Una de las alternativas para las elecciones de ATE CONICET Capital, este miércoles 13 de julio, es la lista púrpura, conformada por integrantes de distintas agrupaciones (Colectivo Conicet de los Trabajadores, Naranja, y Razón y Revolución) e independientes.
Entre ambas (ATE CONICET Verde y Blanca y ATE Lista Púrpura) pueden leerse algunas de las reivindicaciones históricas asociadas a las preocupaciones de investigadores, becarios y becarias, administrativos y personal de apoyo (CPAs) del organismo científico, en cuanto al trabajo. En CONICET, algunas banderas propias son transversales y se manifiestan en las alternativas políticas.
En esta elección, Periferia dialogó con quienes encabezan las dos propuestas políticas que buscan representar al conjunto de los trabajadores del organismo desde CABA, para conocer el espectro de reivindicaciones que se encuentran latentes y que pueden ser la materia prima con la que se diseñen las líneas de la política científica en Argentina, según, claro, el grado de inclusión que se le de a las problemáticas del trabajo científico en la agenda de los futuros gobiernos.
En esta entrevista, Victoria García, investigadora del Instituto de Filología y Literaturas Hispánicas “Dr Amado Alonso” (CONICET), accedió a contarnos cuáles son las demandas claves. Victoria tuvo marcada presencia durante la toma del Ministerio de Ciencia, en 2016, apenas asumió el gobierno Mauricio Macri, ya que fue una de las 500 afectadas por el cierre de los ingresos al organismo, aún cuando se había validado su ingreso.
Además, es delegada de Géneros y DDHH de la Junta Interna de ATE CONICET Capital, Doctora en Letras por la Universidad de Buenos Aires e investigadora asistente del organismo en el área de literatura. En la lista acompañan a Victoria, Gonzalo Sanz Cerbino, Federico Giovanetti, Nicolás Lavagnino, Ianina Harari, Julia Soul, Esteban Fernández, Micaela Difalcis, Gabriel Bober, Pedro Cataldi, Juan Manuel Pérez, Sol Martínez Allende, Fracisco Gelman Constantín, Mariela Díaz y María Celeste Leal.
Periferia: 2019 representó un giro político para muchos trabajadores y trabajadoras del CONICET, en cuestiones asociadas a proyectos, infraestructura y salarios ¿Qué reivindicaciones siguen estando en carpeta porque, a partir de 2019, las consideran no resueltas?
Victoria García: En el último período del macrismo empezó a aparecer con fuerza la cuestión salarial, en relación con becaries también, y hay ahí un punto que es uno de los principales de la agenda post 2019, que en parte tiene que ver con la pandemia, que viene a poner en lugar el aporte de la producción científica y tecnológica en resolver las problemáticas concretas para las mayorías populares. Ahí surge la cuestión de poner en valor el trabajo de la ciencia y la tecnología. La situación en CONICET viene siendo de abordajes fragmentarios, parciales y esporádicos respecto del salario, en el sentido de que se vienen implementando bonos, jerarquizaciones, con porcentajes magros que no alcanzan a hacer que se recupere el salario de trabajadores y trabajadoras del organismo.
“La situación en CONICET viene siendo de abordajes fragmentarios, parciales y esporádicos respecto del salario”
P.: Es decir que hasta ahora se fue emparchando el tema salarial, sin resolver la cuestión vertebral…
V.G.: Exacto, porque además viene pasando que hay formas de precarización encubierta de salario en sentido de que en el caso de la carrera de investigación (CIC) y Personal de Apoyo (CPAs) lo que ocurre es que justamente no van al básico. Un básico que está muy aplastado, y eso impacta en otras cuestiones como antigüedad, y que está configurándose como un problema.
P.: El reclamo histórico es el Convenio Colectivo de Trabajo sectorial. ¿Vos considerás que esto sería la clave para empezar a resolver estas cuestiones?
V.G.: Si, la reivindicación del Convenio Colectivo sectorial es algo histórico de ATE CONICET, y es algo que debería incorporar a todos los escalafones del organismo, con la particularidad y la urgencia de no reconocer los derechos básicos de los becarios y ni siquiera como trabajadores. Si bien esto forma parte de algo histórico de CONICET, cuando asumen las nuevas autoridades hay un anuncio de que esa discusión se va a abrir, pero al día de hoy no se abrió, aún cuando otros organismos de ciencia y técnica tienen convenios colectivos propios. Pero lo que más preocupa es que hubo integrantes del Directorio del CONICET que ya manifestaron que esta cuestión del Convenio no está en agenda, y esto es preocupante.
“Hubo integrantes del Directorio del CONICET que manifestaron que el Convenio Colectivo no está en agenda”.
P.: ¿El convenio colectivo se frena en el Ministerio de Economía?
V.G.: Puede haber dos componentes. Algo económico, presupuestario y algo de la voluntad de los distintos actores de la política, que juegan ahí. Pero, yo creo que hay una fuerte reticencia a esta discusión en ciertos sectores jerárquicos del sistema científico y tecnológico porque en términos de condiciones materiales de trabajo, pero también en términos políticos, colocaría a todos los trabajadores del CONICET bajo condiciones similares, algo que el Estatuto sctual niega, y algo que muchos actores jerárquicos no están dispuestos a discutir porque prefieren perpetuar el sistema verticalista, autoritario y anti-democrático que consagra este estatuto que tenemos hoy.
“Hay una fuerte resistencia en sectores jerárquicos del sistema científico al convenio colectivo”
P.: ¿Qué otras discusiones están en la agenda entre los trabajadores y trabajadoras del CONICET?
V.G.: Hay una cuestión muy acuciante que tiene que ver con las situaciones de violencia laboral y de género, haciendo que se profundicen las condiciones de precarización. La verdad es que ha habido situaciones muy graves en algunos lugares de trabajo, con situaciones de maltratos y violencia laboral. Pero, además, agregando la precarización, en el caso de los becarios y becarias, e incluso del Personal de Apoyo. Estos casos son la expresión grave de una situación estructural. Las herramientas hoy para resolver esto son insuficientes, con encubrimientos y no sanciones a quienes ejercen violencia. Hay un problema concreto y es que desde el organismo no se llega atender todas las demandas pero que además no se incluye la representación sindical. Por otro lado, la cuestión de las evaluaciones. Nosotros venimos reclamando la transparencia de los procesos y criterios de evaluación que puso de manifiesto los últimos años, la sobre-carga laboral que representa. Y, ahí se suman injusticias, falta de incorporación de cuestiones de género en las evaluaciones, y esto en el marco de una falta de previsibilidad de la vida laboral que es bastante complicada. Desde ATE venimos sosteniendo las veedurías gremiales desde ATE CONICET, en las instancias de evaluaciones. El CONICET no habilita las veedurías aún cuando está habilitado por el convenio de Trabajadores Estatales. Por otro lado, otra de las reivindicaciones del organismo es abrir la participación de los trabajadores a la vida institucional de la política científica. Hoy, además, teneomos un Directorio muy antidemocático.
“Hay cuestiones acuciantes que tienen que ver con situaciones de violencia laboral y de género”.
P.: Por último, ¿Se discute transferencia?
V.G.: Esto tiene que ver, otra vez, con qué condiciones se abren en el organismo para que los trabajadores discutan la política científica. Hay una pregunta permanente de los objetivos y las finalidades de la producción científica.