Tras la elección al frente de la Academia de Ciencias de Francia, Alberto Kornblihtt, Doctor en Biología, investigador superior del CONICET y miembro del Directorio del organismo científico por el Gran Área de Ciencias Biológicas y de la Salud, habló de lo que representa el reconocimiento.
La ceremonia de asunción tendrá lugar en junio de 2022 en la célebre Cúpula del Edificio Central del Instituto de Francia, en París, si las condiciones sanitarias lo permiten. La institución francesa, fundada en 1666 durante el reinado de Luis XIV, es una de las más antiguas del mundo.
Kornblihtt fue nombrado en la sección de biología molecular, celular y genómica. Hasta su elección, la única asociada extranjera argentina de la academia francesa era la ecóloga Sandra Díaz, investigadora superior del Conicet.
“Ahora somos dos y me siento muy honrado de compartir este reconocimiento con Sandra”, expresó el investigador, entrevistado por Alejandro Wainselboim, director del Centro Científico-Tecnológico de Mendoza.
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Hasta la designación de Kornblihtt y Díaz, los únicos miembros argentinos que habían sido premiados fueron los premios Nobel Bernardo Houssay y Luis Leloir.
Invertir en ciencia
En otro fragmento de la entrevista, publicada en el Diario Los Andes, Kornblihtt sostuvo que “la Ciencia argentina tiene una muy buena tradición y su combustible principal son las universidades públicas, que alimentan la investigación que en ellas se hace y las que se realizan en el Conicet, el INTA, el INTI y la Comisión Nacional de Energía Atómica, entre otras instituciones”.
“La Ciencia es imprescindible para que haya autonomía en la tecnología. La Argentina no puede dejar de invertir en Ciencia. Sin científicos ni producción científica, los países se ven relegados a importar tecnología y no a generarla. Nuestro país necesita generación de tecnología porque necesita una mayor industrialización. Tenemos una economía basada en la exportación de productos de la tierra. Si bien tenemos industria, necesitamos fortalecerla para mejorar la situación de todo el país”, dijo el investigador.
“Además, la ciencia tiene que abrirse de sus laboratorios a la sociedad y tratar de generar una opinión pública informada que, cuando hable de vacunas, o de minería a cielo abierto o de explotación off shore, tenga elementos que provengan de la ciencia para saber tomar decisiones. Si no, las decisiones se toman por otros intereses”, finalizó.
Kornblihtt aseguró que “durante los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner hubo un florecimiento y una inversión muy importante de la ciencia argentina, que lamentablemente, en la administración anterior, se cortó con un ajuste y una limitación grande en los fondos para investigar. Con el gobierno de Alberto Fernández comenzó a revertirse esa condición, pero en el medio tuvimos la pandemia. Sin embargo, se logró la Ley 27.614 de Financiamiento de Ciencia y Técnica, que apunta a un incremento anual del porcentaje del producto bruto interno para invertir en forma federal en ciencia y técnica para llegar al anhelado uno por ciento del PBI aproximadamente en 2030”.