Mauricio Cornaglia, presidente de la Multisectorial Paren de Fumigarnos, advirtió que la Argentina “consume la mayor cantidad de agrotóxicos por habitante en el mundo” en la jornada final del Primer Encuentro Nacional de Pueblos Fumigados, que se realizó durante cuatro días en Rosario con la participación de una veintena de grupos ambientalistas de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos.
“En la Argentina consumimos 600 millones de litros de agrotóxicos por año, es el país que más consume agrotóxicos en el mundo, con una media de 12 litros de agrotóxicos por habitante por año”, detalló en diálogo con Télam Cornaglia al concluir el encuentro en el Centro Cultural La Toma, en el que participaron unos 50 ambientalistas de la Pampa Húmeda.
Con respecto a los desafíos frente al modelo extractivista, cuyo máximo exponente es la agricultura basada en los agrotóxicos, el referente dijo que uno de los principales “es que la gente entienda el problema en el que estamos, porque la gran mayoría lo ignora”.
“Esta ignorancia es posible porque el Estado nacional, provincial y municipal lo amparan y se ocupan de no decir que los fertilizantes enferman y, al contrario, presentan a este modelo como virtuoso”, dijo.
Modelo extractivista
En ese sentido, sostuvo que “la lucha no es sólo contra las organizaciones que dominan el modelo, porque ellos no podrían hacerlo sin el apoyo que les prestan los bancos y los gobiernos”.
Cornaglia destacó que el objetivo de los grupos ambientalistas es “el cambio de modelo porque el extractivismo tiene actividades como la megaminería, el fracking y ahora la explotación del litio, pero el más importante es la agricultura basada en los agrotóxicos por la cantidad de divisas que ingresan al país”.
Sobre la posibilidad de implementar un modelo de agricultura alternativo, el dirigente ambientalista dijo que “la respuesta a la agricultura con agrotóxicos es la agroecología; volver a cultivar la tierra sin agrotóxicos, sin transgénicos”.
“Hay muchos casos en Argentina y en otros lugares del mundo donde se han logrado rindes similares e incluso superiores en los que el productor no tiene que gastar en fertilizantes ni semillas ni todos los gastos que le agrega el modelo de los agrotóxicos. Eso está demostrado”, añadió.
Y añadió: “Este modelo de producción, que lleva casi tres décadas, llegó como la solución al hambre no sólo de la Argentina sino del mundo, lo cual no sólo es mentira porque Argentina no produce alimentos para 400 millones de habitantes porque sólo produce commodities sino que tampoco les puede dar de comer a sus habitantes porque tenemos un 50 por ciento de pobres”.
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