Durante un debate televisivo, en el programa “Bienvenidos al tren” de Bravo TV, trabajadores del sector nuclear cuestionaron sobre “la privatización de la ciencia argentina y sus posibles implicancias para la soberanía energética del país”, luego de conocerse los acuerdos entre Javier Milei y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que, aunque con detalles aún desconocidos, generan preocupación por el futuro de la energía nacional.
Como invitado, Cristian Riente, secretario gremial de Luz y Fuerza Zárate, explicó que la preocupación por la privatización no es nueva y se remonta a la época de Carlos Menem y Mauricio Macri, cuando ya se intentó privatizar parcialmente empresas clave del sector. “Actualmente –señaló–, el Gobierno busca avanzar sobre la Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA) y las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse, con un proyecto que contempla la privatización parcial de entre el 45 y 49 por ciento de la empresa.
Riente alertó que este proceso implicaría, además de la posible pérdida de control sobre la infraestructura, un riesgo para los derechos de los trabajadores. “Un privado siempre viene por el costo. La primera medida que va a tomar es reducir personal, bajar salarios y afectar los convenios colectivos. Y la tarifa de la energía, inevitablemente, la vamos a pagar todos nosotros”, afirmó.
¿Nucleoeléctrica en la mira?
El gremialista recordó que la NASA cuenta con proyectos estratégicos, como el reactor de baja potencia Karen, pensado para abastecer a pequeñas ciudades e industrias, que actualmente se encuentra paralizado tras un ataque informático a su área de ingeniería, que Riente vinculó con intereses externos.
Para visibilizar su rechazo, el sindicato realizó la “Rotonda de la Dignidad” en Zárate, con la participación de movimientos sociales y políticos, donde asistieron entre 500 y 600 personas. Allí, se destacó la necesidad de garantizar que la energía sea un derecho accesible para toda la población y no un privilegio de unos pocos.
“La energía es esencial para la vida. No puede estar en manos de privados que solo buscan rentabilidad”, concluyó Riente, insistiendo en la defensa de una tarifa social y en la preservación de la soberanía nacional sobre los recursos energéticos.