El diputado nacional por Chaco, Juan Carlos Polini, se pronunció en contra de la intervención del gobierno nacional sobre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
En diálogo con Radio Libertad, el legislador chaqueño calificó la iniciativa como “una barbaridad” y sostuvo que “ningún país serio puede prescindir de la ciencia aplicada al campo”.
“Nos volveríamos a quedar sin la materia prima necesaria para competir en investigación científica. Es una verdadera locura pensar en cerrar o desmantelar al INTA”, lanzó Polini. Desde hace semanas se escuchan rumores sobre un posible desfinanciamiento o reestructuración del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, y la preocupación comenzó a escalar entre productores, técnicos e investigadores de todo el país.
“Como en toda institución pública puede haber desajustes o vehículos mal usados, claro que sí. Pero en vez de auditar y corregir, quieren barrer todo”, reprochó Polini. “El Gobierno solo mira una planilla de Excel que dice ‘positivo’ o ‘negativo’. No evalúan el impacto social y productivo de las decisiones”, agregó.
Ciencia chaqueña que compite a nivel mundial
El diputado, con conocimiento del sector agropecuario, destacó que el INTA es el único organismo en el mundo que está desarrollando semillas de algodón resistentes tanto al picudo algodonero como a la sequía, un avance con enorme potencial económico para regiones como el Chaco.
“Están trabajando en soluciones que no existen en ningún otro lado. ¿Cómo se les ocurre cortar eso por una decisión política?”, cuestionó. Además, recordó que el instituto tiene incidencia no solo en la agricultura, sino también en la ganadería, la industria y las economías regionales. “Hay aportes que no se ven en el corto plazo, porque la ciencia lleva tiempo. Pero son fundamentales para el desarrollo”, sostuvo.
Polini adelantó que ya presentó un proyecto de resolución para frenar esta intención del Ejecutivo y que viene sumando apoyos en distintas comisiones, entre ellas la de PYMES. “El objetivo es que se discuta y se tome conciencia. Ayer estuve en comisión, ya conseguí respaldo de varios sectores, y voy a seguir empujando para que no prospere esta idea”, afirmó.
Finalmente, reconoció que la última palabra la tiene el Ejecutivo, pero pidió mayor responsabilidad: “Estas decisiones no pueden tomarse en una oficina mirando un Excel. Hay miles de productores, investigadores y trabajadores detrás del INTA. Merecen respeto”.