Periferia

24 de Marzo de 2020

Santa Fe: la Universidad de Rosario financió la fabricación de respiradores, por el coronavirus

Lo hizo ante una iniciativa privada presentada por profesionales y estudiantes de la Universidad Nacional de Rosario, que desarrollan proyectos para construir 100 aparatos por semana.

La Universidad de Rosario (UNR), anunció el financiamiento inicial de dos iniciativas de desarrolladores locales que comenzarán a fabricar respiradores artificiales para ser utilizados ante la pandemia del coronavirus.  

La iniciativa corresponde a una empresa compuesta por estudiantes y profesionales graduados en la Universidad Pública de Rosario (UNR), y la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de esta ciudad, que comenzaron a trabajar en forma paralela y en alianza prototipos para la fabricación de respiradores artificiales de bajo costo, un elemento clave para el tratamiento de los pacientes más afectados por el Covid-19. 

En tal sentido, la Universidad de Rosario recibió los proyectos y quedó al frente de la producción al realizar una inversión inicial de dos millones de pesos y gestionar ante autoridades locales y nacionales los permisos necesarios y posibles nuevos aportes para el avance de la iniciativa. 

El aparato está ideado únicamente para tratar los efectos que provoca el coronavirus. No puede utilizarse para otras afecciones respiratorias. Los profesionales sanitarios creen que se convertirá en un aporte clave para trabajar en la coyuntura actual. 

Una vez superadas las etapas formales de aprobación y certificación comenzará a fabricarse. Se espera por la emergencia sanitaria obtener permisos rápidamente para elaborar los primeros prototipos antes de fin de mes. En una primera etapa serán unos 100 aparatos por semana. 

Sólo la producción de una semana representa entre el 15% y el 20% de los respiradores hoy disponibles en todo el territorio de Santa Fe. Los aparatos se pondrán a disposición de las autoridades sanitarias de todo el país, e incluso no se descarta en otra etapa poder ofrecer parte de la producción a naciones vecinas. 

Por tratarse de un dispositivo que se circunscribe a una sola afección y que prescinde por ello de ciertos componentes, tendrá un costo de fabricación que oscilará entre los dos y tres mil dólares. Entre un 80% y un 90% más baratos que los que hoy se utilizan en el país para tratar cualquier otra afección respiratoria y que tienen un costo de 20 a 30 mil dólares. 

Iniciativa privada, con financiamiento público

La empresa Iventu, compuesta por 12 estudiantes y egresados de la universidad pública local, trabaja desde hace ocho años en proyectos de ingeniería mecánica, electrónica y eléctrica, desarrollos para ciudades inteligentes y sustentables, con ideas que incluyen desde la industria alimenticia hasta la ferroviaria. 

El grupo de jóvenes estudió el proyecto realizando interconsultas con médicos y especialistas en aparatología, tanto del ámbito público como privado. Como sucede con el equipo de la Facultad de Ingeniería buscaron que la idea sea ?viable?. 

Para lograrlo evaluaron costos y estudiaron especialmente qué tipo de componentes se necesitaban. Buscaron que la mayoría de los insumos fueran de industria nacional y que, en caso de ser importados, exista stock en el país o sean fáciles de importar. 

“La madre de todas las batallas es tener los componentes y, en el caso nuestro, también los costos. Cada ecosistema local puede tener ideas para desarrollar esto, pero el desafío es encontrar componentes. Si no, no es viable. La idea es que se pueda replicar el prototipo en cantidad”, explicaron Roberto Bisso y Germán Campero, integrantes de Iventu. 

“La idea surgió esta semana, viendo cómo avanzaba la pandemia en Argentina y lo que está pasando en Italia o España, donde la falta de respiradores fue una de las cosas más graves”, contó Campero. En esos países se presentaron situaciones dramáticas por la carencia de aparatos. 

En una primera fase podrían estar abocados a la fabricación entre 20 y 30 profesionales. Aunque la decana de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura, Graciela Utges, aclaró a este diario que “la cantidad que se vayan incorporando en cada etapa del proyecto será la necesaria para agilizar en tiempo y forma lo que intentamos hacer”. 

Hasta 100 respiradores por semana

La línea de producción podrá ampliarse más allá de los 100 respiradores estimados por semana, aunque dependerá de la disponibilidad de piezas y del financiamiento que se obtenga. 

En ese punto el municipio local, la gobernación santafesina y el Estado nacional ya anticiparon a la universidad de Rosario la disposición para destinar partidas que permitan expandir el proyecto. 

El rector de la UNR, Franco Bartolacci, dispuso, en ese sentido, hacer el aporte inicial de los dos millones de pesos para iniciar el trabajo y tenía previsto viajar a Buenos Aires para conseguir algunas piezas necesarias para acelerar el proyecto. 

“Estamos dando cuenta, a partir de la producción científica, de un desafío enorme frente al elemento que en términos de disponibilidad genera mayor preocupación para poder atender una potencial expansión de la pandemia en nuestro país”, explicó Bartolacci al hacer el anuncio. 

Los desarrolladores de la empresa y de la facultad trabajarán cada uno en su proyecto, pero en alianza e intercambiando información en forma periódica. Una vez certificado el respirador los planos y detalles de la idea quedarán ?abiertos?, es decir que estarán a disposición para que pueda ser tomado para su producción, modificación y perfeccionamiento en cualquier parte del mundo. 

“Vamos a ir trabajando en paralelo con la Facultad de Ingeniería para encontrar alternativas. Hay que ser solidarios. Esto no es un negocio. La idea es compartir conocimiento y para ello contamos con la solidaridad de la universidad para invertir”, plantearon en Inventu. 

Este respirador “no es un dispositivo convencional, sino que está imaginado y construido para la atención de la emergencia”, según explicó Bartolacci, moviliza aire dentro y fuera de los pulmones de manera controlada, monitorea la presión y los volúmenes desplazados. Sólo se utiliza para intubación, ya que no es apto para la ventilación con máscara. Controla la mezcla de aire y oxígeno y neutraliza material viral. 

En la universidad de Rosario esperan que en abril puedan sumarse distintas partidas para atender una posible demanda en hospitales y sanatorios de todo el país. 

Fuente: Clarín. 

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