitada para aportar el punto de vista de la RACME en torno al proyecto de ley del marco regulatorio del cannabis medicinal que finalmente fue aprobado esta semana. “Por lo que implicó para nosotros, esta semana compartimos en la Cámara de Diputados un momento muy emotivo, histórico diría yo, que fue cuando finalmente se aprobó”.
Para Kochen, la sanción de esta ley significa que “quienes trabajamos en torno al cannabis medicinal al fin vamos a comenzar a estar en una situación diferente. Aunque todavía tenemos un gran trabajo por hacer con grandes desafíos, para no repetir experiencias malas de otros países: en Estados Unidos, por ejemplo, en los estados donde es legal el uso del cannabis, los precios del cannabis son elevadísimos. Es decir que la gente tiene libertad para usar cannabis, pero solo acceden quienes tienen mucho dinero. El desafío nuestro es cómo logramos la calidad, la legalidad y además la accesibilidad al cannabis medicinal”, asegura Kochen.
Nuevos horizontes
Por último, la investigadora vislumbra que “esta nueva reglamentación va a generar nuevos horizontes para iniciar investigaciones que demuestren la seguridad y la evidencia en distintas patologías, hacer investigaciones en modelos experimentales, avanzar en las genéticas de la planta con las particularidades de nuestro país y consolidar la producción, tanto en el caso de las ONG, cooperativas, pequeñas y medianas empresas, como en los grandes laboratorios farmacéuticos”.
Cabe destacar que, según los fundamentos de la ley aprobada, “la ARICCAME tendrá a su cargo la regulación y fiscalización de la actividad productiva de la industria del cannabis, su comercialización y distribución, para uso medicinal e industrial en el territorio nacional, en todo lo referente al registro, control y trazabilidad de semillas, insumos críticos y productos derivados del cannabis, en el marco de un proceso industrial debidamente autorizado y habilitado en los términos de la ley vigente y la reglamentación”. En la ARICCAME participará CONICET. Asimismo, la ley sancionada contempla la creación del Consejo Federal para el Desarrollo de la Industria del Cáñamo y Cannabis Medicinal, constituido por un representante de la Nación y uno por cada provincia y por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.