La Universidad Nacional de San Martín (UNSaM) avanza en un proyecto, basado en nanotecnología, para validar una fórmula antimicrobiana con efecto residual “y para desarrollar actividades que les permita incorporarlo a nanoestructuras antimicrobianas en polímeros”. Además, se prevé crear un nuevo espacio de investigación en el Campus de la universidad.
El proyecto, a cargo del Doctor en Química, y especialista en nanotecnología, Galo Soler Illia y la Magíster Mara Alderete, pudo tener avance por un subsidio del Ministerio de Desarrollo Productivo, en el marco de la convocatoria del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (FONDEP), que asiste financieramente a proyectos relacionados con la actual emergencia epidemiológica.
Así, el área de vinculación tecnológica del Instituto de Nanosistemas (INS) obtuvo un subsidio de 10 millones de pesos para llevar a cabo la “validación de un producto antimicrobiano con efecto residual y para desarrollar actividades que les permita evaluar el efecto de la incorporación de nanoestructuras antimicrobianas en polímeros”.
El objetivo principal es reducir la propagación de infecciones a través del contacto con superficies contaminadas con el SARS-Cov2; y así paliar una de las potenciales vías de contagio que reporta la Organización Mundial de la Salud.
Periferia dialogó con Galo Soler Illia, quien contó que “este es un proyecto que comenzó como un trabajo de ciencia básica hacia varios años. En 2013 o 2014, trabajamos con mis colegas, Martín Bellino y Paolo Catalano, de la Comisión Nacional de Energía Atómica, y Martín Desimone, de la Facultad de Farmacia y Bioquímica (UBA) en una especie de esponjas cuyos poros eran muy pequeños (nanométricos) y que podían cargar antibióticos. Este material puede dosificar, de alguna manera sencilla, cuánto antibiótico le da al medio ambiente”.
El decano del Instituto de Nanosistemas de la Universidad Nacional de San Martín explicó que “es un material que permite encapsular el antibiótico y esperar el momento oportuno para que cuando venga un microbio se encuentra con el antibiótico y este tiene mucha eficiencia, y además poder residual por varios días”.
En tal sentido, “hace años comenzamos a aplicarlo en superficies que eliminaban bacterias de esta manera. Se podía hacer un recubrimiento invisible, ya que se puede colocar sobre vidrios, azulejos y metales, que era antibacteriano y resistía al paso del tiempo. Las superficies quedaban estériles o bacterioestáticas durante bastante tiempo”, contó Galo.
Transferencia de ciencia y tecnología
El investigador y Químico de la UNSAM explicó que “con este proyecto ganamos el premio INNOVAR 2016 y allí Javier Viqueira, presidente de ADOX, una compañía muy innovadora, nos habló de darle aplicación práctica a nuestro invento”.
La compañía de alta tecnología les propuso hacer insumos hospitalarios y un antibiótico de larga duración para tratar superficies “pero que tenga formato spray o aerosol para que sea práctico, por lo que en pocos meses, con un equipo de jóvenes tecnólogos, conformado por Mara Alderete, Carolina Baliotta y Juan Galdorpórpora, trabajando duro, consiguieron el primer prototipo.
ADOX buscaba generar un producto aplicable, vendible por lo que en meses consiguieron el primer prototipo con aerosol “que lo aplicamos en superficies y funcionaba”, explicó Galo, y contó que fue así como armaron una empresa (spin off) llamada Hybridon que se dedica a comercializar este tipo de sistemas.
Usos y aplicaciones del recubrimiento antibacteriano “Hybridon”
El especialista en nanotecnología de la UNSAM explicó que “nosotros probamos este sistema en hospitales, y pudimos ver que el poder bacteriostático dura entre 24 y 72 horas, dependiendo de la formulación”, por lo que consideró que “como antibacteriano es muy eficiente y dura bastante tiempo”.
En tal sentido aseguró que “no hace falta higienizar tan seguido las salas”, como uno de los beneficios del desarrollo que obtuvieron.
Su aplicación contra la pandemia de SARS-CoV-2
El investigador explicó que hoy trabajan para aplicarlos en usos contra el avance de la pandemia, y en tal sentido, Galo Soler Illia, explicó que “le vemos un gran potencial, cuando la gente está intubada y no se quiere que se acceda mucho a esas habitaciones”.
En términos de postpandemia lo vemos viable para tratar habitaciones grandes o las salas de internación”, dijo Galo.
“Pensamos la aplicación de este producto más allá del ámbito hospitalario. Por ejemplo, en Tecnópolis hay espacio para miles de personas, que lo tienen que limpiar a diario y el virus es muy contagioso”, aseguró el investigador, y explicó que “podríamos bajar la infectabilidad de ese lugar”.
Pero, además, explicó que “en un colectivo, o el subte cuando para en las cabeceras y hay que limpiarlo, queremos aplicar este producto y ver si aguanta todo el día. De esta manera el subte puede tener más frecuencia e ir más vacío. Este es un producto con mucho potencial para la pandemia”, concluyó Galo.
“Tenemos que hacer dos tipos de testeos. Un primer testeo para ver que la actividad viral sea antiresidual. Hasta ahora probamos y efectivamente mata virus similares al SARS – CoV – 2 en su estructura. Este es un antibiótico estructural que rompe la parte externa”, dijo el investigador.
Respuesta del sistema de CyT, ante la pandemia
Galo se refirió, por último a la respuesta que está dando el sistema de ciencia y técnica, ante la pandemia: “El sistema de CyT está a la altura y muestra lo importante que es tener un sistema robusto, con personal altamente formado y alta capacidad de investigación”, dijo, y agregó que “en Argentina tenemos muy buena gente, quizás nos faltan los medios: no tenemos buena instrumentación actualizada, cuesta muchísimo conseguir Insumos y es muy burocrático todo”.
“La gente está preparada y funciona. La prueba te la dan las universidades públicas, INTI e INTA que han realizado hallazgos interesantes”, dijo Galo, y aseguró que “estos son pasos agigantados, como los kits de testeo realizados por la compañía Chemtest, proveniente de la UNSAM junto a colegas de la UNQUI. Lo interesante es que no solo la ciencia está funcionando, también se está creando en base a las necesidades que trae la pandemia y se forma un ecosistema dedicado a resolver problemas usando conocimiento ya instalado”.
En tal sentido, consideró que “hay muchos desarrollos interesantes y quien posea esa tecnología va a tener el poder de exportarla y generar divisas. Por eso es tan importante generar ese entramado de universidades nacionales, instituciones y empresas que vienen a buscar conocimiento, lo financian y pueden desarrollarlo”.