La Universidad Nacional de Colombia confirmó que la Estación Geofísica Multiparamétrica instalada en la Base Marambio (Argentina) entró en funcionamiento de manera normal para la transmisión de datos en tiempo real sobre señales de campos naturales magnéticos y eléctricos de la Tierra.
La Estación permitirá conocer los procesos físicos que se producen previamente y durante la ocurrencia de terremotos y actividad volcánica de la región, y cuenta con un sensor de metano y otro de dióxido de carbono, dos gases de efecto invernadero que son protagonistas globales en el proceso de cambio climático.
Se trata de una iniciativa desarrollada por la Universidad Pública de Colombia que recibió el apoyo del Instituto Antártico Argentino, y que fue instalada en el mes de enero de 2020.
La confirmación de la entrada en funcionamiento fue difundida por Carlos Alberto Vargas, director del Grupo de Geofísica de la Universidad Nacional de Colombia, y permitirá que los investigadores interesados puedan contar con datos en tiempo real de diferentes señales geofísicas provenientes de la isla Marambio ?o Seymour?, una de las 16 islas mayores situadas alrededor de la península Trinidad o Antártica.
El sistema desplegado en la base Marambio recibe apoyo permanente del Laboratorio Antártico Multidisciplinario en base Marambio (LAMBI) a cargo de la Dirección Nacional del Antártico de Argentina, el cual fue diseñado y construido por el Grupo de Geofísica.
“Una vez adquiridas las señales recibidas se digitalizan, se almacenan en memorias de respaldo y vía internet satelital se envían a Bogotá, al Laboratorio de Instrumentación Geofísica”, explicó Vargas.
¿Por qué en la Antártida?
La instalación en la Antártida permite que el ruido electromagnético producido por el hombre no interfiera de la misma manera que lo hace en las áreas continentales, y permite detectar señales naturales intensas de valor científico para el estudio comparativo de las zonas donde se producen con más frecuencia los terremotos o existe actividad volcánica.
“En esta región ocurren sismos fuertes a menos de 300 km y actividad volcánica en la Isla Decepción (a unos 230 km de los instrumentos instalados), además existen otros volcanes más cercanos con potencial de reactivación”.
Vargas agregó que “Si evaluamos condiciones tectónicas y distancias, dicha actividad sería eventualmente comparable a las zonas donde se realizan experimentos similares en Colombia y donde persiste actividad sísmica y volcánica”.
El estudio de señales electromagnéticas asociadas con sismos y volcanes está tomando nuevo aliento gracias a hallazgos recientes en el mundo.
“Esta línea de investigación ha tomado una dirección bastante prometedora para entender qué pasa en las fases previas a la ocurrencia de algunos fenómenos naturales. Además, el descongelamiento del permafrost ?la capa de suelo permanentemente congelado? en altas latitudes sugiere que nos enfrentamos a un grave problema climático debido a la liberación a gran escala de metano y dióxido de carbono, especialmente, así que los sensores de gases instalados también registran la evolución de liberación de estos gases y servirán para apoyar investigaciones globales. Sin embargo pasará algún tiempo antes de que se los datos se puedan interpretar robustamente, y se puedan inferir modelos que expliquen las observaciones del Grupo de Geofísica”, finalizó.