Facundo López, titular del bloque Juntos Somos Río Negro en la Legislatura de la provincia de Río Negro, habló sobre la conversión de INVAP, la empresa tecnológica de Sociedad del Estado a Sociedad Anónima Unipersonal, que generó todo tipo de sospechas en medio de rumores de privatización.
El legislador rionegrino dijo que las críticas están motivadas por “un oportunismo político que busca infundir miedo entre los trabajadores”.
La realidad es que la cercanía entre el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, y el presidente, Javier Milei, hace suponer que el cambio de figura responde a “un favor” del gobernador al presidente.
La gobernación defiende la decisión como un trámite para cumplir disposiciones del actual Gobierno nacional. Sin embargo, merodea la idea de un proceso de privatización, poniendo como referencia lo sucedido con varias compañías públicas durante la década de los noventa.
La medida se enmarca en el Decreto de Necesidad de Urgencia (DNU) 70, firmado por el presidente Javier Milei en los primeros días al frente del Ejecutivo nacional. Este decreto obliga a todas las empresas estatales nacionales a adoptar la figura de sociedad anónima, lo que en Río Negro también tiene alcance para otras empresas provinciales como Altec y Aguas Rionegrinas Sociedad del Estado (ARSE).
Versiones malintencionadas
El oficialismo de Juntos Somos Río Negro (JSRN) defendió la transformación de INVAP, argumentando que no compromete la esencia ni los objetivos de la empresa. Sobre este tono, el presidente de dicho bloque en la Legislatura, Facundo López, descartó categóricamente cualquier posibilidad de privatización de INVAP. Calificó como “versiones malintencionadas” las críticas que sugieren riesgos para la propiedad estatal de la empresa tecnológica y señaló que están motivadas por “un oportunismo político que busca infundir miedo entre los trabajadores”.
El legislador aseguró que la transformación jurídica no altera la propiedad ni la gestión de INVAP, que continuará bajo el control de la provincia de Río Negro y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). En ese sentido, enfatizó que la privatización de INVAP “es una posibilidad que está sólo en la cabeza de quienes quieren aprovechar cualquier situación para sacar rédito político de manera lastimosa”. Subrayó que el cambio de figura societaria no perjudica el carácter estatal de la empresa, ni su capacidad para competir en mercados tecnológicos globales. Además, enfatizó que este cambio permitirá a la compañía mantener su competitividad y capacidad operativa en el mercado tecnológico global.
En este contexto, reiteró que la empresa continuará cumpliendo con sus objetivos fundacionales de fomentar el desarrollo científico y tecnológico desde Argentina, garantizando empleo genuino y contribuyendo al progreso del país.
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