Periferia

31 de Diciembre de 2022

Cómo se vincula la universidad al territorio

Con tres años de funcionamiento, la universidad más joven de la Argentina expuso con resultados, por qué sí es clave crear más universidades. La Universidad cómo engranaje neurálgico para alcanzar el desarrollo por la vía de la territorialidad y la innovación productiva.

En un marco en el que el liberalismo económico y político redobla su apuesta discursiva contra las universidades nacionales buscando deslegitimar su función social y productiva, la más joven de las casas de altos estudios de Argentina, la Universidad Nacional Guillermo Brown, sacó a relucir los resultados del 2022. 

Fin de año es un momento de balances y resultados pero los números son sólo signos si no se los interpreta bajo el paraguas de un momento histórico particular. Y en esa clave es que la UNaB enmarcó los logros de sus primeros años de gestión. 

Es que, claro, se trata de la universidad más joven de la Argentina, creada por ley 27.193 del Congreso Nacional, en noviembre de 2015, y que comenzó a funcionar en agosto de 2019. Tres son apenas los años de gestión de una casa de altos estudios que generó lazos y asociatividad desde el conocimiento con actores productivos, sociales, tecnológicos y científicos, con el foco en desarrollar y diversificar una de las regiones industriales más importantes y más densamente pobladas del conurbano bonaerense. 

Desde sus inicios, y a pesar de su corto trayecto, la Universidad Nacional Guillermo Brown (UNaB), lejos de la infraestructura y los fondos de las grandes casas de altos estudios, puso el foco en la asociatividad con el territorio, algo que el discurso liberal clásico prefiere no mirar al referirse a la posibilidad de crear nuevas universidades. 

El testimonio de la UNaB es central, por tratarse de una universidad joven, con una incipiente experiencia de gestión, pero que tiene la lente nítidamente enfocada en un plan de desarrollo local, apuntado en la territorialidad y la innovación productiva.

 Los primeros registros de ese vínculo y esa experiencia comenzaron a quedar a la vista este año a través del centro de vinculación tecnológica del Centro Universitario PyMe (CUP) con el que la universidad, consiguió, en algo más de un año, fortalecer la articulación del conocimiento científico con procesos productivos en, al menos, 320 empresas de Almirante Brown.

La UNaB cerró su primer año de seminarios de transformación digital para PyMEs

Los resultados obtenidos en el corto plazo de existencia de esta experiencia de vinculación entre actores sociales, productivos, académicos y de gestión pública llamó la atención del gobierno nacional, que lanzó la iniciativa en 2020. 

Es decir, que la presentación de los resultados en Almirante Brown se configuró como una especie de “laboratorio de innovación”, que atrajo a funcionarios nacionales, provinciales y municipales. 

Así lo manifestó el propio subsecretario de Productividad y Desarrollo Regional Pyme de la Nación, Pablo Bercovich, durante la exposición de los resultados en el Sector Industrial Planificado de Almirante Brown, el SIPAB, quien resaltó, que “estos resultados son música para los oídos, porque en campaña todos los índices de innovación marcaban la diversidad y la diversificación productiva PyME que tiene la Argentina. Un país que produce maquinaria agrícola, equipamiento médico, como lo hicimos en pandemia, maquinaria para alimentos, alimentos, indumentaria, calzados, y no hay muchos países en desarrollo que tengan esa diversificación productiva. Otra cosa que reconocen los índices globales de innovación es la plataforma del conocimiento, y esto tiene que ver con que somos una sociedad que ha invertido históricamente en el conocimiento, y tiene el talento que se reconoce en el mundo. Tenemos esas dos plataformas, las universidades nacionales, los investigadores e investigadoras y también las PyMEs”.

Además del Centro Universitario PyME, la UNaB intensificó su apuesta a una problemática que incluye y excede a Almirante Brown: el Matanza-Riachuelo. Allí, la universidad se sumó junto a otros actores del territorio, entre sindicatos, industrias, entidades financieras a la red de Vinculación Ambiental que tiene por objetivo avanzar con la adecuación ambiental de las empresas que se encuentran a la vera del Matanza-Riachuelo.

Con la adecuación ambiental en la mira

La universidad participó, el 27 de septiembre, del encuentro convocado por la Red de Adecuación Ambiental del Matanza-Riachuelo para avanzar en el proceso para que los establecimientos productivos inicien sus planes de adecuación a las normas ambientales vigentes.

El evento, realizado en el Sector Industrial Planificado de Almirante Brown, congregó a representantes de los 14 municipios por los que atraviesa el río Matanza, y reunió, además, a cámaras empresarias, sindicatos, universidades y vinculadores tecnológicos. 

Allí estuvieron funcionarios del propio municipio de Almirante Brown, e industriales del distrito. En ese marco, el objetivo fue promover la creación de herramientas de financiamiento para la gestión de la adecuación ambiental como industria.

Así, durante el encuentro se expusieron las acciones y programas dirigidos a empresas y diversos sectores del área de influencia de la Cuenca Matanza Riachuelo, para el cumplimiento de esas normativas vigentes, con el foco en el desarrollo sustentable. La UNaB presentó los primeros resultados de su Centro Universitario Pyme

“Hoy hay 700 empresas consideradas contaminantes”, explicaba Bruno De Alto, Director General Ambiental de ACUMAR durante el último encuentro de adherentes a la RAAC, y definió que “unas 40 o 50 son las claves y las que esperamos quitar de la lista de contaminantes durante los próximos años”.

La UNaB está entre los adherentes de la Red de Adecuación Ambiental de la Cuenca Matanza-Riachuelo (RAAC) junto a otras universidades, cámaras empresarias y organismos, alcanzando a sumar hoy, 44 integrantes.

En septiembre, además, ACUMAR, la autoridad encargada del control del saneamiento del Matanza-Riachuelo, para ampliar esa red, y para expandir el margen de acciones de sensibilización, de formación y de alcance a las 5300 empresas empadronadas por el organismo, presentó el Plan de creación de dos Centros Regionales, uno junto a la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), y otro junto a la Universidad Nacional Guillermo Brown (UNaB).

Al respecto, Bruno De Alto, Director General Ambiental de ACUMARfundamentó la propuesta asegurando que “en algunos lugares de la cuenca hemos visto que hace falta un encuentro institucional, y hemos elegido como socios a la UTN y a la UNaB, en el Parque Industrial Burzaco, donde hay una masa crítica. Ahí se van a dar cursos, van a estar los consultores y se van a contactar las empresas”.

Desde la UNaB, el Secretario de Extensión, Ignacio Jawtuschenko, definió el rol que tendrá la universidad como Centro Regional: “Desde la UNaB buscamos aportar articulación con las instituciones claves del territorio, y con recursos técnicos propios relevaremos 200 unas industrias, y desarrollaremos planes para 25 de ellas”.

Por su parte, para visibilizar las acciones de innovación de la universidad, la UNaB, organizó un encuentro virtual en el que se presentaron experiencias reales de innovación en las que consiguió la articulación virtuosa y existosa entre ciencia, tecnología e industria.

“El secreto de la innovación”, lanzado el 25 de octubre, presentó los casos de CONUAR, Atom Protect, FANIOT y Andariega. El encuentro, organizado por el Centro Universitario Pyme y la Unidad de Transformación Digital de la UNaB, reunió a expertos y referentes de empresas locales y provinciales.

La experiencia y los procesos de innovación en casos de productos como los barbijos Atom Protect, combustibles nucleares, nuevos materiales de construcción y nanosatélites, se materializó en la palabra de sus impulsores.

“¿Cómo surgieron estas ideas? ¿Qué se necesitó para poder concretarlas? ¿Se trata de casos extraordinarios, o hay modelos que el resto de las empresas pueden replicar para poder mejorar su productividad y ganar nuevos mercados implementando procesos de innovación?”, fueron algunos de los interrogantes que impulsaron la iniciativa.

En el webinario InnovAcción participaron Germán Kuglien, de la empresa CONUAR FAE, fabricante de combustible nuclear; María Candelaria Guerreiro, de la empresa de nanotecnología Kovi S.R.L., desarrolladora de soluciones innovadoras para sanidad e higiene; Hernán Pereyra, de Andariega S. A., empresa productora de nuevos materiales de construcción, y Ayelén Ebene, de FANIoT, que centra su actividad en el novedoso mundo de Internet de las Cosas.

La Unidad de Transformación Digital

A su vez la UNaB avanzó este año, junto a 25 empresas con el Plan de Transformación Digital (UTD). La Unidad de Transformación Digital se creó para Impulsar la modernización tecnológica y la incorporación de nuevas tecnologías a procesos productivos en PYMES con vistas a la mejora de la competitividad. 

Este año se realizaron, en este sentido, capacitaciones para más de 50 empresas, con talleres de sensibilización, transformación digital e industria 4.0. De esas 50, 25 comenzaron a realizar planes de transformación digital. Para ello se contó con consultores especializados. Hoy la UNaB tiene 25 planes entregados y están a la búsqueda de financiamiento para esos proyectos. 

La vinculación tecnológica, en agenda 

Otro de los encuentros que marcaron la articulación con actores claves asociados con la vinculación tecnológica fue el convocado por la Casa Municipal de la Cultura de Almirante Brown en el marco de la Semana de la Vinculación Tecnológica, en junio.

La Universidad Nacional Guillermo Brown convocó a un encuentro con especialistas y expertos bonaerenses de la vinculación, para exponer sobre su importancia clave como nexo entre ciencia, tecnología y sector productivo. El encuentro, justamente, fue impulsado por el Centro Universitario PyME de la UNaB. 

Triángulo de la Innovación

Diana Suárez, Oscar Galante, Carlos Gianella, Ariel Vinagre, Andrés Tavosnanska y Alberto Briozzo analizaron los nexos de vinculación entre el sector del conocimiento y el sector socio-productivo del conurbano bonaerense.

“La vinculación tecnológica tiene que ver con la articulación de la sociedad, la producción y el conocimiento, es lo que nos va a permitir ser mejores“, dijo Oscar Galante, coordinador del Centro Universitario PyME de la UNaB, y analista del pensamiento latinoamericano en ciencia, tecnología y desarrollo, sin embargo, sostuvo que “con el correr del tiempo esos tres actores se han engrandecido y ahora hay presencia de municipios, cámaras empresariales, sindicatos, instituciones de control regulación y normatividad, hacen de que ese complejo científico-tecnológico tenga una de las principales herramientas para desarrollarse en la vinculación”.

La agenda 2023, ya se proyecta con anclaje en solidificar la articulación con actores claves del territorio, y así lo confirmó la UNaB, que estará presentándose a la segunda etapa del Programa PROCER.

La UNaB buscará ampliar la infraestructura de su Centro Universitario PyME con un nuevo espacio destinado a incorporar I+D al sector productivo. El CUP de la UNaB es uno de los 51 que comenzaron a instalarse en universidades públicas de todo el país a través del Programa de Competitividad de Economías Regionales (PROCER) que lleva adelante la SEPyME. 

Una vez más, a pesar de los discursos que buscan deliberadamente su deslegitimación, las universidades dan muestra de su rol neurálgico cuando entra en consonancia con el entramado social y productivo.

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