El Gobierno de Brasil anunció la firma de un nuevo contrato para garantizarse 54 millones de dosis de vacunas más contra el coronavirus del laboratorio chino Sinovac, mientras el país se encamina a superar los 10 millones de contagios.
Las vacunas CoronaVac de Sinovac adquiridas por Brasil son producidas por el Instituto Butantan, de San Pablo, en el marco de un acuerdo de cooperación con el laboratorio chino.
Este nuevo contrato se suma a los 46 millones de dosis de la vacuna china ya comprometidos como parte de ese pacto de colaboración.
En virtud de estas adquisiciones, el Ministerio de Salud brasileño dijo que espera repartir entre todos los estados esos 100 millones antes de septiembre, informó la agencia de noticias Europa Press.
La contraparte de estos avances es que Rio de Janeiro ya tiene detectados cuatro pacientes infectados con la cepa del coronavirus surgida en la Amazonia, uno de los cuales falleció, mientras otro paciente se infectó con la variante británica, en medio de la segunda ola de la pandemia y cuando fue suspendida la vacunación.
Brasil inició a mediados de enero su campaña de inmunización contra la Covid-19, aunque algunas regiones alertaron que se están quedando sin dosis y tuvieron que suspender el proceso, incluyendo Río de Janeiro y Brasilia.
Por otra parte, el país tiene derecho a 42,5 millones de dosis a través del mecanismo global Covax, impulsado por la ONU y destinado a países de pocos recursos.
Además, el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro firmó un preacuerdo por 222 millones con la Fundación Oswaldo Cruz, colaboradora de la firma AstraZeneca.
Brasil, uno de los países del mundo más afectados por la pandemia, se acerca ya a los 10 millones de casos de coronavirus, después de superar ayer los 55.000 en un solo día.
Solo otros dos países tienen más de 10 millones de casos de Covid-19: Estados Unidos, con más de 27 millones, e India, con casi 11. Más de 240.000 enfermos fallecieron hasta el momento por la enfermedad en territorio brasileño, una cifra solo superada por los 488.000 muertos de Estados Unidos.
Ayer, el gobernador del estado de Bahía, en el noreste de Brasil, declaró un toque de queda ante un aumento de casos de Covid-19 que está cerca de desbordar los hospitales.
La medida se aplicará desde las 22 a las 5 durante una semana a partir del viernes, dijo el gobernador de estado, Rui Costa, en una conferencia de prensa.
El toque de queda abarcará la mayor parte del estado de 15 millones de habitantes, incluida la capital, Salvador, una ciudad colonial y turística cuyas celebraciones de carnaval se habrían llevado a cabo esta semana si no fuera por la pandemia.
Varias ciudades y estados han recurrido a toques de queda en varias ocasiones en un intento por contener los contagios.
Sin embargo, el Gobierno federal se ha desmarcado de los toques de queda, de los confinamientos y de los cierres de negocios, que, según Bolsonaro, causan un daño económico peor que el virus en sí.
Mientras, las autoridades de Rio de Janeiro informaron de los casos de las nuevas cepas y se quejaron de la falta de información oficial al respecto.
“Lamentablemente tomamos conocimiento por la prensa” de la aparición de la cepa amazónica, dijo el secretario Salud de Rio, Carlos Chaves, en una crítica al Instituto Fiocruz, un centro de investigaciones y fabricación de vacunas estatal.
Son conocidas las diferencias entre algunos investigadores de Fiocruz y las autoridades del gobierno de Rio de Janeiro, cuyo titular, Claudio Castro, está ligado al presidente Bolsonaro.
En los últimos días científicos de Fiocruz informaron extraoficialmente sobre la aparición de estas cepas altamente contagiosas, reportó la agencia Ansa.
El gobernador Castro no adoptó ninguna medida para impedir los festejos de carnaval durante el cual miles de personas, incluso turistas llegados de otros estados, participaron en festejos.
En cambio el alcalde de Rio, Eduardo Paes, emitió un decreto contra los desfiles carnavalescos por las calles y los eventos festivos, normativa que fue poco acatada por el público.
Lo concreto es que la ciudad de Rio de Janeiro es una de las más afectadas por la pandemia y la presencia de estas dos cepas puede derivar en un cuadro sanitario aún más grave, dado que desde hoy se suspendió la vacunación por falta de dosis.
La situación que enfrenta Rio de Janeiro se asemeja a la de otras ciudades brasileñas donde hay stocks insuficientes de inmunizantes, afirmó el titular de la Confederación Nacional de Municipios brasileños, Glademir Aroldi, por lo que la noticia del nuevo acuerdo con Sinovac toma una relevancia extra.