¿Cuál es el panorama presupuestario de la actividad científica hoy?
El presupuesto de 2018 no contempló la inflación y la devaluación, por eso las unidades ejecutoras recibieron un 40% de lo previsto en 2018. El problema del CONICET, es que más del 95% del presupuesto se destina a salarios, así que sólo 5% se destina a 240 unidades ejecutoras, pero, además, el presupuesto no creció de la misma manera que la cantidad de investigadores y unidades ejecutoras, entonces los gastos de funcionamiento fueron en proporción menores al presupuesto total.
¿Cuál es la racionalidad del recorte presupuestario que está implementando el macrismo en ciencia y tecnología?
Está claro que este gobierno está intentando cumplir con las pautas del FMI y el CONICET sufre las consecuencias del plan de reducción del Estado. No creo que este año las cosas vayan a cambiar significativamente, vamos a seguir con problemas de funcionamiento de unidades ejecutoras.
¿Avizorás que los científicos empiecen a irse del país?
Yo creo que los científicos todavía no se van a ir del país. Si esta política persiste puede ocurrir que se vayan. CONICET tiene 11 mil investigadores, igual que en Francia. Creció en cantidad de investigadores pero no en técnicos, pero la pregunta es ¿Para qué queremos 11 mil investigadores?
Entonces, ¿cuál es el rol político de CONICET, en este contexto?
“Uno se pregunta si no es hora de establecer un plan estratégico en el CONICET, más allá de la coyuntura desfavorable. Sería mucho mejor discutir un plan estratégico si supiéramos hacia donde va el país, es decir, que hubiese una política de ciencia y tecnología que trascendiera los gobiernos, pero eso no existe. La estructura del ministerio de ciencia y tecnología quedó exactamente igual. Ojalá se articulara la investigación en las universidades con la investigación en CONICET. No se avizora un panorama diferente, será igual o un poco más agudo.