Investigadores del Instituto de Lactología Industrial (INLAIN), perteneciente al CONICET Santa Fe y a la Universidad Nacional del Litoral diseñaron un yogurt que mostró evidencia científica respecto a la mejora de determinados indicadores sanguíneos y sintomáticos del aparato digestivo en un grupo de voluntarios que se sometieron a un estudio clínico.
Vinderola contó que primero “se ensayó en un modelo animal de obesidad. En dicho ensayo, los ratones que recibieron una alimentación rica en grasas -con o sin el yogur-, y allí se observó que la administración del yogur mejoraba los parámetros inflamatorios de la dieta rica en grasas. Esto dio la primera pista que podría tener un efecto positivo en humanos”.
Una vez terminada la prueba en los animales, médicos de la Facultad de Ciencias Médicas (FCM) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Dr. Fabio Nachman, gastroenterólogo de la Fundación Favaloro, organizaron un estudio clínico donde participaron 43 voluntarios con sobrepeso de ambos sexos, entre 18 y 65 años de edad, de la ciudad de Santa Fe.
“El yogur podría ser transferido a alguna empresa láctea para su producción y comercialización, tal vez con algún alegato de salud si se lo presenta al ANMAT, como un nuevo alimento funcional”
Andrea Quiberoni, Directora del INALIN.
El estudio
Como parte del estudio las 43 personas consumieron el yogur 5 días a la semana, durante 4 semanas; se hicieron un análisis de sangre antes y después de consumir el yogur; donaron una muestra de materia fecal también antes y después para poder estudiar su microbiota intestinal; y respondieron un formulario de síntomas gastrointestinales antes, durante y al finalizar el ensayo. Ninguno abandonó el estudio.
Gabriel Vinderola, investigador del CONICET en el INLAIN, dijo que: “los resultados mostraron que se mejoraron varios parámetros sanguíneos, mejoran los síntomas gastrointestinales (sobre todo en mujeres), y hubo ligeros cambios en la microbiota que podrían estar relacionados a la disminución de bacterias inflamatorias”. Ahora el trabajo se prepara para publicarse en una revista científica internacional.
El yogur del estudio
El yogur se producía semanalmente en la Escuela Técnica N.º 298 “Don Miguel Manfredi”, de Franck, Santa Fe y fue logrado luego de que los científicos probaran distintas formulaciones. Vinderola detalló que: “tiene mayor contenido de proteínas, para dar saciedad; no contienen lactosa, por la problemática creciente de intolerantes; y cuenta con la menor cantidad de potenciales sellos negros (etiquetado frontal) porque se utilizó como único edulcorante: stevia (endulzante natural).” Según Vinderola, todas las personas que participaron del estudio “comentaron de lo rico y de lo bien que les caía el producto”. la Directora del INLAIN, Andrea Quiberoni, contó que el yogur “podría ser transferido a alguna empresa láctea para su producción y comercialización, tal vez con algún alegato de salud si se lo presenta al ANMAT, como un nuevo alimento funcional”. Aunque el estudio fue realizado con personas con sobrepeso, el yogur es apto y beneficioso para toda la población.
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