La Universidad Nacional de Colombia-UNAL dio a conocer que junto a la Alcaldía Mayor de Bogotá, a través de la Alta Consejería Distrital de las TIC, y en trabajo conjunto con el El Laboratorio de Innovación UNAL (LAB101), pusieron en marcha el proyecto que prioriza la participación ciudadana, y con el cual se busca potenciar el uso y aprovechamiento de las TIC en Bogotá, para convertir la capital de país en territorio inteligente.
El proyecto “Bogotá Territorio Inteligente” precisa, de acuerdo con la institución educativa, que “no solo se debe tener en cuenta la brecha digital para una política pública. Esta brecha se refiere a cualquier tipo de repartición desigual en el acceso, uso o impacto que tienen las TIC entre diferentes grupos sociales”.
Así, la UNAL señala que con el proyecto se busca “identificar y formular soluciones en torno a la apropiación digital, es decir que la tecnología pase a ser parte de la vida cotidiana de las personas”, así como también, “fortalecer diferentes capacidades en funcionarios y en la ciudadanía en general, en herramientas de diseño como uno de los diferentes mecanismos de apropiación”.
“La participación ciudadana se realizó por clasificaciones demográficas como edad, género, personas en condición de discapacidad y grupos étnicos, entre otras. También hubo otros actores relacionados a partir de su rol en este “ecosistema digital”, entre los cuales se incluyeron el sector privado, las instituciones y otros laboratorios digitales o de innovación que han trabajado alrededor del tema”, recoge la universidad.
De igual forma, relata que debido a la experiencia de dichos actores en el campo digital, “se obtuvo gran cantidad de información que le brinda a la Alcaldía los insumos para trazar planes y proyectos que respondan a las necesidades de las localidades en este tema”.
También dio a conocer que alrededor del concepto de “Bogotá Territorio Inteligente” se desarrolló una investigación que buscó identificar problemáticas, necesidades y oportunidades de las 20 localidades de Bogotá, para formular la política del proyecto.
Cómo se está desarrollando el proyecto
UNAL señala que durante la primera parte del proyecto, se realizaron jornadas de inteligencia colectiva con más de 660 participantes. En estas acciones, se pudieron recoger las problemáticas que los bogotanos identificaron en tres dimensiones: acceso, uso y aprovechamiento de las herramientas digitales.
Además de ello, también se pudo indagar sobre la expectativa que tenían en apropiación digital en sus territorios, es decir, “cómo la veían materializada y cómo les gustaría tener ese acceso, uso y aprovechamiento de la tecnología”.
Esto, le permitió a la universidad identificar ciertas “problemáticas marco”, a partir de las cuales se les hizo una invitación a las poblaciones, para que “en una maratón creativa, propusieran alternativas para resolverlas”.
Luego de ello, se organizaron 8 seminarios virtuales abiertos al público, que estuvieron dirigidos principalmente a funcionarios, y donde se abordó el tema del manejo de herramientas de diseño digitales.
El proceso siguió con actividades de etnografía digital, grupos focales, entrevistas y mapeo de actores con participación de más de 1.100 personas de todas las localidades, a fin de “identificar las problemáticas, necesidades y oportunidades para formular la política pública mencionada”.
Dichas actividades permitieron identificar roles y relaciones entre diferentes actores y analizar su relación con el concepto de “territorio inteligente”.
“En todo el proceso hemos tratado de territorializar la información que recopilamos para tener un prototipado de cada localidad”, aseguró a través de UNAL, Daniela Méndez Parra, consultora del LAB101 y politóloga.
Dentro de las primeras conclusiones de la Universidad Nacional sobre esta etapa de la iniciativa destacó que para el LAB101, “es necesario pasar por la apropiación digital para consolidar un territorio inteligente. Para ello, se debe empezar por reconocer y priorizar la resolución de la brecha digital, tanto en territorio rural como urbano, que en este momento se agudiza más por la pandemia. Además se debe revisar cómo el acceso diferenciado a la tecnología y su apropiación ha dificultado otros mecanismos básicos de socialización, como la participación ciudadana”.
Así mismo, UNAL señaló que la propuesta del Laboratorio es “comprender que el relacionamiento humano con el territorio debe ser orientado a la sostenibilidad social, económica y ambiental, y aunque la tecnología es un camino, no constituye el fin de lo que es un territorio inteligente”.
“Para que Bogotá se consolide como un territorio inteligente se deben contemplar las necesidades, oportunidades y los retos que tienen las localidades, el área urbana y el área rural”, puntualiza Felipe Guzmán Ramírez, Alto Consejero Distrital de las TIC.
