El Gobierno de Javier Milei decidió manejarse este año con el Presupuesto nacional de 2023, aprobado encima en octubre de 2022, para licuar por inflación todas las partidas oficiales. En particular, las destinadas al sistema universitario público nacional.
Las consecuencias son que no podrán funcionar más que hasta mitad de año. Ante eso, la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) confeccionó un detallado derrotero histórico según el cual, este año, las casas de estudio superiores deben lidiar con el peor estrangulamiento financiero desde 1997. El recorte sufrido, a la vez, es mayor que el promedio del asestado a toda la administración pública nacional.
Para 2024, señala el informe, el presupuesto asignado al Programa Desarrollo de la Educación Superior, el principal para el sistema universitario, es un 72% más bajo en comparación con 2023. Además, la ejecución presupuestaria del primer trimestre refleja una reducción del 34% frente al mismo período del año pasado.
La ACIJ recuerda en el texto que el presupuesto destinado al sistema educativo superior está compuesto por varias partidas, siendo la principal la denominada Desarrollo de la Educación Superior: explica más del 90% del gasto total. Otros programas de menor peso son las Becas Progresar, Infraestructura universitaria y Evaluación y Acreditación Universitaria – Coneau. 3 Las becas destinadas a estudiantes de institutos superiores y universidades representan aproximadamente el 8,2% del presupuesto universitario nacional.
La decisión del Ejecutivo de prorrogar el presupuesto del año anterior implica una reducción del 72% en términos reales para “Desarrollo de la Educación Superior”. Y si no hay modificaciones para ampliar los montos fijados, este será el presupuesto universitario más bajo desde 1997, año a partir del cual se cuenta con datos del programa. Incluso, bastante inferior a los años de profunda crisis 2001 y 2002.
El primer trimestre, una muestra
Durante el primer trimestre de 2024, el Gobierno nacional ejecutó un 30% menos del gasto total en términos reales en comparación con igual período de 2023. Y la reducción en las políticas universitarias fue incluso mayor: el 34,4%.
Dentro de las partidas que conforman las políticas universitarias, la más importante, “Desarrollo de la Educación Superior”, disminuyó el 32,9%. Lo ejecutado en becas Progresar se contrajo 46,9%, y lo destinado a la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria bajó un 18,4%.
Los programas de infraestructura universitaria, que permiten financiar ampliaciones o modernizaciones edilicias, entre otras obras, prácticamente no tuvieron ejecución.
Los recortes anterior hicieron que la ejecución de políticas universitarias disminuyera su participación dentro del gasto total: si para el primer trimestre de 2023 ese ítem representaba el 3,7% del
presupuesto total, para el mismo período de 2024 es de 3,5%.
Qué pasó con cada partida en el primer trimestre
Dentro del programa de Desarrollo de la Educación Superior, la caída afecta por igual a todas las actividades. Los fondos asignados al pago de salarios cayeron el 32% para docentes y autoridades, y el 28% para el personal no docente.
El financiamiento destinado al funcionamiento universitario se redujo casi un 60% en comparación con 2023. Las transferencias a hospitales universitarios experimentan una caída del 72%, y el Fondo Universitario para el Desarrollo Regional, como el dirigido a los institutos tecnológicos de formación profesional y el desarrollo de proyectos especiales, no recibieron asignación alguna.
La ejecución presupuestaria de las partidas universitarias de este año durante el primer trimestre es la más baja desde 2006. Se redujo un 33% en comparación con igual trimestre de 2023 y es un 45% más bajo en relación con 2018, que fue el máximo desde 1997. Además, en comparación con el cuarto trimestre de 2023, la ejecución presupuestaria se contrajo un 39,3%.
Derrumbe medido por estudiante
Desde 2000, la cantidad de estudiantes de pregrado y grado en el sector de gestión estatal registra un aumento constante: pasó de 1.138.503 ese año a 2.065.115 en 2021 . Si se considera que esta cifra se ha mantenido constante en los últimos años, se tiene que en 2024 el presupuesto disponible por estudiante es el más bajo de toda la serie. La estimación es que se destinarán aproximadamente 690.000 pesos por alumno. En términos porcentuales, es una reducción del 72% en relación al año anterior y de un 82% respecto de 2013, año en el que tuvo su máximo.
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