El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se pronunció en contra de la presencia de maíz transgénico en la agricultura del país, y se comprometió a prescindir del uso del herbicida Glifosato en programas gubernamentales.
Lo hizo durante la habitual conferencia de prensa matinal, y tras la pregunta sobre la postura del gobierno nacional a la aplicación del herbicida en la agricultura mexicana.
Las declaraciones del mandatario nacional, devinieron luego de la publicación del Ministerio de Agricultura, que no prohibía el uso del herbicida de manera inmediata en programas de Gobierno, así como tampoco el uso del maíz transgénico en el territorio mexicano.
La respuesta del mandatario fue contundente: “No se va a publicar el decreto porque la instrucción es que no se utilice ese agroquímico en actividades del Gobierno”.
López Obrador aseguró que “instruimos al CONACyT (máximo organismo de ciencia y tecnología del país) para que lleve adelante una investigación para sustiuir el glifosato”, y agregó que “no hay alternativa, en el mundo para que se pueda desechar por completo ese agroquímico se está limitando el volumen de importación”.
“Lo que acordamos es limitar el volumen de su importación en la medida que tengamos opciones hasta eliminarlo por completo”, dijo López Obrador, y aseguró que “en el Gobierno queda prohibido”.
“No al maíz transgénico”
Por otra parte, el mandatario se pronunció, además, contra la presencia en el país del trigo transgénico: “No al maíz transgénico”, dijo López Obrador durante la conferencia de prensa refrendando el rechazo a la presencia del desarrollo científico y tecnológico.
El mensaje de López Obrador no puede desvincularse del anuncio que hizo el gobierno argentino, de desarrollo del Trigo HB4 resistente a la sequía, a cargo del Instituto de Biología Molecular y Celular de la ciudad de Rosario (IBR-CONICET).
En Argentina, el Gobierno Nacional, junto a la empresa Bioceres y el CONICET anunciaron, en octubre, la validación de parte del Ministerio de Agricultura del uso de tecnología HB4 para el cultivo de trigo transgénico con tolerancia a la sequía.
En un comunicado, se informó que la tecnología fue desarrollada por un grupo de biólogos/as moleculares e investigadores/as argentinos/as, liderados/as por la investigadora Dra. Raquel Chan, Directora del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL) perteneciente a la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y al Conicet, en alianza con la empresa argentina de biotecnología agrícola Bioceres.
Desarrollo en cuestión, en Argentina
La tecnología HB4 permite obtener semillas más tolerantes a la sequía, minimizando las pérdidas de producción, mejorar la capacidad de adaptación de las plantas a situaciones de estrés hídrico y dar mayor previsibilidad a los rindes por hectárea, pero es cuestionado por científicos y científicas porque su resistencia al glufosinato de amonio, que en grandes volúmenes puede generar impacto ambiental y social.
Esta tecnología, pionera a nivel mundial, es el resultado de una colaboración público-privada de más de 15 años entre la empresa y el grupo de investigación liderado por la doctora Raquel Chan, responsable del trabajo y el hallazgo.
Las variedades de trigo HB4 son desarrolladas por TrigallGenetics, un joint-venture entre Bioceres y FlorimondDesprez de Francia, una de las empresas líderes a nivel mundial en genética de trigo.
El anuncio del gobierno argentino desató la reacción de más de 1500 científicos y científicas que pidieron que se deje sin efecto la aprobación del trigo resistente a la sequía y tolerante al herbicida glufosinato de armonio, HB4.
Es el primer trigo transgénico del mundo anunciado a principios de mes para su cultivo en el país, y que el Gobierno aguarda que Brasil lo admita, dado que es el comprador del 45% de las exportaciones argentinas de este cereal.
“Esta autorización remite a un modelo de agronegocio que se ha demostrado nocivo en términos ambientales y sociales”, denuncia la carta acompañada por 1500 científicos y científicas, que denuncian que es “el causante principal de las pérdidas de biodiversidad, no resuelve los problemas de la alimentación y amenaza además la salud de nuestro pueblo”.
