El Ministerio de Hacienda modificó los procedimientos para la obtención del certificado de inclusión en el régimen de fomento de las energías renovables y el procedimiento para el control de inversiones y la aplicación de beneficios fiscales.
Lo hizo a través de la resolución 414/2019 de la Secretaría de Energía, que precisó que los titulares de proyectos de inversión y concesionarios interesados en obtener el Certificado de Inclusión en el Régimen de Fomento de Energías Renovables, con los beneficios fiscales contemplados, deben estar inscriptos en el Registro de Proyectos de Generación de Energía Eléctrica de Fuente Renovable (Renper).
Si el proyecto no se encuentra inscripto, en primer término, se dispondrá su inscripción, en caso de corresponder, y, posteriormente, se dará curso a la solicitud del Certificado de Inclusión.
El Procedimiento para el Control de Inversiones y la Aplicación de Beneficios Fiscales es aplicable a los beneficiarios que obtuvieron el Certificado de Inclusión.
También a aquellos que consiguieron los beneficios correspondientes por la celebración de un contrato de abastecimiento de energía eléctrica a partir de fuentes renovables en el marco de los procedimientos de contratación públicos y competitivos realizados por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) o el ente que designe esta autoridad de aplicación.
El control de las inversiones se realiza en función de la aplicación de los beneficios otorgados, y está sujeto al mismo, el cumplimiento de los hitos declarados por el beneficiario.
La fecha de inicio de obra determina la forma en la que el beneficiario puede realizar la amortización de las inversiones; y la habilitación comercial de la central implicará el cumplimiento de la inversión comprometida al solicitar los beneficios fiscales.
Asimismo, se verificarán las erogaciones asociadas al proyecto para la aplicación del beneficio de devolución anticipada del IVA y las facturas, notas de crédito, débito y otros comprobantes de curso legal para el beneficio de amortización acelerada en el impuesto a las ganancias.
Los problemas de la energía en Argentina
El sector eléctrico en Argentina constituye el tercer mercado energético de América Latina y depende principalmente de dos fuentes de generación de energías: la térmica, que representa un 57% de la capacidad instalada y la hidroeléctrica, que representa un 39%.
La tercera fuente en importancia es la nuclear, que, con 1755 MW de potencia instalada en las centrales de Embalse, Atucha I y II, representa un 4,5% de la energía total que genera el país.
El acuerdo con China para la construcción de las centrales IV y V de Atucha habría elevado a 12% ese aporte, sin embargo, fue cancelado por la actual administración nacional.
La grave asfixia presupuestaria del sector atenta contra el desarrollo de un sector que puede dar solidez al sistema general, sobre todo, teniendo en cuenta que para el año 2040 las proyecciones sostienen que la capacidad eléctrica instalada debería incrementarse al doble de la actual si se piensa en un sistema que busque generar un desarrollo productivo que responda a las necesidades del aumento de la población.
Discurso y realidad
Si bien los gobiernos están apostando a incorporar las energías renovables dentro de la agenda de desarrollo energético, la realidad es que su aporte e impacto al sistema general argentino es, aún, escaso.
Es que, si se compara el aporte de las energías renovables al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), se observa que las energías renovables apenas aportan un 2,11% de la energía al sistema en su totalidad.
El problema de las energías renovables es que es difícil tenerlas en cuenta en una planificación que contemple el abastecimiento pleno del sistema energético en los próximos 20 años.
“La intermitencia de las energías renovables y la falta de sistemas de almacenamiento de energía eléctrica a costos razonables impiden que sean tenidas en cuenta en el cálculo de la potencia instalada necesaria para cubrir los picos de demanda”, explicaba Juan José Gil Gerbino en una nota de noviembre para el portal Infobae.
Por eso es difícil pensar que un proyecto científico y tecnológico de Estado pueda quedar ligado a la suerte de ese desarrollo, al menos hoy.