La decisión del Gobierno de Javier Milei de interrumpir de cuajo el financiamiento a la ciencia básica y cambiarlo por escasas asignaciones a la “investigación aplicada” encendió las alarmas nuevamente en el campo de la ciencia y tecnología nacionales, uno de los más devastados por el ajuste de los últimos años. En diálogo con Diagonales Stream, el extitular de la Agencia I+D+i Fernando Peirano explicó el impacto de la medida: “Los recortes han sido muy duros, la Argentina salió del mapa”.
“Se están yendo los científicos más jóvenes. La Argentina pasa a ser un país paria, un país raro”, dijo Peirano. “El salario de un investigador perdió un 36%. Se están yendo los científicos más jóvenes, dicen ‘este país es inviable para que yo pueda transformar mi vocación en una profesión’”. “La Argentina pasa a ser un país paria, un país raro, un país que se sale del mapa, porque es el único país de América Latina que no invierte en ciencia básica”, advirtió el exfuncionario sobre el plan de desfinanciamiento dado a conocer la semana pasada.
La Argentina, cada vez más cerca del paraíso anticiencia de Milei
La medida, indicó Peirano, “le resta” al país “una capacidad estatal que trascendía a los Gobiernos”. Y graficó: “Antes no había ningún funcionario de turno que eligiera sino que elegía la comunidad científica con un mecanismo de evaluación de pares. Ahora ponen a un delegado del Ejecutivo a digitar cuáles son los proyectos que valen y cuáles son los que no valen. La verdad es que es un cambio que nos aleja de todas las mejores prácticas internacionales”.
“Es un experimento muy notable para el único país de América Latina que tiene en su historia tres Premios Nobel en ciencias de la vida. ¿Quién se podría dar el lujo de desperdiciar esa capacidad? El 4 de diciembre, el día en que se anunció esto, quedará como una cicatriz en nuestra historia. Ojalá lo podamos revertir, pero la señal a los científicos es ‘váyanse’. Realmente es muy duro”, alertó quien presidiera la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación entre 2019 y 2023.
Consecuencias del ajuste libertario a la ciencia
Las consecuencias de aquella resolución, y del ajuste que acumula el sector, son múltiples. Según Peirano, en primer lugar la decisión “daña al financiamiento de la ciencia” así como “a la calidad de la universidad argentina” ya que docentes e investigadores se ven obligados a dejar sus puestos e incluso a buscar opciones en otros países para mantenerse a flote: “El sistema universitario ya expulsó a 10.000 profesores y ya no se pueden reemplazar”.
A ello se le suma el golpe a futuro: “Estamos matando la natalidad de startups y de nuevas empresas. La economía del conocimiento emplea a más de 450.000 personas y genera para el país 9.000 millones de dólares, casi el 12% de nuestras exportaciones. Lo que alimenta el motor de esa economía del conocimiento es la oportunidad de formación y la práctica de no responder preguntas científicas sino hacerse las preguntas. Eso es lo que te da un sistema científico”.
Todo pasa, finalmente, por la ciencia básica: “La ciencia básica da plasticidad. Sin su financiamiento la Argentina nunca habría podido ampliar la frontera agrícola para plantar maíz en Córdoba, no habría reclamado un 37% más de soberanía, no podría haber desarrollado ninguna de las vacunas que desarrolló ni los satélites… Los proyectos de investigación en ciencia y tecnología involucran a 25.000 científicos que rinden cuentas, son como las inferiores del fútbol, nuestro potrero de la ciencia; y este Gobierno decidió que eso no va más. Afuera”.