Periferia

12 de Agosto de 2025

Era Milei: Científicos venden yerba y manejan Uber para afrontar los gastos de su laboratorio

Son casos emblemáticos en Córdoba y Mar del Plata que muestran el estado de deterioro en que se encuentra el sistema científico a menos de dos años de haber asumido el gobierno libertario.

Dos casos paradigmáticos del estado en el que se encuentra el sistema de ciencia y tecnología actualmente salieron a la luz, uno en Mar del Plata, ciudad que fue centro de atención de todo el país por la expedición de un equipo de investigadores a las profundidades del mar y que vio todo el país, y otro en Córdoba.

En Mar del Plata, investigadores del Conicet trabajan de conductores para apps de transporte o buscan migrar para recomponer sus ingresos, según informaron medios locales.

Antonia Muñoz, investigadora y delegada de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), recalcó en diálogo con el medio 0223, que la situación es muy compleja y que en el último año y medio los trabajadores de la ciencia y la tecnología perdieron casi un 40% de poder adquisitivo. Desde entonces, con la llegada de La Libertad Avanza al Gobierno de la Nación, las paritarias se ajustaron siempre por debajo de la inflación.

En este marco, Muñoz denunció que hay trabajadores que concursaron a sus puestos en 2022 y todavía no les dieron el alta para ingresar, lo que provoca un cuello de botella con los concursantes de los años siguientes. Además, no se anunciaron los resultados de la convocatoria a carrera de investigador 2023 y ni siquiera se abrió el concurso para ingresar en 2024.

Así, hay investigaciones que dejaron de ser financiadas y quedaron truncas. “Esto quiere decir que los becarios que han sido formados son una pérdida de recursos. Es una irracionalidad absoluta. No lo hace ningún sistema científico y tecnológico en el mundo. Nosotros estamos formando becarios que no van a poder ingresar al sistema, es una barbaridad. Lo que se están perdiendo son los recursos que se vienen invirtiendo en esa materia”, subrayó en diálogo con Extra, la radio y canal de streaming de 0223.

“Nosotros tenemos que pasar por pruebas muy difíciles. ¿En qué situación laboral uno puede esperar dos años hasta cobrar? Es muy ridículo. Toda esta gente tiende a irse. La investigación puede ser un furor en este momento, pero si no hay un sistema científico y tecnológico nacional coherente y de primer nivel, esto se cae. Todo esto hace que tanto trabajadores, trabajadoras e investigadores estemos pensando en alternativas laborales. Ahí ocurre la famosa fuga de cerebros”, afirmó.

La ciencia argentina, en el fondo del mar con Milei

Este contexto se da en simultáneo con la expedición que realizan científicos en el cañón submarino de Mar del Plata a 300 kilómetros de las costas de la ciudad, una investigación con financiamiento internacional que causó furor en la sociedad y despertó un interés y un apoyo nunca antes visto por la ciencia argentina.

“Me da un orgullo terrible. Se está descubriendo el fondo marino, tan poco investigado. Hay otras investigaciones tan interesantes como esta. Tuvo un impacto que generó una sensibilidad especial. Hay chicos a los que les interesa convertirse en científicos, el problema es que en este momento Conicet está paralizado. Entonces, lo que se pone en riesgo es el sistema científico y tecnológico”, agregó.

Trabajar de no hacer ciencia para hacer ciencia

Ante este panorama, los profesionales que dedicaron más de una década de estudio se ven obligados a buscar una alternativa laboral que compense sus magros salarios que rondan, a groso modo, el millón de pesos.

Así, contó Muñoz, hay profesionales que después de formarse en el sector público – sobre todo en áreas de asociadas a la agronomía – migran al sector privado. Entre las camadas más jóvenes de investigadores prevalece el interés por concursar en becas fuera de Argentina, mientras que los más experimentados, que tienen una dinámica familiar aceitada, hasta trabajan como conductores para aplicaciones de transporte como Uber. “No digo que son todos, porque nosotros trabajamos ocho horas, pero sí existe. Hay investigadores en esa condición. Los que recién inician la carrera de investigación ganan muy poquita plata y con ese ingreso no llegan a fin de mes“, explicó.

Córdoba, otra muestra de la debacle en ciencia

En la Universidad Nacional de Río Cuarto tres científicos comenzaron a vender yerba a 5.000 pesos al kilo para solventar los insumos básicos para poner en marcha el laboratorio de rayos x del Departamento de Física de la universidad. “El Estado no nos da la plata que necesitamos para mantenerlos equipos en funcionamiento”, denuncian.

Manuel Otero, Rodrigo Ponzio y Lucía Reviglio son los tres doctores en física y docentes de la UNRC que lanzaron a través de las redes sociales la campaña “Mate a con-ciencia” en la que promocionan venta de paquetes de yerba de 1 kilo para solventar los costos de los insumos que debería aportar el Estado para el estudio, la investigación científica y desarrollo, pero que la motosierra de Javier Milei –que ganó con el 80 por ciento de los votos en Córdoba– eliminó.

Ponzio lanzó la campaña junto a sus compañeros y también es víctima del recorte del personal en el Conicet. El doctor en física concursó para el cargo de Carrera Profesional y Técnico de Apoyo (CPA) y fue seleccionado para operar los equipos de rayos x en la UNCR, sin embargo, por el recorte presupuestario el titular del Conicet, Daniel Salamone, no otorga nuevas altas de los puestos ya concursados. La última convocatoria a cargos CPA en el Conicet fue de abril de 2023.

La iniciativa de investigadores del CONICET: https://www.facebook.com/Pagina12ok/videos/mate-a-con-ciencia-contra-el-ajuste-de-milei/743479238449662

Desmantelamiento de la ciencia

Los equipos de rayos x parados en la UNRC fueron entregados en 2022, a través del programa federal Equipar Ciencia, que impulsaba el Ministerio de Ciencia y Tecnología nacional, eliminado por Milei y puesto bajo la órbita del jefe de Gabinete Francos, quien ayer defendió la motosierra, al amenazar con el veto a la Ley de Financiamiento Universitario.

El programa que en la gestión anterior había entregado 167 equipos de mediano y gran porte adjudicados a 60 instituciones científicas y tecnológicas nacionales y provinciales se financiaba Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, Ley 27.614, promulgada en 2021.

“Se han cortado los fondos y no hubo más dinero para ponerlos en funcionamiento. Tienen muchas aplicaciones tanto dentro de la universidad como empresas que nos piden el servicio. Nuestra intención es poder aprovecharlo, pero lo hacemos a pulmón y con gente que nos ayuda con lo que puede”, lamentó Otero.

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