Periferia

25 de Junio de 2021

Santa Fe tiene más científicas, pero con peor remuneración que los investigadores varones

Desde la Universidad Nacional de Rosario registraron "mayor nivel de feminización" en institutos y universidades, pero con sueldos entre 8% y 36% más bajos. La brecha en usos del tiempo

Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) reveló características centrales del sistema científico de la Provincia de Santa Fe y destacó el mayor nivel de feminización existente, aunque, pese a ello, las científicas de institutos y universidades ganan entre un 8% y un 26% menos respectivamente que los hombres.  

El estudio, presentado como artículo en el portal Acta Académica en 2020, fue publicado por cuatro investigadores de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNR. 

Allí, Lucía Andreozzi, Guillermo Peinado, Miriam Geli y Patricia Giustiniani, presentaron el análisis transversal sobre uno de los sistemas de ciencia y tecnología más importantes del país, caracterizado por orientarse con preponderancia hacia el desarrollo de las disciplinas biotecnológicas.  

El estudio refleja lo que se manifiesta en uno de los sistemas de ciencia más importantes del país, y arroja cifras concretas que pueden servir de impulso a trabajos de investigación sobre el resto del sistema científico y tecnológico a nivel nacional, incluso para el diseño de políticas públicas

En el estudio, “Tiempos y Brechas en el Sistema Científico de Santa Fe. Cuestiones de Género: de la igualdad y la diferencia” repasaron la composición de género y salarial del sistema científico santafesino, dentro de los institutos científico-tecnológicos y en las universidades que se encuentran emplazadas en la provincia. 

Los investigadores registraron que la población total de investigadores e investigadoras de la Provincia de Santa Fe asciende a 4.694, de los cuales seleccionaron una muestra aleatoria de 384 personas.  

Esta muestra les permitió garantizar la representatividad de la población bajo estudio mediante un muestreo estratificado (estrato Universidad y estrato Institutos). 

Sistema feminizado 

El informe registró que el Sistema Científico y Tecnológico de la Provincia de Santa Fe está “feminizado”, puesto que, en el caso de los Centros de Investigación (en su mayoría del CONICET) 54% de su población está compuesta por mujeres.  

Si se lleva el informe a las universidades, dentro de las cuales las dos más importantes son la Universidad Nacional de Rosario y la Universidad Nacional del Litoral, registraron que 61% de la población está compuesta por mujeres. 

Durante el relevamiento de campo se consultó a las personas encuestadas sobre su “Género Autopercibido” dejando abierta la pregunta, sin embargo, las respuestas se enmarcaron en el binomio varones-mujeres, explicaron. 

“El primer diagnóstico del Sistema Científico y Tecnológico de Santa Fe refleja la feminización de dicho sistema. Las mujeres representan el 61,8% de las personas encuestadas pertenecientes al estrato Universidad y el 54,2% de las pertenecientes al estrato Institutos”, sostiene el informe.  

Además, registraron la función de densidad de la edad según el estrato de pertenencia en Institutos y Universidad, la composición etaria de acuerdo con el género autopercibido. 

En un apartado, el equipo de investigadores destacó la composición etaria de la población bajo estudio, que en el caso de los Institutos se destaca claramente la presencia de becarios/as jóvenes.  

“Más aún, la distribución de ambos géneros, parecen incluir dos sub-distribuciones: mujeres con una distribución centrada en torno a los 35 años para las becarias y otra centrada en los 55 correspondiente a investigadoras, y una distribución para varones centrada en torno a los 37 años para becarios, y centrada en los 60 para los investigadores”, define el trabajo.  

La brecha en los ingresos, a favor de los varones 

El segundo eje de análisis del trabajo de investigación apunta a analizar los ingresos y registró que la brecha entre elsueldo promedio de las mujeres y los varones.  

“Esto permitió anonimizar los ingresos y además centrar el análisis en lo relevante que son las brechas de ingresos por género”, explicaron los investigadores, que concluyeron que se remunera menos a las mujeres (un 8% y un 36% menos respectivamente) en institutos y universidades de Santa Fe.  

El estudio comienza destacando que en los Institutos “se presentan fluctuaciones” y que los varones becarios doctorales, investigadores Asistentes e investigadores Independientes “presentan menores ingresos que sus contrapartes mujeres”. Sin embargo, el informe aclara que estas situaciones son más “excepciones” que reglas.   

Allí remarcan que se contempla el total de ingresos de las personas encuestadas y no sólo el salario, pudiendo explicarse por la necesidad de incorporar ingresos por fuera de la relación laboral principal (por ejemplo, cargos docentes, servicios brindados a terceros, etc.).  

Lo concluyente del estudio es que el promedio del ingreso en los institutos de investigación tienen una brecha del 8% en favor de los varones, y por eso indican que, “si bien hay categorías en las que las mujeres ganan más que los varones, estas categorías representan menos en cantidad”.  

“Es decir, lo que ocurre en las categorías Becario/a doctoral, Investigadores/a Asistente e Investigador/a Independiente son excepciones más que la regla”, sostienen. 

Para el “estrato” Universidad, en cambio, consistentemente a través de todas las subcategorías se sostiene la superioridad en el ingreso total de los varones, siendo mayores las brechas a medida que se asciende en la pirámide de categorías. 

Al igual que en los Institutos, en las universidades las categorías “no tan desiguales” como son Ayudante de Primera y Jefe/a de Trabajos Prácticos, “constituyen más bien la excepción dado que el promedio para Universidad es un valor más cercano a la categoría más desigual (Profesor/a Titular) que adicionalmente es la de mayor jerarquía”, concluye el estudio. 

En definitiva, los resultados por un lado muestran la presencia significativa de brechas de ingresos en favor de los varones y en contra de las mujeres, que además solo son reducidas o revertidas en casos específicos y de bajas jerarquías. 

Brecha en los usos del tiempo 

Otro de los tópicos repasados por el estudio registra datos sobre la implementación de actividades que “reproducen las inequidades al interior de los hogares” respecto a la distribución del trabajo doméstico y de cuidados (ambos no remuneradamente).  

Por su parte, en la Universidad las mujeres dedican 3:22 horas y los varones 2:05 a estos trabajos no remunerados. Estos resultados se dan en un marco donde los tiempos dedicados al trabajo remunerado son relativamente similares para varones y mujeres, lo que permite hablar, más que de una división sexual del trabajo, de una doble jornada laboral más extensa para las mujeres. 

En el “estrato” Institutos las mujeres dedican 2:02 horas al trabajo doméstico y 1:19 horas al trabajo de cuidados, o sea que trabajan de manera no remunerada 3:21 horas al día (trabajo doméstico)  

Sin embargo, los varones utilizan 1:40 horas al trabajo doméstico y 1:05 horas al de cuidados, con una carga total de trabajo no remunerado de 2:45 horas (trabajo doméstico y cuidado). 

En la Universidad las mujeres dedican 2:29 horas a las tareas domésticas y 0:53 horas a las de cuidados, trabajando 3:22 horas de manera no remunerada (trabajo doméstico y cuidado). Los varones utilizan 1:37 horas a las tareas domésticas y 0:28 horas a las de cuidado, es decir un total de 2:05 horas de manera no remunerada (trabajo doméstico y cuidado). 

Esa diferencia de 36 minutos en Institutos y de 28 minutos en Universidad, es muy similar a la consignada en “Actividades de cuidado personal” (34 minutos y 5 minutos), con lo cual se puede apreciar que influye directamente en la calidad de vida de las mujeres pertenecientes al Sistema científico-tecnológico de la Provincia de Santa Fe, Argentina. 

Techos de cristal y pisos pegajosos 

El estudio concluye que, pese a la feminización del sistema científico santafesino, respecto a la brecha de ingresos, los varones tienen ingresos un 8% superiores que las mujeres en Institutos y un 26% más en las universidades.  

“Esta brecha se explica en diversas proporciones por diferencias en la antigüedad, pero fundamentalmente en el acceso y promoción a las categorías más altas de un sistema piramidal. Esto refleja lo que en la literatura se han definido como “techos de cristal” y “pisos pegajosos”. 

En relación con la distribución del trabajo no remunerado (doméstico y de cuidados) las mujeres en ambos estratos dedican más tiempo a esas tareas, en línea con una feminización de los trabajos no remunerados, aún en una población con altos niveles de educación y con una fuerte presencia del trabajo remunerado. 

“Estas diferencias de género en la distribución del trabajo no remunerado evidencian la mayor parte de los problemas y limitaciones que enfrentan las mujeres y que se relacionan con la falta de tiempo”, concluye el informe.  

“Así se da cuenta de que las mujeres planifican su maternidad o la retrasan para que no interfiera en su carrera de investigadoras, mientras que a los varones no les modifica de la misma manera la circunstancia de ser padres”, afirma el estudio entre sus conclusiones. 

Por último, sostiene que “las prácticas culturales han condicionado y otorgado a las mujeres la responsabilidad sobre casi la totalidad de las actividades domésticas no remuneradas”, por lo que “se verifica que esta desigualdad persiste aún en una comunidad de alta capacitación como la científica-tecnológica y con sistemas de asensos y promoción que en teoría no tienen sesgo de género, pero que en la práctica claramente lo tienen”. 

El informe completo en: https://www.aacademica.org/guillermo.peinado/4.pdf

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