El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, informó por redes sociales que su gobierno intervino una universidad federal y suspendió un cupo que reservaba 120 vacantes para personas trans e intersexuales.
El mandatario contó que la Universidad de Integración Internacional de la Lusofonía Afro-Brasileña (Unilab) tenía “una selectividad para candidatos TRANSEXUALES, TRAVESTIS, INTERSEXUALES y personas NO BINARIAS”, y que, tras la intervención del Ministerio de Educación al rectorado de esa institución, “la convocatoria fue suspendida y anulada”.
A pesar que la legislación brasileña fija la autonomía administrativa para las universidades federales, el gobierno de Bolsonaro procedió desconociendo y desobedeciendo la normativa.
El Ministerio de Educación justificó la intervención y la anulación del cupo porque “la universidad no presentó un dictamen con base legal” para esa medida, según un comunicado, citado por la agencia de noticias EFE.
¿Y la autonomía?
Según la Constitución brasileña, las universidades federales cuentan con autonomía “didáctica-científica, administrativa y de gestión financiera y patrimonial”, es decir, tienen libertad para tomar decisiones independientes y no dependen del respaldo del presidente o de cualquier otro órgano público.
De acuerdo a un estudio publicado en mayo pasado por la Asociación Nacional de los Dirigentes de las Instituciones Federales de Enseñanza Superior, apenas un 0,2% de los universitarios brasileños son personas trans.
Tanto como candidato como presidente, Bolsonaro ha mantenido posiciones muy críticas hacia el sistema educativo brasileño -y las universidades públicas en especial- y hacia derechos obtenidos por minorías y las mujeres, que han sido calificadas como homófobas, machistas y racistas por sus detractores.
Fuente: Télam.