Periferia

9 de Marzo de 2022

Irene Schloss: “Internacionalmente tenemos que reducir las emisiones de dióxido de carbono”

La investigadora del CONICET explicó el trabajo que realiza desde el Instituto Antártico monitoreando el cambio global y climático. El impacto del derretimiento de los glaciares.

La investigadora del CONICET, Irene Schloss, que trabaja desde hace más de 20 años en el Instituto Antártico Argentino (IAA), contó su experiencia en la base antártica y cómo afecta el cambio climático a los ecosistemas marinos.

En diálogo con el medio de Santa Cruz, TiempoSur, Schloss, dio detalles de los proyectos que el IAA en oceanografía, física, biología y astronomía, entre otros.

La investigadora, que trabaja desde la isla 25 de mayo, destacó el observatorio oceanográfico y biológico para monitorear el cambio global y climático.

El derretimiento de glaciares

Schloss recordó que tuvo “la oportunidad de volver hace unos cinco años donde había un glaciar que caía a pique en el océano. Cuando volví en 2016 el glaciar había retrocedido como para dejar una playa de piedra de aproximadamente 100 metros”.

“El retroceso glaciar es algo que pude ver en poco tiempo”, indicó la investigadora, quien dijo que “a masa de agua que se pierde al ingresar al mar aumenta el nivel del océano y trae problemas para todas las zonas costeras del planeta”.

Por otro lado, advirtió que “trae problemas a los ecosistemas marinos de la zona por las partículas que arrastra como el sedimento, alteran los ecosistemas costeros marinos de la zona”.

Consenso internacional

Para la investigadora del CONICET “tenemos que ponernos de acuerdo internacionalmente en reducir las emisiones de dióxido de carbono que aumente la temperatura del aire y el derretimiento del hielo”.

“Una forma de evitar que siga aumentando es disminuyendo la cantidad de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera”, señaló Schloss.

Por este motivo, pidió “una acción coordinada, compromiso serio de cada uno de nosotros consumiendo menos” y destacó la importancia del reciclaje para contrarrestar las consecuencias del cambio climático.

Cambios en la presencia de plantas vasculares

Hoy, los cambios en la presencia de plantas vasculares en cercanías de las bases de Argentina en la Antártida es uno de los objetivos de monitoreo de flora antártica que el país comenzó en 2015 y que busca profundizar el conocimiento sobre los vegetales que viven en ese continente.

En un continente cubierto en su gran mayoría por hielo y nieve, en el que los ciclos de día y noche limitan la luz solar necesaria para la fotosíntesis, la flora se compone en gran parte de musgos y líquenes, mientras que las plantas vasculares más comunes son el “pasto antártico” (Deschampsia antárctica) y el “clavelito antártico” (Colobanthus quitensis).

Los estudios están a cargo del proyecto de botánica antártica que impulsa el departamento de Ecofisiología y Ecotoxicología de la coordinación científica Ciencias de la Vida del Instituto Antártico Argentino (IAA) en la isla 25 de Mayo en la que se encuentra emplazada la base Carlini.

La base Marambio se encuentra ubicada en la isla del mismo nombre sobre el mar de Weddell al noreste de la península antártica y a 3.304 kilómetros de Buenos Aires. Las temperaturas en el lugar llegan a los treinta grados bajo cero y los vientos a 120 km/h, estos fuertes vientos, a su vez, son los que evitan una gran acumulación de nieve en la zona de su meseta.

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