De cara a la realización de la XXX Bienal Iberoamericana de Cine Científico, que tendrá entre una de sus sedes internacionales a la Argentina, este año, en la última semana de noviembre, Periferia entrevistó al Secretario General de la Asociación Española de Cine e Imagen Científicos (ASECIC), Gerardo Ojeda Castañeda.
La iniciativa, que estará organizada en nuestro país por las universidades nacionales de Almirante Brown (UNaB) y de Jujuy (UNAJ), traerá al país más de 170 títulos de films y experiencias audiovisuales de cine científico que podrán visitarse de manera online.
Ojeda Castañeda nos ofreció algunas definiciones de la iniciativa que incluirá la organización de un autocine, teniendo en cuenta las restricciones impuestas por la pandemia, para poder acceder a ver las presentaciones.
El Secretario General de ASECIC es ingeniero civil y, posteriormente se especializó en Francia, con una Maestría en Literatura y Cine y la Licenciatura en Cine, comenzando a trabajar aspectos de montaje cinematográfico, que lo llevó a la televisión escolar francesa.
“Luego de terminar mi doctorado de Comunicación en Francia, al llegar a México me incorporé inmediatamente a la televisión educativa en mi país. Hace más de 40 años trabajo en el mundo del audiovisual científico ya se en cine, televisión, video o, ahora, a través de streaming y con las tecnologías de la información y la comunicación”, le contó Ojeda Castañeda al programa Gobierno de Científicos, por Radio Caput.
El referente internacional contó que “ya hay más de 3 generaciones de personas vinculadas a la comunicación científica, tanto a imagen fotográfica como a cine y ahora video y televisión. En los últimos años trabajamos no sólo con investigadores y científicos que utilizan las imágenes para dar a conocer su trabajo, sino también profesores que recurren a esas imágenes como recursos didácticos. Más recientemente aquellos que provienen de las Ciencias de la Comunicación, Información y periodismo”.
La Bienal Internacional de Cine Científico (BICC)
Con respecto a la organización de la Bienal Internacional, el especialista aseguró que “la asociación ha ido variando conforme a los cambios tecnológicos. En los 60 comenzamos con cine, posteriormente se pasó al video y televisión. Ahora estamos ante el reto de las nuevas tecnologías. Son importantes los retos del futuro, hacia dónde va a estar el papel de las imágenes científicas en el mundo de la comunicación”.
“Son muchísimos retos y ya hemos vivido eso de cómo contar el desarrollo o los resultados de una investigación científica para que los niños y jóvenes se apropien del conocimiento científico. Ahora no nos dirigimos a audiencias pasivas. Lo que hoy nos interesa es que se apropien de esas imágenes que se generan desde la Ciencia y la Tecnología y puedan generar sus propios contenidos y mensajes”, aseguró.
En tal sentido, sostuvo que “anteriormente debían ser los científicos o profesionales del audiovisual quienes expresaban esa comunicación científica. Hoy la ciencia está en toda la sociedad. Debemos desarrollar este concepto de Ciencia ciudadana: cómo los ciudadanos tienen que apropiarse de esa Ciencia. Nos damos cuenta de que las imágenes serán una de las herramientas fundamentales, a pesar de la brecha digital existente”.
Argentina, sede por primera vez de la BICC
Ojeda Castañeda valoró el hecho de que Argentina sea sede, junto a Ciudad de México y Madrid, este año, para la Bienal Internacional de Cine Científico. “En América Latina hay un interés muy grande en cuestiones de comunicación de la Ciencia. Creo que existe un movimiento extraordinario que no hemos sabido canalizar y por eso nuestro interés de que Argentina participe en esta Bienal”, dijo.
“Hay países de América Latina que ya tienen una tradición de comunicación científica a través de las imágenes. Por eso para nosotros es fundamental esta presencia de la Bienal en su país y en la próxima. Argentina ya tiene un festival que engloba en el Mercosur lo referente de la producción del audiovisual científico”, consideró y agregó que “en Argentina hay muchas universidades y centros de investigación. Este país es pionero en investigación científica en muchos campos de la ciencia, por lo que es una obligación que el científico no sólo muestre resultados, también que los comparta con una sociedad que necesita socialmente ser responsable de esta investigación”.
Para Ojeda Castañeda “mucho de la investigación científica se financia con fondos públicos, los que provienen de los impuestos de los ciudadanos”, y por eso consideró que “los ciudadanos tienen el deber y la obligación e exigir a sus investigadores que les muestren los resultados en los que están invirtiendo”.
