Periferia

27 de Mayo de 2020

Covid: el INTI a un paso de validar un respirador hecho con insumos nacionales

Es un proyecto de investigadores de la UNICEN y empresas, a cargo de un bioingeniero. Fabricarlos cuesta 1800 dólares, un décimo de su valor de mercado internacional. Comenzarían con cien al mes.

El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) podría aprobar en los próximos días, un prototipo de respirador artificial, diseñado por ingenieros y estudiantes avanzados de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Centro (UNICEN), que usa componentes nacionales, y cuesta un décimo de su valor de mercado. 

Es decir que, si un respirador, hoy, en el mercado, cuesta cerca de 18 mil dólares, el equipo que ha desarrollado la UNICEN costará unos 1800 dólares producirlo. La iniciativa se da en el marco del avance de la pandemia de coronavirus, que en Argentina ya afecta a 13.215 personas, según el último informe del 26 de mayo. 

La propuesta es para asistir a centros de salud y hospitales, en el caso de contar con personas que presenten dificultades para respirar por sus propios medios. Pero, además, cubre una de las líneas de trabajo fijadas desde el gobierno nacional para el sector sanitario, productivo y científico, en el marco del avance del Sars Cov 2. 

Desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología, a cargo de Roberto Salvarezza, de hecho, lanzaron una convocatoria, en la que priorizaron iniciativas que apunten al desarrollo de respiradores artificiales, tests rápidos de detección (serológicos y de ARN) y protectores faciales, entre otras, a la que se presentaron 900 propuestas.  

El aporte de la universidad pública 

La información fue confirmada por el rector de esa casa de altos estudios, Roberto Tassara, en diálogo con la prensa: “En estos días se viene la prueba final del INTI para habilitar su fabricación, que se comenzará a hacer en la facultad, con el apoyo de los graduados y está involucrada toda la comunidad académica, hay mucho entusiasmo”, dijo Tassara, en diálogo con el ciclo “Tandil despierta”.  

Olavarría se prepara para fabricar respiradores artificiales ...
El respirador artificial, en fase de prueba, en el INTI.

El organismo científico y tecnológico, así, podría validar en breve, la fabricación del insumo médico, si supera la última etapa de pruebas para testear si cumple con las normas de calidad para equipamiento médico. Si las pruebas son satisfactorias, el insumo podría comenzar a fabricarse inmediatamente. 

El proyecto está desarrollado por 14 ingenieros, graduados y estudiantes avanzados de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Centro, con sede en Olavarría, junto a empresas colaboradoras, y está coordinado por el bioingeniero Pedro Escobar. 

Dos pruebas 

El respirador que diseñaron en la Facultad de Ingeniería de la Unicen, sede Olavarría, pasó dos pruebas cruciales. La primera, en el Centro de Femeba, donde los resultados fueron destacados.  

 

La segunda evaluación fue en la Asociación Argentina de Analgesia y Reanimación, institución que tiene el simulador más avanzado de todo el país, el que se considera “Gold Estándar” o patrón de referencia de máxima certeza. Y en las últimas semanas se han desarrollado las pruebas de calidad en el INTI, que conforman el último eslabón para habilitar su producción.  

El respirador mezcla aire comprimido y oxígeno -ambos de grado medicinal- y los introduce en el paciente a una presión controlada para no dañarle los pulmones, a partir de sensores y alarmas especiales, con suministros de fabricación nacional.  

Componentes nacionales y baja inversión 

El aparato fue ideado para una construcción en tiempo récord y con costos por debajo de los que actualmente están disponibles en el mercado. Según las estimaciones, su costo comprenderá la décima parte de la valuación de uno de su tipo y podrá producirse con componentes nacionales “en tiempo récord”, afirmaron desde la UNICEN.  

La Unicen espera la última habilitación del INTI para empezar a ...
Pedro Escobar, bioingeniero a cargo del proyecto

La casa de estudios que hizo el diseño también podrá fabricarlo, posibilidad que también constituye una novedad. Con los insumos disponibles, cada aparato se puede montar en 6 horas y controlar en otras cuatro, lo que significa un insumo de tiempo de aproximadamente 10 horas por respirador.  

Cien respiradores al mes 

En su etapa inicial, el proyecto contempla una línea de montaje de 100 respiradores al mes y con posibilidades de escalar.  

Para ver el panorama completo cabe remarcar que hoy, en el país, estarían faltando unos 2000 respiradores en camas de terapia intensiva.  

Los últimos números consolidados del Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA), indican que en el país, entre los distintos subsistemas de salud (nacional, provinciales, municipales y privados), había en enero de 2020, 8.544 camas de terapia intensiva de adultos. 

Del total de las 8.544 camas de terapia intensiva de adultos, la estadística indica que cada año entre el 60% y el 70% permanecen ocupadas por pacientes de otras patologías, con picos estacionales: traumatizados por siniestros viales en verano, afectados por neumonías en invierno, generalmente. 

Achicar al máximo la ocupación de las camas de terapia (restringiendo y reprogramando las cirugías programadas) es necesario para “ampliar la capacidad de respuesta del sistema sanitario”, explicó al portal “Chequeado” Rosa Reina, presidenta de la SATI. En ese contexto, serán clave las 5.277 camas de terapia intermedia, que podrían descomprimir las terapias intensiva, señaló. 

Para Reina, el primer objetivo es que el 100% de las camas de terapia intensiva para adultos estén “operativas” para la crisis. 

De acuerdo con una estimación de la SATI, la cantidad de camas de terapia intensiva para adultos con respiradores rondaba en el inicio de la crisis entre las 6.544 y 6.744, es decir entre el 76% y el 78% del total de camas de terapia intensiva de adultos. La organización estimaba en la primera semana de abril que era necesario sumar entre 1.800 y 2.000 respiradores para llegar al objetivo básico. 

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