La empresa PyME, Atom Protect, que saltó a la escena pública durante la pandemia de Coronavirus por la producción en masa de barbijos “nanotecnológicos”, que eliminaban de manera contundente el contagio del virus del SARS-Cov-2, anuncia hoy, jueves 22 de junio, una nueva línea de uno de sus últimos productos, que también cuentan con la aplicación de conocimiento científico: las colitas repelentes de piojos.
Se trata de un desarrollo que, en su conformación, continúa el camino que la empresa realizó para crear los barbijos Atom Protect, pero en este caso para prevenir la chance de contagio de piojos, niños, niñas y adolescentes, así como para adultos.
El nuevo producto es el resultado del trabajo de la empresa Kovi y genera una barrera protectora que evita el contagio y la pediculosis.
El propio Alan Gontmaher, dueño de la empresa Kovi, se refirió al nuevo producto y destacó el aporte de la ciencia y la tecnología para la resolución de problemáticas cotidianas, en un sector (el textil), con poca orientación a la aplicación de innovación y conocimiento científico.
“La idea surge de aplicar la ciencia a las problemáticas más recurrentes que tenemos en la vida cotidiana y cómo nosotros, a través de un textil, podríamos darle una función, tal como hicimos con el barbijo”, explicaba Gontmaher en marzo de este año en una entrevista con la Agencia de la Universidad Nacional de Quilmes.
“La idea surge de aplicar la ciencia a las problemáticas más recurrentes que tenemos en la vida cotidiana y cómo nosotros, a través de un textil, podríamos darle una función, tal como hicimos con el barbijo”
Alan Gontmaher, presidente de Kovi.
La empresa, de capitales nacionales, confirma así, que tras el éxito de los barbijos (algo que demandó el acercamiento a institutos de investigación y a dos universidades nacionales) continúa remarcando el sendero de su apuesta inicial por el conocimiento científico para el desarrollo de nuevos productos.
Así es que, con el respaldo de todo el bagaje científico acumulado en el Conicet sobre insectos y piojos, esta pyme textil reconvirtió parte de sus telas en colitas para cabello, con un sistema de repelente de piojos. Es que los testeos fueron realizados por científicos y científicas del organismo que analizaron los resultados.
¿Cómo funcionan las colitas?
Una vez colocada, la colita, impregnada con la tecnología de Atom-Protect, crea una un campo de protección que previene que los piojos se acerquen al pelo en el que se está utilizando la colita.
La empresa aconseja, primero, lavar el pelo y pasar el peine fino hasta eliminar los piojos de la cabeza. Una vez que se encuentra libre de piojos, es recomendable recoger el cabello y atarlo con la colita. Con la colita repelente, en cabellos más largos se recomienda utilizar 2 a la vez.
La pediculosis es un problema de salud pública que está presente durante todo el año pero que se acrecienta durante la época de clases. Desde el punto de vista epidemiológico, se sabe que la población más afectada por los piojos son los varones y las niñas de entre 3 y 13 años, que asisten a jardines y a colegios primarios.
De estos, las nenas son las que, en promedio, poseen mayor grado de infestación. Esto se debe a que la mayoría posee pelo largo, algo que dificulta el control, pero también al tipo de juego, es decir, acercan más el pelo entre ellas que los varones, favoreciendo el pasaje de los piojos de una cabeza a la otra.
Con estas colitas se ahuyentan y se impide el recontagio.
“Queremos seguir desarrollando productos innovadores que le encuentren solución a las problemáticas cotidianas que se nos presentan”
Alan Gontmaher.
Seguir apostando al conocimiento
Kovi fabricó más de 10 millones de barbijos Atom Protect y facturó más de $1.500 millones de pesos, aunque hoy los tapabocas representan apenas el 10 por ciento de su producción.
Con las colitas proyectan producir 300 mil colitas en el trayecto de la primera fase. “Queremos seguir desarrollando productos innovadores que le encuentren solución a las problemáticas cotidianas que se nos presentan”, concluye Gontmaher.
En diálogo con Periferia, así lo explicaba Andrés Burak, del equipo de desarrollo de Kovi: “Los barbijos nos permitieron una relación con las universidades y el CONICET, y hoy nosotros seguimos vinculados. Porque de por sí ellos tienen personal súper calificado en todo lo que es investigación, desarrollo y ensayos. Son instituciones de mucho prestigio y por ejemplo, al realizar un ensayo con ellos tenemos la tranquilidad que se requiere para ofrecer el producto en el mercado”.
“La vinculación con estas instituciones la vemos como algo muy positivo. Hay que sintonizar entre los tiempos de unos y otros para lograr la mejor sinergia y los mejores resultados”, cierra Burak, que confirma que la empresa está en búsqueda de nuevos productos, y que en los planes sigue estando la incorporación del conocimiento científico.
Hoy, jueves, presentarán un resultado más de esa vinculación virtuosa entre la PyME textil y el sector académico y científico, algo que los tecnólogos más lúcidos, como Amílcar Herrera, Jorge Sabato y Oscar Varsavsky comprendieron (hace ya 60 años) como la chispa del desarrollo, y que muchos hoy, desde ambos sectores, empiezan a tomar nota.
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