Periferia

13 de Diciembre de 2021

La empresa Mirgor busca reemplazar piezas de aviones de FAdeA, con tecnología nacional

La compañía identificó nueve piezas de alta complejidad que hoy son difíciles de reemplazar con tecnología nacional. Acuerdo con FAdeA para comenzar con el Pampa III.

La empresa de Tierra del Fuego, Mirgor, empezó a trabajar con la estatal FAdeA (Fábrica Argentina de Aviones) para localizar partes de naves que puedan ser reemplazadas por tecnología nacional.  

Así, ya identificó nueve que puede hacer y le permitirían acceder a otros fabricantes. Lo develó su CEO, José Luis Alonso, en el marco de un cocktail de fin de año con el que la empresa agasajó a la prensa. 

“Iniciamos un trabajo de entendimiento mutuo con FAdeA. El objetivo es la localización de partes para el desarrollo de nuevos modelos. Se trata de piezas que son muy difíciles de nacionalizar”, señaló. 

La referencia es a la Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín. Ubicada en Córdoba, actualmente desarrolla el Pampa III. Este año, el Estado Nacional decidió invertir u$s 100 millones para dotar a la Fuerza Aérea de seis aviones de este modelo hasta 2024. 

“Ya identificamos nueve piezas de altísima complejidad que, según entendemos, podemos producir en nuestras plantas electrónicas de Tierra del Fuego”, explicó el CEO de Mirgor. 

El primer desarrollo, agregó Alonso, es un conversor de energía. El segundo serán las pantallas, anticipó. 

“Queremos localizar piezas de aeronáutica en la Argentina. Es parte de nuestra estrategia de ampliar negocios para seguir subsistiendo. El aéreo es un segmento tan parametrizado y exigente que, una vez que seamos proveedores de FAdeA, también estaríamos en condiciones de abastecer a Embraer, Boeing, Airbus y otros jugadores”, subrayó. 

Por ahora, en este negocio, Mirgor sigue trabajando en el hangar. “Es un desarrollo de tiempo largo”, aclaran en la empresa, donde calculan un mínimo de dos a tres años antes de estar en condiciones de pedir pista y despegar. Añaden que no es un proyecto que demande elevados volúmenes, ni altos niveles de ocupación en planta. “Es un segmento de muy baja escala pero alto margen. Y significa mucho más desde lo estratégico que el negocio en sí mismo”, dicen. 

Fundada en 1983 como proveedora de Sevel, la automotriz del grupo Macri, Mirgor está controlada por la familia Caputo, dueña de la mitad de su capital. El resto cotiza en la Bolsa de Buenos Aires, con el Estado nacional, a través de la ANSeS, como principal accionista individual. 

Con plantas en Tierra del Fuego, tiene 3700 empleados y siete unidades de negocios, entre las que se destacan la fabricación de componentes electrónicos para industria automotriz -es proveedora de Toyota, Stellantis, Mercedes-Benz, Ford, Volkswagen, GM y Renault-, artículos de electrónica de consumo -es el único fabricante de celulares de Samsung en el país-, retail (tiene a su cargo la comercialización local de todos los productos de la marca coreana) y, más recientemente, incursionó en el desarrollo de software y en la exportación de commodities agrícolas. 

En nueve meses de 2021, facturó $ 110.724,24 millones, contra $ 59.396,94 millones de igual período de 2020. Tuvo un resultado neto de $ 6394,38 millones. Había sido de $ 2332 millones un año antes. 

En junio, anunció una inversión de u$s 71 millones para Ontec, fábrica de piezas y perfiles plásticos complejos para la industria automotriz que ya está construyendo en Baradero, provincia de Buenos Aires. Pocos días después, informó la incorporación de la marca brasileña Quantum a su línea de producción de celulares. Y, en una entrevista en la sección Palabra de CEO de este diario, Alonso anticipó que, tras la iniciada en Tierra del Fuego, busca desarrollar una segunda software factory en Mendoza, primero de otros cuatro a cinco centros de este tipo que quiere abrir en cinco años. 

La reciente extensión del régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego le da un nuevo horizonte a sus proyectos de inversión. 

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