El doctor en ingeniería mecánica e integrante del directorio de Y-TEC (la empresa de tecnología de YPF y el CONICET), Eduardo Dvorkin, habló del rol de YPF en el proceso de industrialización del litio, y se refirió a las energías en las cuáles trabaja actualmente la petrolera y que pueden impactar en el sistema científico y tecnológico.
Periferia reproduce la entrevista completa que le realizó Agencia Paco Urondo, en la que habló, además, del proyecto de exploración petrolera off-shore en el Mar Argentino.
APU: Se cumplen 100 años de YPF, una empresa pública emblemática del país. YPF no es sólo explotación petrolera. ¿Qué más aporta esa empresa al desarrollo del país?
Eduardo Dvorkin: La explotación petrolera la podés pensar desde dos perspectivas; como un enclave extractivo, es decir, viene una empresa, trae sus equipos, extrae el petróleo y lo vende. No es despreciable, esas ventas generan divisas para el país. Pero YPF es mucho más que eso, no es un enclave productivo, crea valor en el país.
APU: ¿De qué modo?
ED: Por ejemplo, Crea cadenas productivas que se desarrollan en el país. Impulsa pymes que son proveedoras de equipos, insumos y servicios tecnológicos. Es YPF quien impulsa y dinamiza a todos estos sectores productivos. YPF Tecnología (Y – TEC) trabaja en ese sentido, con ese objetivo. Por un lado, apoyar a YPF en sus emprendimientos productivos. Por ejemplo, ahora estamos trabajando intensamente en Vaca Muerta, con la explotación petróleo y gas no convencional. Se deben encarar desafíos tecnológicos todos los días, desafíos que requieren investigación y desarrollo. Vaca Muerta tiene un crecimiento importantísimo, y será mucho mayor cuando se termine el gasoducto Néstor Kirchner. Además, nuestra misión es apoyar tecnológicamente la sustitución de importaciones. Es decir, desarrollar y apoyar a las pymes que desarrollan tecnologías que pueden utilizarse en el país.
APU: ¿Cómo es la foto actual en torno a la importación de tecnologías en Vaca Muerta?
ED: En estos momentos, hay grandes equipos que son importados, como las perforadoras o los sets de fracturas. Estamos encarando un proyecto para nacionalizar la producción de los AIB, aparatos individuales de bombeo, las famosas cigüeñas. Hoy son importadas o fabricadas en el país con licencias extranjeras. Estamos trabajando con universidades públicas y con CONICET para hacer un desarrollo en el país.
APU: ¿Conicet es parte de Y – TEC, no?
ED: Y – TEC es una sociedad anónima, 51% propiedad de YPF y 49% del CONICET. Y – TEC es una fábrica de tecnología, como definía a estas empresas Jorge Sábato. Es la primera vez que CONICET interviene como socio en una empresa productiva. Es importante la mención a CONICET para pensar en la innovación de Y – TEC. Todas las petroleras del mundo están trabajando en las energías renovables. Nosotros tenemos dos proyectos en ese sentido. Uno es el de las baterías de litio. Y – TEC viene trabajando hace tiempo con un instituto de La Plata, el INIFTA, que tiene doble dependencia, depende de CONICET y de la universidad de La Plata.
APU: ¿Por qué es importante desarrollar una batería de litio?
ED: El negocio de extraer y exportar el litio es muy limitado. El verdadero negocio es industrializar el litio. A nivel laboratorio Y- TEC había podido desarrollar celdas y baterías. Industrialmente, en Argentina solamente podíamos hacer baterías importando las celdas. Lo que no se había hecho nunca, era desarrollar a escala industrial nuestras propias celdas y con ellas armar las baterías. Logramos dominar la tecnología de producción de celdas. El desafío posterior era producirlas a escala industrial. Se hablaba de dos umbrales: uno era tecnológico, que lo superamos al producir en laboratorio las celdas; después, está el umbral económico: nosotros nos propusimos desarrollar una planta, que muestre la capacidad de producción en el país. No va a ser una megaplanta como la de los chinos, pero si una planta con tecnología propia. Trabajamos con la universidad de La Plata y recibimos un subsidio del ministerio de Ciencia y Tecnología por 1,5 millón de dólares; Y – TEC puso otro 1,5 millón de dólares. La Universidad de La Plata puso el predio más la obra civil y pagó el tendido de la línea eléctrica que alimentará esta planta.
“El negocio de extraer y exportar el litio es muy limitado. El verdadero negocio es industrializar el litio”
Eduardo Dvorkin, presidente del directorio de Y-TEC.
APU: ¿Cuánto puede producir esa planta?
ED: Puede hacer 300 celdas por turno diario. Pero te lo traslado a ejemplos más accesibles. Con esa producción diaria, podríamos producir baterías para equipar a 16/17 colectivos urbanos eléctricos por año. Con dos turnos diarios, se podrían equipar 35 colectivos al año; con tres turnos, 45.
APU: ¿En qué estado está la planta?
ED: Está en construcción según lo proyectado. En diciembre estaremos sacando las primeras baterías. Nuestra idea en un primer momento es hacer baterías para equipamientos de energías renovables, por ejemplo solares. Un panel solar genera electricidad de día, cuando hay sol. Para que los usuarios puedan tener energía de noche, se necesitan baterías. Con la producción anual de un turno diario, podrías equipar a una población de 370 casas. Con tres turnos, como suele trabajar una planta, podrías equipar casi 1000 casas. Vamos a empezar a equipar un lugar que no tiene conexión eléctrica, como es la Isla Paulino, frente a Río Santiago, en Berisso. Vamos a trabajar con YPF Solar. En Argentina hay muchas pequeñas localidades aisladas eléctricamente. Con estas baterías y paneles solares o eólicos, podemos proveer electricidad.
APU: ¿Se usaría litio argentino para esas baterías?
ED: Estamos trabajando con la provincia de Catamarca para obtener litio. Hoy no es fácil de adquirir litio argentino, porque se exporta en su totalidad. Logramos un acuerdo con Catamarca.
APU: ¿YPF podría extraer litio?
ED: Ya existe YPF Litio, que hoy está buscando salares en Argentina, la dificultad reside en que están todos concesionados, no es fácil conseguir uno.
APU: ¿YPF también trabaja en hidrógeno?
ED: Esa es otro de nuestros emprendimientos. Estamos trabajando, al respecto, en la construcción de un electrolizador nacional, para producir hidrógeno verde. El primer usuario sería una empresa argentina, que para producir acero va a reemplazar gas por hidrógeno. Internacionalmente en la provisión de hidrógeno verde hay un problema a resolver, ¿cómo transportás el hidrógeno desde el punto de generación a un usuario? Una posibilidad es transportarlo por gasoductos, mezclándolo con el gas (blending). Eso no es sencillo porque puede fragilizar los caños. ¿Los gasoductos argentinos qué porcentaje de hidrógeno pueden trasladar? Depende de cuál gasoducto. Vamos a trabajar con instituciones y empresas argentinas para evaluar eso en cada caso.
“Hoy no nos es fácil conseguir litio argentino porque se exporta en su totalidad. Logramos un acuerdo con la Provincia de Catamarca”.
Eduardo Dvorkin
APU: Habló mucho de los vínculos entre YPF y la ciencia y la tecnología. Sin embargo, en el último tiempo aparecieron muchas voces, que provienen de la ciencia y la técnica (incluso provienen del CONICET), que se oponen a un tipo de desarrollo que incluye a YPF (hay rechazo en relación al litio, el hidrógeno o el petróleo offshore). ¿Cómo ve esa discusión?
ED: Integro un grupo de científicos que nos expresamos, por ejemplo, a favor de la explotación offshore, tema que está en fuerte discusión ahora. En primer lugar, dejame decirte que nosotros respetamos al ambiente. Toda actividad productiva debe hacerse respetando al ambiente. Pero entendemos también que el principal problema que tiene Argentina es el de la pobreza. Muchos chicos comen en basurales. Entonces se necesita mayor producción y mejor distribución. Por eso, necesitamos, entre otras cosas, producir más petróleo. Se considera que en la cuenca atlántica hay otra Vaca Muerta. Se puede extraer el petróleo de una forma cuidadosa con el medio ambiente. El Estado tiene que estar presente para evitar malas prácticas que puedan conducir a derrames y si esos derrames accidentalmente se produjesen, para que sean rápidamente controlados. La explotación offshore puede realizarse sin afectar al ambiente con un estado presente.
APU: ¿Cuál es el rol de YPF en la exploración, primero, y posible explotación después?
ED: Es el rol de operador junto a otras dos empresas: Equinor (empresa estatal noruega) y Shell (británica) que son de las más fuertes en materia de tecnología offshore, porque tienen experiencia en explotación en aguas profundas. Tenemos que empezar a desarrollar nuestra propia tecnología del offshore. Los brasileños comenzaron hace años y hoy son una potencia en tecnología offshore.
“Un día aparece la embajada de Estados Unidos diciendo que las centrales nucleares chinas son inseguras y después aparece todas las organizaciones pseudo – ambientalistas repitiendo“
Eduardo Dvorkin
APU: ¿Cómo vive, casi personalmente le diría, el quiebre que se da en la familia científica sobre este tipo de temas?
ED: Muchos argumentos en contra son muy pocos científicos. Son argumentos generales, sin mayores precisiones. Más emocionales que otra cosa. Tengo mucha experiencia en el campo de la producción petrolera. Es una industria que tiene mucho cuidado, y que ha evolucionado mucho. Es cierto que hace 30 años era otra cosa, pero eso ya no es así. Nadie puede descartar un accidente, pero hay muchas herramientas para mitigar el impacto de un accidente.
APU: Desde izquierda (muchos movimientos ambientalistas) a derecha hay muchos cuestionamientos a YPF. De hecho, vuelven los discursos sobre una posible privatización. ¿Cuáles son los desafíos de YPF en ese contexto?
ED: YPF es una empresa que da ganancias, cubre el 55% de los combustibles líquidos que se usan en el país y un porcentaje similar de los gaseosos. Está exportando. Funciona perfectamente. Después, están las campañas pseudo-ambientalistas, que buscan detener la producción argentina autónoma de energía. Los encontrás también en la energía nuclear. Un día aparece la embajada de Estados Unidos diciendo que las centrales nucleares chinas son inseguras y después aparece todas las organizaciones pseudo – ambientalistas repitiendo. Con Vaca Muerta pasó lo mismo, ahora pasa con el litio y con el offshore. Estas campañas siempre están vinculadas a financiamientos muy poco claros para hacer campaña contra nuestro desarrollo tecnológico autónomo y nuestro autoabastecimiento energético. No podemos ignorar esto.
Entrevista de Enrique de la Calle para Agencia Paco Urondo.