El Eternauta, la serie argentina que se ubicó esta semana primera en el ranking de las más vistas de la plataforma Netflix, y que es furor a nivel mundial, contó con el aporte clave de especialistas de una universidad nacional.
Es que profesores, graduados y estudiantes de la Universidad Nacional de San Martín (UNSaM) participaron del proceso de post producción y efectos visuales de la serie que protagoniza Ricardo Darín.

“Conocimiento argentino en las pantallas de 200 países”, fue el posteo en redes sociales con el que explicó la universidad pública el aporte clave que realizó a la serie furor a nivel mundial.
En un momento en el cual las universidades nacionales están siendo brutalmente desfinanciadas por la actual gestión de Javier Milei, en gastos de funcionamiento, salarios e infraestructura, la casa de estudios superiores salió a mostrar (apenas un ejemplo) de por qué es clave apoyar la generación de conocimiento desde las universidades públicas.
El conocimiento se impone A pesar del ajuste de Nación
En un momento en el cual las universidades nacionales están siendo brutalmente desfinanciadas por la actual gestión de Javier Milei, en gastos de funcionamiento, salarios e infraestructura, la casa de estudios superiores salió a mostrar (apenas un ejemplo) de por qué es clave apoyar la generación de conocimiento desde las universidades públicas.
El Eternauta se convirtió en la serie más vista en 27 países, la segunda más reproducida a nivel global y fue lanzada en más de 200 países, con doblaje en más de 12 idiomas y subtítulos en más de 30.

Conocimiento generado en una universidad nacional que se proyecta al mundo
Uno de los profesionales que fue clave en los efectos especiales es Ignacio Espinosa, graduado de la Tecnicatura Universitaria en Animación 3D y Efectos Visuales de la UNSAM. Descubrió la carrera después de buscar, desde su casa en San Martín, una forma de profesionalizar lo que ya venía explorando de manera autodidacta: el mundo del 3D.
“Creamos una librería de assets argentinos, tachos de basura, luminarias, carteles, elementos clave para poblar los escenarios virtuales con identidad local. En mi caso, el mayor desafío fue optimizar los modelos 3D para que fueran más livianos y aseguraran un buen rendimiento”, explicaron los desarrolladores.
De igual manera, Leandro Buglioni, explicó que “A pesar de que siempre me gustó la fotografía y el cine, no tenía conocimientos específicos en 3D y VFX antes de cursar el CPU de la tecnicatura. El equilibrio entre velocidad y calidad fue clave. Todo tenía que estar listo para el rodaje. Aprendí a través de prueba y error”.

nO APAGAR El motor del conocimiento
Hoy, las universidades nacionales atraviesan una crítica situación con Javier Milei, debido al desfinanciamiento que pone en jaque la producción de conocimiento en multiplicidad de áreas. Sin embargo, la serie de Netflix permitió visibilizar la importancia de apostar a sostener la generación de profesionales que se insertan en áreas que hasta hace 30 años resultaban inimaginables para nuestro país, como es la animación y los efectos 3D.
Marina Dumont, otra de las profesionales que fue clave en el desarrollo de la serie, descubrió su vocación gracias a una charla escolar que la llevó a elegir la carrera de Animación 3D y Efectos Visuales en la UNSAM. Se formó durante 4 años y, con ese conocimiento, se sumó al equipo de El Eternauta como parte del área de Digital Twins y modelado 3D.
“Tenía dudas de si iba a estar a la altura, pero en el equipo me enseñaron que lo que no se sabe se aprende y lo que sí se sabe se transmite. Escaneamos las locaciones necesarias para que luego en otra área le pudieran colocar la nieve. Fue increíble ver cómo tomaba forma”, dijo Dumont.
“Definitivamente fue un desafío para la industria nacional. Pero demuestra lo que se puede hacer en Argentina con presupuestos industriales. Los planos que me tocaron no eran fáciles. El control de calidad de Netflix es tremendo: no podíamos dejar que nada se nos pase”, explicó Rubén Franchini, quien estudió Animación 3D y Efectos Visuales en la UNSAM.