Diego Hurtado, doctor en Física y exvicepresidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), sostuvo que Demian Reidel, presidente de Nucleoeléctrica Argentina, “no busca desarrollo nuclear con la inteligencia artificial, sino ganancia financiera”. En diálogo con Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190), advirtió que la inversión de OpenAI en la Patagonia apunta a crear “enclaves de tecnología extranjera con inversión extranjera, que no generarán efectos multiplicadores sobre la economía argentina”.
Explicanos para legos por qué el Gobierno quiere privatizar Nucleoeléctrica, una empresa que actualmente está en superávit. ¿Por qué sería negativo?
Nucleoeléctrica es una empresa que se crea en la década de los 90. Es un desprendimiento de la Comisión Nacional de Energía Atómica. La idea era que se encargara de gestionar Atucha I y Embalse, que son las dos centrales nucleares que en ese momento tenía la Argentina produciendo electricidad a partir del uranio. Por eso, centrales nucleares fisionan uranio y producen electricidad. En ese momento estaba paralizada Atucha II. En los 90 parecía que el sector nuclear se evaporaba y Nucleoeléctrica fue creada para ser privatizada. Cuando entramos en el nuevo siglo, no pudo ser privatizada y se relanza una política nuclear muy dinámica durante el gobierno de Néstor Kirchner en agosto del 2006: se finaliza Atucha II. Te aseguro que es una proeza entender las capacidades de ingeniería que puso en juego la Argentina, de ingeniería, de ciencia y tecnología para finalizar Atucha II. La inaugura Cristina Fernández como presidenta en el 2014. Llegamos al 2015 con un sector nuclear recuperado, dinámico, con muchos proyectos, que realmente había demostrado, porque para muchos a comienzos de los 2000 pensamos que eso la Argentina lo había perdido. Es decir, lo que había ocurrido en los 90 fue dramático. Sin embargo, al 2015 era muy promisorio el futuro y ahí aparece Nucleoeléctrica.
Entonces, Nucleoeléctrica también asumió Atucha II…
Exactamente. Es decir, Nucleoeléctrica no solo gestiona la producción de electricidad ahora de tres centrales, sino que terminó a Atucha II. No es solo una empresa que gestiona tres centrales nucleares, es una empresa que también diseña.
¿Y la propiedad de quién es?
Es de Nucleoeléctrica.
O sea, no solamente gestiona.
Gestiona y es propietaria de los activos físicos. Quiero agregar algo sobre los recursos humanos, los activos intangibles. Cuando se la cotiza para privatizarla, surge un modo de cálculo que es usual, financiero y se aplica una tasa de descuento o de redescuento, que da precios irrisorios. En un país como la Argentina, los activos intangibles que hay en Nucleoeléctrica son invalorables, son imposibles de cotizar y hay que integrarlos.
¿A cuánto se la valoriza para privatizar?
No, no sé. Circuló una cifra de entre 700 y 1.000 millones de dólares. Es lo que circuló y yo lo tomo de los medios, pero no tengo contacto con los directivos de la empresa. No es un problema de precio, es un problema de pensar el futuro de la Argentina hacia un modelo de desarrollo.
¿Se iría todo el desarrollo de energía nuclear eléctrica en la Argentina?
Claro. Toda la energía la energía eléctrica nuclear la produce Nucleoeléctrica.
¿Y qué otras actividades nucleares hay que no sean eléctricas que le queden al Estado argentino?
La empresa INVAP y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) desarrollan reactores nucleares multipropósito en Holanda. En la CNEA se está finalizando el RA-10 (Reactor Argentino 10), que es un reactor en la frontera del conocimiento, como el que se está construyendo en Holanda. Es para producir silicio para todo el mundo de los semiconductores y la microelectrónica y los nanocomponentes, para desarrollos y prestar servicios a industria. La CNEA históricamente estuvo vinculada con la producción de radioisótopos y la medicina nuclear. Esto supone contactos con la agricultura, con la medicina, con la industria en gamafía industrial.
El sector nuclear es un sector muy diversificado que te lleva hasta la minería de uranio, en lo más básico, minería, pero la minería de uranio que existió en la Argentina era para incorporar al ciclo del combustible nuclear, con una cadena de empresas nacionales: Dioxitec produciendo el dióxido de uranio, yendo a Conuar y FAE, que son dos empresas que ahora están fusionadas para producir los combustibles que van a Nucleoeléctrica para Atucha I, Atucha II y Embalse. Ahí hay altísimo valor agregado, y hay que agregar la Planta Industrial de Agua Pesada en Arroyito, Neuquén, que es la que debería estar produciendo el agua pesada. Está parada desde el 2017 y la demandan estas centrales nucleares.
¿Durante todo el gobierno de Alberto Fernández no se la reactivó?
No se la reactivó. Durante el gobierno de Alberto Fernández se recuperó la inversión en sectores estratégicos como el nuclear y sector energético, pero faltaron políticas de alineamiento. Faltó la recuperación de un proyecto de país que yo creo que la Argentina lo perdió en 2015. Es decir, desde 2015 no hay un proyecto de una Argentina que permita pensar la ciencia y la tecnología, los sectores estratégicos, el problema de la producción.¿A qué puede apostar un país como la Argentina?
Nuestro Presidente Javier Milei negocia con el presidente de los Estados Unidos Donald Trump. ¿Qué le reclama el presidente de los Estados Unidos? Garantías para la seguridad energética de los Estados Unidos. Se nos pide: uranio, firma de acuerdo como el “first”, que es alinear a la Argentina para comprar la industria nuclear que Estados Unidos está relanzando para competir con Rusia y con China. Argentina, que tiene capacidades autónomas y que tendría que estar pensando cómo exportar sus capacidades, las está paralizando, desmantelando y firmando acuerdos con Estados Unidos para garantizar la compra de tecnología nuclear en Estados Unidos.
Argentina, que tiene capacidades autónomas y que tendría que estar pensando cómo exportar sus capacidades, las está paralizando, desmantelando y firmando acuerdos con Estados Unidos para garantizar la compra de tecnología nuclear en Estados Unidos
Es parecido a lo que pasó en los 90 con el Cóndor, cuando hubo que desarmar conocimientos y desarrollo que la Argentina tenía también para dejar de ser un competidor.
Es una muy buena analogía. Lo que pasó en el sector espacial y en el sector nuclear de los 90 se parece mucho a lo que está pasando hoy con ARSAT, por ejemplo, y la paralización del SG-1, que vendría a ser el ARSAT 3, pero con una nueva plataforma satelital.
¿Podrías explicarnos qué relación hay entre la Inteligencia Artificial, la inversión de OpenAI, de crear un megacentro de datos con una inversión de hasta 25 mil millones de dólares, y la utilización o la dependencia o no de la energía nuclear?
El 20 de diciembre del 2024 el presidente de la Nación, junto con el entonces jefe de asesores Demian Reidel, anuncia un plan nuclear argentino que de argentino tiene poco y nada. Lo hizo con Reidel, que hoy es el presidente del Directorio de Nucleoeléctrica y es un licenciado del Instituto Balseiro, pero que después dedicó el resto de su formación y trayectoria profesional en Wall Street. Ahí hay una confusión porque se lo presenta a Demian Reidel como alguien que viene del sector nuclear, pero es alguien que viene del sector financiero. En lo que se anuncia no se habla del reactor CAREM, que es un pequeño reactor modular que hoy está paralizado y que Argentina venía corriendo una carrera con 60 proyectos. Agencias internacionales que evaluaban el CAREM a fines del 2023, comienzos del 2024. El CAREM está en la familia de los pequeños reactores modulares que todavía no se comercializan. Se van a empezar a comercializar 2028, 2029.
Creo que le faltaban dos años para terminarse…
Sí, y había flujos de inversión continuados, a dos años para finalizar el CAREM.
Mientras que el nuevo proyecto que se comienza ahora necesita cinco.
Es como el juego de la oca. Si vos ponés 100 casilleros por 100%, estábamos en el casillero 64 y lo que anuncia Milei y Reidel es volvemos al casillero cero, nos olvidamos del CAREM, perdemos 600 millones de dólares de inversión del Estado nacional en el desarrollo del CAREM prototipo y empezamos con un nuevo reactor, pequeño reactor modular de INVAP. Acá hay que dejar claro que hay que aplaudir a la empresa INVAP por todo lo que viene aportando al país y por tener un diseño y una patente de un pequeño reactor modular. Pero yo no escuché a INVAP opinando sobre el Plan Reidel.
¿Por qué son contrapuestos CAREM y el INVAP? ¿Porque no se podría simultáneamente terminar el CAREM y conversar con el de INVAP?
Esa es la pregunta del millón de dólares. INVAP patentó su ACR300 en Estados Unidos. ¿Por qué? Porque la estrategia de INVAP es: Argentina tiene su pequeño reactor modular que es el CAREM. Nosotros, INVAP, vamos a Estados Unidos a vender tecnología argentina. Es totalmente virtuoso por donde se lo mire, con un país como la Argentina invirtiendo la ecuación de este presidente que nos está trayendo tecnología norteamericana a la Argentina. Eso es lo que se frena.
¿Qué diferencia hay entre el reactor pequeño CAREM y el de INVAP? ¿Por qué no pueden ser desarrollados simultáneamente?
La decisión de que no puedan seguir simultáneamente es del Gobierno nacional que paralizó el reactor CAREM, porque son absolutamente compatibles. La Argentina está apostando a una tecnología del futuro. Eso es importante. Hoy no se están comercializando todavía. Ahí hay una carrera para ver quiénes son los primeros países. Hay alrededor de 120 proyectos en el mundo.
¿Será que el gobierno cree que el de INVAP es mejor que el del CAREM y finalmente si se hace uno no se está el otro? ¿Son distintos o ambos podrían coexistir porque son cosas que satisfacen necesidades diferentes?
Son distintos diseños, los dos competitivos. El CAREM al 64% es un desarrollo. El actual presidente de la Comisión de Energía Atómica, cuando él asume a mediados del 2024, que al ver que no tenía presupuesto para el CAREM, dijo: “Vamos a hacer una revisión integral de diseño”. Hizo esa revisión de diseño, dijo que el CAREM no se iba a paralizar, dijo que se iba a continuar con la inversión y lo paralizó. Entendemos que la revisión integral de diseño dio positiva, no hay noticias de que esa revisión integral de diseño haya dado algún dictamen de inviabilidad a esa tecnología. Es muy discutible.
Para ponerlo en términos pedestres, que el CAREM no sirve.
Bien, lo pusiste en blanco y negro. Está perfecto, porque entiendo que eso no se anima a decir el Gobierno porque sabe que es una falsedad, no lo puede decir porque no tiene las evidencias. Pero insinúa y quiere jugar a que el reactor de INVAP ahora está prohibido.
¿Que el reactor de INVAP es mejor?
No, no lo dicen. Dicen que apuestan al reactor de INVAP. Acá déjame decirte algo. Podés creerme o no creerme, pero adentro de la CNEA está prohibido pronunciar el término INVAP. El personal de la CNEA es muy competente, y va a foros internacionales por el CAREM, porque el CAREM tiene un prestigio ganado a nivel mundial. La International Energy Agency, la Agencia Internacional de Energía de la OCDE, una de las agencias más prestigiosas, hizo un análisis de seis dimensiones técnicas y puso al CAREM entre los cuatro o cinco. El Gobierno no se anima a decir: “No sirve”. No puede decir que no sirve. Sería una falsedad flagrante y podríamos debatir y le demostraríamos que es falso. No se anima a decir que no sirve, pero se presume tácitamente que ese es su argumento para pararlo.
No. No dio explicaciones de por qué se paraliza. Entonces, yo te puedo dar una hipótesis que incorporó una dimensión geopolítica. Ahí lo tenemos a Trump anotando a la Argentina en el en el programa “First” el 19 de septiembre.
Para comprar un CAREM norteamericano…
Exactamente.
Pero el argumento tácito, aunque no dicho, de para qué vamos a comprar el norteamericano si tenemos un argentino, es que el argentino no sirve. Lo convencieron a Milei de que el CAREM no sirve, no hay que seguir invirtiendo y que es mejor comprar el norteamericano. Yo creo que no van a desarrollar el el ACR300 de INVAP.
Ese es el de INVAP? ¿El de INVAP, qué similitudes tiene con el del CAREM y en qué es diferente?
Lo tiene que demostrar. Está en el papel. Es un reactor de papel.
Te pregunto a vos como teórico. ¿Se trata de algo parecido?
Es un pequeño reactor modular también que tiene un diseño original. INVAP siempre se caracteriza por enormes capacidades, es un orgullo nacional. Pertenecen a la misma familia de reactores que prometen a futuro ser los que van a ayudar al mundo a ir contra el cambio climático y a aportar energía nuclear limpia a emprendimientos pequeños. Pero acá hay una un punto ciego que es en el que vos estás queriendo entender qué es lo que está pasando. Nosotros no lo entendemos. Yo te lo digo con todas las letras.
Me parece que nosotros ya podemos emitir una conjetura. Quieren comprarle a Estados Unidos y por otro lado tienen una excusa de decir que el de INVAP es mejor que el CAREM, aunque no lo digan expresamente. No es que Argentina se borra de esto, sino que nos dimos cuenta después de equis cantidad de seis casilleros sobre 10 que este no nos va a llevar a ningún lado, vamos por el de INVAP. Hasta ahí no estoy diciendo que esto sea correcto, sino en la forma que lo plantea el racional del Gobierno.