Jorge Aliaga, representante de las universidades en el directorio del CONICET se refirió al brutal ajuste que atraviesa el sistema científico y el sietema académico y sostuvo que “la ciencia no está en el centro de la agenda” del gobierno de Javier Milei.
El secretario de Planeamiento y Evaluación Institucional en la Universidad Nacional de Hurlingham y representante de las universidades en el directorio del CONICET dialogó con la Agencia TSS, de la Universidad Nacional de San Martín, y apuntó contra las políticas del gobierno de Javier Milei.
La ciencia, fuera de la agenda de Milei
Aliaga reveló que Daniel Salamone, el presidente actual del máximo organismo científico del país, se quejó por no tener representación mayoritaria en el directorio del organismo y aseguró que “Milei ha sido claro varias veces. Cuando presentó el Presupuesto, en septiembre, dijo que lo fundamental que tiene que hacer el Estado nacional es asegurar la estabilidad macroeconómica, las relaciones exteriores y el imperio de la ley, y que cualquier otra cuestión puede resolverse a través del mercado o es competencia de los gobiernos subnacionales”.
“Es decir, no mencionó educación, ni salud, ni ciencia. Probablemente, no lo ha logrado por una conjunción de problemas, porque de alguna manera encontró a una persona que él conocía, a (Daniel) Salamone, para poner a cargo del CONICET, que es un investigador, con lo que él no va a postular que hay que cerrar este organismo”, aseguró Aliaga.
El representante en el directorio del CONICET de parte de las universidades sostuvo que “el Gobierno considera que lo que tiene que hacer es lo que más le reditúa electoralmente, que es el déficit cero“.
A su vez, cuestionó el anuncio del Plan Nuclear mientras se paralizan proyectos estratégicos del sector como el reactor CAREM y el RA-10.

La situación en el CONICET
Mientras tanto, graficó que en el CONICET “no hubo prácticamente altas de ingreso a carrera de investigador, se dieron a fin del año pasado algo más de 50 que venían muy colgadas de años anteriores, pero con las 2022, que habían sido anunciadas a fines de 2023, y ni se empezó”.
“Nunca las altas se dan todas juntas, siempre se dan escalonadas, siempre había una demora de por lo menos seis meses en empezar, pero ya va un año y no hay miras de cuándo va a ocurrir”, dijo Aliaga.
Aliaga, físico e investigador independiente del CONICET, no se refirió al plan de reducción y/o fusión de organismos estatales, entre los cuales se encontraría el CONICET, pero dijo que “los salarios de los investigadores y los becarios perdieron lo mismo que el resto de la administración pública“.
“Eso explica que el presupuesto del CONICET, comparado a valores constantes con el de 2023, tiene una reducción de más del 20 por ciento”.
Agencia I+D+i
Aliaga explicó que en el caso de la Agencia (Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, un órgano clave para articular la actividad productiva con el sistema científico), “el presupuesto en pesos se mantuvo igual en 2024 que en 2023. Eso quiere decir que, a valores constantes, se redujo a la tercera parte”.

Salamone, un funcionario que no funciona
El integrante del directorio del CONICET aseguró que “Hubo marchas extraordinarias, como las universitarias, que terminaron consiguiendo algunas cosas. Por otro lado, hay una realidad y es que hubo un trabajo que ya viene de la época anterior a Macri, pero que se siguió y que se hizo mucho más fuerte con la pandemia, de cuestionar el funcionamiento de la ciencia en general como valor”.
Por último, Aliaga aseguró que el directorio le pregunta en todas las reuniones al presidente del CONICET si hay alguna novedad, para poder avanzar con designaciones. El año pasado, Salamone había dicho que en algún momento él esperaba que sí. Nos dice “estoy hablando, estoy tratando, estoy viendo, pero no hay nada concreto”.
“Y bueno, seguimos esperando que se destrabe, pero no sabemos cuándo. Y después tenés montones de reclamos más porque alguno de esos 800 tienen prórrogas de becas CONICET, otros no. De las becas de finalización, hubo 160 que tenían una beca de Agencia y que no fueron seleccionados porque había un cupo de 300 y los recomendados eran 460. Nos reclaman que se les asigne una beca y hoy la realidad es que no tenemos. Pero también están los que están esperando el ingreso a carrera y no tienen nada, también quisieran una beca y, por más que es otro tipo de beca, la plata sale del mismo lugar. Con lo cual, lidiamos con muchos reclamos en un contexto donde costó sacar las 1300 becas de inicio y de finalización de doctorado para empezar nuevamente el primero de abril, como era la fecha histórica y fueron anunciados los resultados el 17 de enero, como estaba previsto. Es decir, la normalidad para nosotros fue un logro. Hubo presiones, hubo discusiones, pero bueno, se logró sacar eso”.
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