Impulsado por la Universidad de La Plata y por el Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos (CIDCA-CONICET) el emprendimiento genera alimentos más saludables en nutrientes para el consumo humano.
El presidente de la Universidad Nacional de La Plata, Fernando Tauber, encabezó la inauguración de la primera planta piloto de producción de prebióticos del país
Se trata de un desarrollo inédito que apunta a generar alimentos más saludables para el consumo humano, que genera componentes alimentarios no digeribles.
Los mismos componen ciertos alimentos como parte de su matriz, lo que permite mejorar sensiblemente su calidad y alcanzar un producto final más saludable.
Sustitución de importaciones con trabajo científico
Cabe destacar que hasta el momento estos nutrientes no se fabricaban en Argentina, por lo que debían ser importados.
Es decir que, a través de la inversión estatal y la gestión autónoma de la investigación y los recursos por parte de las universidades, Argentina consiguió transferir conocimiento.
Pero, además, promover la investigación y el empleo científico local, y revertir la necesidad de que esos productos que integran los alimentos sean traídos desde el exterior.
Beneficios para la salud
Entre otros beneficios, los prebióticos son sustancias que promueven la actividad y el crecimiento de la flora intestinal, mejoran la absorción de calcio, y regularizan la digestión.
Los prebióticos se encuentran naturalmente en algunos vegetales y pueden ser adicionados a gran cantidad de productos como yogures, leches, jugos y panes.
Este inédito proyecto del CIDCA está enfocado en la síntesis de FOS (fructo-oligosacáridos) y GOS (galacto-oligosacáridos) de cadena corta, a partir de materias primas como la sacarosa y la lactosa, respectivamente.
“La planta de prebióticos es un sólido proyecto académico científico puesto a disposición de las demandas de la sociedad”, remarcó Tauber.
Impacto múltiple
El nuevo emprendimiento funcionará en la Planta Piloto Multipropósito (Pla.Pi.Mu), ubicada en Camino Centenario y 508, de Gonnet.
En la inauguración, las autoridades de la UNLP estuvieron acompañadas por el titular de la cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación bonaerense, Jorge Elustondo.
Pero, también, por el presidente de la Comisión de Investigaciones Científicas, Alberto Torres y el vicedirector del Conicet La Plata, Martín Vila Petroff.
También participó del acto el vicepresidente Académico de la UNLP, Martín López Armengol, el secretario de Ciencia y Técnica, Marcelo Caballé, la directora del proyecto, Andrea Gómez-Zavaglia, decanos y demás autoridades universitarias.
Al hacer uso de la palabra, el presidente de la UNLP resaltó el esfuerzo dirigido de los científicos en este importante proyecto que ?llena de orgullo a la Universidad Pública?.
Y añadió: ?en este particular momento en que el sistema científico atraviesa una situación compleja, los científicos son los que van a ayudar a que el país crezca”.
“Este desarrollo es una muestra cabal del trabajo conjunto de las instituciones que nuclea el sistema científico ? tecnológico, puestas a disposición del desarrollo nacional” dijo Tauber.
“Sustituir importaciones, producir en el país lo que no tenemos, es una forma clara de afianzar, de defender nuestra soberanía”, concluyó el rector de la UNLP.
Elustondo escuchó las críticas y celebró la iniciativa
Pese a haber apoyado abiertamente la degradación del ex MinCyT, y el consecuente impacto sobre los recursos del sistema científico, Jorge Elustondo observó positivamente la iniciativa.
El ministro de ciencia de la provincia de Buenos Aires asistió al acto de inauguración y, por ello, tuvo que exponerse a las críticas por los resultados de la gestión Cambiemos en el sector científico.
El propio Tauber destacó la importancia del proyecto en un marco de ajuste presupuestario y asfixia a las unidades ejecutoras de CONICET, entre las que se encuentra el CIDCA.
Para Elustondo, este desarrollo de punta muestra que “las capacidades y fortalezas del sistema científico son otra vez protagonistas de nuevos desafíos”.
Y agregó: “son años de trabajo, de capital humano puestos al servicio de un tema de altísima sensibilidad como es la alimentación de calidad”.
El ministro también resaltó el “impacto macroeconómico que se inicia en este proceso de sustitución de importaciones”.