La prestigiosa bióloga argentina Sandra Díaz destacó el rol de las universidades nacionales para impulsar la actividad científica del país, en un contexto en el que dirigentes de la oposición salieron a cuestionar, con datos falsos, a las casas de estudios superiores.
En la semana, la precandidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, aseguró que “no somos un país universitario”, basándose en datos de dudosa fuente, para hablar, en particular de la Universidad Nacional de La Pampa, y por elevación de todas las casas de estudios superiores.
Bullrich usó datos de egreso de estudiantes de esa universidad nacional para afirmar, de manera general, la necesidad de un ajuste en las universidades.
Misión
La prestigiosa bióloga argentina se refirió “a la misión” de la universidad y a los cambios en la enseñanza desde sus primeros pasos académicos, antes de recibir el doctorado Honoris Causa junto al destacado investigador Marcelo Cabido, por parte de la Universidad Nacional de Córdoba, el 22 de junio.
Sandra Díaz se recibió de bióloga en la UNC en 1984, hace casi 40 años. Luego se doctoró en Ciencias Biológicas en la misma universidad y desde entonces se convirtió en una referente mundial en ecología vegetal y biodiversidad.
La también investigadora superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y profesora del Departamento de Diversidad Biológica y Ecología de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, coordina además DiverSus, una red internacional de investigadores en biodiversidad, ecosistemas y sustentabilidad.
En abril de 2023 obtuvo la medalla de la Sociedad Linneana de Londres, la organización de historia natural más antigua del mundo.
Y este 22 de junio recibirá en la UNC el doctorado honoris causa, otro galardón que se suma a su extensa trayectoria, junto a otro destacado investigador Marcelo Cabido.
Este hecho tiene lugar en el marco de la celebración por los 410 años de la Casa de Trejo, que se llevará a cabo con múltiples acciones durante 2023.
Un rol clave
En ese contexto, Díaz se refirió al rol de la universidad y a los desafíos que enfrenta.
“Creo que nadie que haga un estudio honesto de la historia y de la situación actual de Argentina puede negar que las universidades públicas, en simbiosis con el Conicet, son el corazón, el motor impulsor de la actividad científica e intelectual del país”, dijo Díaz, y sostuvo que “eso vale para todas las áreas del conocimiento, pero muy especialmente para aquellas áreas que, más que con la transferencia inmediata hacia aplicaciones comerciales, están relacionadas con los llamados bienes ambientales comunes”.
“Las crisis mundiales de hoy, del clima, de la naturaleza y de crecientes desigualdades sociales son ejemplos de cuestiones que tienen los bienes ambientales comunes en su centro. Y sus posibles soluciones van a requerir esfuerzos formidables de todo el tejido social. Por eso, las universidades públicas tienen un papel esencial en enfrentarlas. Y aquí no me refiero sólo a la investigación primaria original, la generación de nuevo conocimiento, sino también a las otras funciones de la universidad: la educación y la comunicación con el resto de la sociedad”, afirmó Díaz..
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