La Red de Adecuación Ambiental de la Cuenca Matanza-Riachuelo realizó el Primer Encuentro de Vinculación Ambiental, con el foco puesto en la innovación y el desarrollo de tecnologías que faciliten la adecuación de las empresas de la cuenca a la normativa ambiental vigente.
Fue en el SIPAB de Burzaco, y contó con la participación de universidades, municipios, empresas. Allí, estuvo, también, el titular de la Agencia nacional I+D+i, Fernando Peirano.
Objetivo
El objetivo del Primer Encuentro de Vinculación Ambiental de la Red de Adecuación Ambiental de ACUMAR (RAAC), que se realizó el 27 de septiembre en el Auditorio del Sector Industrial Planificado de Almirante Brown, de la localidad bonaerense de Burzaco, fue sumar y articular herramientas financieras y tecnológicas para la adecuación del sector productivo ubicado en la Cuenca Matanza Riachuelo –en especial los establecimientos que se encuentran en la categoría de Agente Contaminante– a los estándares de sustentabilidad y cuidado ambiental requeridos por ACUMAR.
La Agencia I+D+i, presente
Este primer encuentro contó con la presencia, entre otros, del presidente de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo y la Innovación (Agencia I+D+i), Fernando Peirano, además del director de Gestión Ambiental de ACUMAR y presidente de la RAAC, Bruno De Alto. “La promoción es mucho más que aportar fondos, subsidios y créditos blandos –sostuvo Peirano en referencia a las herramientas que hoy el Estado pone al alcance de los proyectos de innovación tecnológica–, porque no se trata de financiar la curiosidad, sino de resolver problemas y eso es una construcción de toda la sociedad”.
De Alto, por su parte, resumió la problemática que conforma el desafío de la RAAC. La Cuenca Matanza Riachuelo atraviesa catorce municipios bonaerenses y tres comunas de la Ciudad Autónoma, una región con entre 5 y 6 millones de habitantes. “Hoy esa área tiene 4.200 industrias, de las cuales 690 están declaradas Agente Contaminante y deben lograr su adecuación –explicó De Alto–. Al comienzo de nuestra gestión eran 810. Lo novedoso de la RAAC es que apunta a buscar soluciones para resolver el problema evitando el camino sancionatorio, facilitando la adecuación a través de la vinculación tecnológica ambiental (VTA), que es un rol mucho más amigable”.
El camino de la innovación
En el encuentro se abordó también la tarea que desarrolla desde 2020 el equipo de vinculadores y vinculadoras tecnológico-ambientales de la RAAC, cuya formación estuvo a cargo de la Universidad Nacional Guillermo Brown (UNaB) y la Universidad Nacional del Oeste (UNO). En el Auditorio del SIPAB estuvieron, entre otros, el titular del área de Ambiente del Municipio de Almirante Brown, Mariano Ragonese, y su par de Lomas de Zamora, Martín Busnelli; hubo investigadores e ingenieros dedicados a la problemática ambiental de la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Tecnológica Nacional, la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y la Universidad Nacional de Lanús, además de las ya mencionadas, y representantes de empresas de base tecnológica orientadas a soluciones de gestión ambiental.
Un encuentro para avanzar con la adecuación ambiental en el Matanza Riachuelo
“Queremos aplicar a la cuestión ambiental la idea de un Estado que exige pero también acompaña –dijo Peirano–. La clave es la creatividad, es agregarle [a la adecuación ambiental el ingrediente del conocimiento, como el proyecto de sensorizado de la Cuenca realizado por empresas argentinas”.
“El camino elegido por ACUMAR y la RAAC con las universidades es el de desarrollar tecnologías, que parece el más complicado pero en realidad es el más fácil, porque ninguna solución real puede surgir sólo de copiar lo que se ha hecho en otras partes del mundo”, dijo por su parte Carlos Gianella, especialista en vinculación tecnológica de la UNaB, otro de los oradores del encuentro.
“El trabajo de las Unidades de Vinculación Tecnológica apunta a un destinatario muy claro: los establecimientos que están en la categoría de Agente Contaminante. Esa categoría no es gratuita: los pone al borde de quedar fuera del mercado –explicó a su turno De Alto–. Armar con ellos el plan de adecuación ambiental es un trabajo que apunta a revertir las causas que lo ponen en situación de Agente Contaminante”.
Hacia el final se debatió colectivamente sobre la necesidad de articular en red las distintas soluciones tecnológicas. Entre los participantes estuvieron los integrantes del Centro de Desarrollo Regional, que el año próximo comenzará una tarea de acompañamiento a las empresas que incluirá el asesoramiento gratuito a 24 de ellas, con la ayuda de herramientas financieras del Estado, para desarrollar sus planes de adecuación. “El territorio ya tiene respuestas concretas, y la RAAC ya tiene vida propia”, sintetizó De Alto al final del encuentro.
Con información de la RAAC.