El gasto que los países realizan en materia de Ciencia aumentó considerablemente, con un dinamismo sin precedentes en los países en desarrollo, sobre todo en África, pero Estados Unidos y China siguen teniendo demasiado peso, según un informe de la Unesco.
Este incremento se vio estimulado por la crisis del coronavirus, destaca el informe que publica Unesco cada cinco años y sigue la evolución de las políticas públicas científicas desde hace casi treinta años en más de 190 países.
Los números indican que entre 2014 y 2018 la inversión en investigación científica creció un 19% y el número de científicos, un 13,7%.
“Hace 20 años aún había que convencer a los países del valor de invertir en ciencia y tecnología. Hoy, casi todos han integrado la noción de que es un medio de hacer avanzar la economía”, afirmó Susan Schneegans, coordinadora del informe, según reproduce la agencia AFP.
63% de la inversión mundial en dos países
Pero esta inversión es “muy desigual”: Estados Unidos y China representan casi dos tercios (63%) de la progresión global del gasto. Y cuatro de cada cinco países van a la zaga, puesto que dedican menos del 1% de su PIB a la investigación.
La inteligencia artificial y la robótica son muy dinámicas, sobre todo en países de “ingresos medios inferiores”, que contribuyeron con más del 25% a las 150.000 publicaciones sobre el tema en 2019 (12,8% en 2015).
Algunos países “son muy ingeniosos, logran innovar sin muchos medios en tecnologías digitales”, afirma Susan Schneegans.
Durante la pandemia, el 13% de las nuevas tecnologías concebidas para hacer frente al virus se produjeron en África, pese a que el continente representa solo el 14% de la población mundial: asistentes virtuales, herramientas de autodiagnóstico, aplicación de rastreo.
En 2020, “hemos registrado más de 700 polos de innovación en África, frente a unos 300 en 2015. El problema es que siguen dependiendo mucho de la financiación externa”, añade la funcionaria de la Unesco.
Pero la energía verde atrae menos. La investigación sobre captura y almacenamiento de carbono solo generó 2.500 artículos en 2019. El tema retrocede incluso en Canadá, Francia, Alemania y el líder actual, Estados Unidos.
En cuanto a la energía fotovoltaica, eólica o los biocombustibles, entre 2012 y 2016, los presupuestos progresaron poco a nivel mundial, estima la Unesco, que elogia no obstante la “homogeneización de las prioridades de desarrollo en todos los países”.
En los Estados en desarrollo, algunas investigaciones sobre energías verdes incluso se han disparado.
La Unesco aboga por una mayor inversión y pide “más coherencia”. La ciencia “debe ser menos desigual, más cooperativa y más abierta”, concluye su directora general, Audrey Azoulay.