Periferia

2 de Diciembre de 2019

Gustavo Lopetegui: “Yo no construiría nuevas centrales nucleares en Argentina”

El Secretario de Energía reconoció que el desarrollo nuclear no fue prioridad de Macri. Se excusó, insólitamente, en el endeudamiento externo. El país necesita duplicar su capacidad energética para 2040.

El Secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui, aseguró que “endeudarse en 5000 o 6000 millones de dólares para construir una nueva central nuclear no tiene sentido”. 

Sus palabras surgieron de un encuentro que el titular de la cartera manutvuvo el 20 de noviembre con la prensa, y que fue replicada por el periodista Fernando Krakowiak, en el diario Página/12. 

“Yo no construiría nuevas centrales nucleares en Argentina”, agregó Lopetegui, sin sonrojarse y sin tener en cuenta las necesidades energéticas del país para los próximos 20 años, si lo que se pretende es desarrollar la matriz productiva. 

“Yo no construiría nuevas centrales nucleares en Argentina. Lo nuclear es puro costo de capital. Además, son proyectos que sabés cuando empiezan, pero no cuando terminan ni cuánto pueden terminan costando. En Argentina la matriz tiene que ser gas, renovables y algunos aprovechamientos hidroeléctricos. Endeudarse en 5000 o 6000 millones de dólares para construir una nueva central nuclear no tiene sentido”, fue la frase pronunciada por Lopetegui. 

La definición enmarca el proceso de asfixia que vivió el sector durante los últimos cuatro años, reflejados en un informe que el Centro de Economía Política (CEPA), de Hernán Letcher y Julia Strada, publicó en junio. 

Pero además, delata la miopía política de los funcionarios del gobierno, ante las necesidades energéticas del país, para los próximos 20 años. 

Duplicar la capacidad energética instalada para 2040

En una nota para el portal digital Infobae, del 7 de noviembre de 2018, Juan José Gil Gerbino explicó la importancia estratégica del sector nuclear argentino con mucha claridad.  

“Una razonable expectativa de crecimiento del nivel de vida en la Argentina implica, entre otros factores, un aumento del consumo eléctrico per cápita”, dice la nota.   

A esta presión por el aumento de la demanda de energía eléctrica se suman la tendencia a la electrificación del transporte, la conversión eléctrica domiciliaria a expensas del gas y el aumento de la población.   

Para el año 2040, en este sentido, las proyecciones sostienen que la capacidad eléctrica instalada debería incrementarse al doble de la actual, es decir que se deberían agregar 35 mil MW eléctricos adicionales “de fuentes gestionables”, afirma Gerbino.   

Es decir que solo caben tres alternativas o una combinación de ellas: energía térmica, hidráulica y/o nuclear.   

De las tres la más económica en términos de costos y tiempos de instalación son las distintas variantes térmicas, pero con costos de operación altos e impredeciblemente variables (porque su funcionamiento se halla atado a las contingencias del clima).   

La capacidad potencial hidroeléctrica en la Argentina depende fuertemente de los proyectos binacionales de difícil gestión.   

“Con un alto grado de optimismo se podría pensar en 10 mil MWe instalados para 2040 de origen hidráulico”, dice Gerbino.   

Centrales nucleares   

Es decir que se impone la instalación de centrales nucleares en una escala importante si realmente se desea no aumentar, aún más, la participación de las máquinas térmicas en la matriz de generación eléctrica.  

En ese sentido los contragiros de la política del gobierno de Mauricio Macri afectan esa meta, pero, además, impactan en el sector científico y tecnológico.  

Lopetegui justificó la miopía estratégica de Cambiemos 

Las palabras de Lopetegui no pueden dejar de relacionarse con la situación de asfixia generalizada que atravesó el sector nuclear durante estos cuatro años.  

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que dirige el economista Hernán Letcher y la politóloga y economista Julia Strada, publicaron un informe que dejó a la luz los graves problemas estructurales que atraviesa el sector nuclear. Según el Centro de Economía Política Argentina el sector nuclear redujo su presupuesto de USD 363 millones a USD 161 millones, entre 2015 y 2019.   

La cifra se refleja en otros indicadores como el salario de los profesionales, la desjerarquización de su rango cuando pasó a depender de la Subsecretaría de Energía Nuclear, el sesgo en favor de las energías eólica y solar (fuertemente contigentes), la caída de los acuerdos con China y el impacto dominó sobre las empresas proveedoras del sistema nuclear como la PIAP.  

“Hay una situación salarial del personal, que en una institución científico-tecnológica como es la CONEA es devastadora”, expresó Kreiner, quien aseguró que “hay un éxodo de cerebros porque la gente mejor preparada y mas joven se está yendo del país”.  

En la actualidad la industria nuclear aporta un 6% de la energía que posee nuestro sistema energético. El acuerdo con China, establecido durante la gestión de Cristina Fernández, hubiera llevado ese porcentaje a 12, si no fuera por la decisión del gobierno de Mauricio Macri de suspender el trato.   

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