Por Rolando González-José. Director – Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas-CONICET Miembro del grupo CyTA
Una lectura del Documento Presentación – Estrategia Nacional de CTI Argentina Innovadora 2030, filtrado y circulando ya por diversos canales, da cuenta del descalabro en el que el Macrismo ha sumido al complejo científico y tecnológico nacional.
En una columna reciente en Página/12, Diego Hurtado alertó sobre las inconsistencias del mismo (“Plan de Ciencia 2030, o la Noruega latinoamericana”), y muchos nos volcamos a analizar el tema, por el interés que naturalmente genera.
El documento consta de 8 secciones. La primera de ellas es una introducción más bien genérica acerca de cómo se elaboró la “Estrategia”. Se mencionan allí especialistas, reuniones, mesas de trabajo intersectoriales, etc. Todo ese trabajo es coordinado por la “Comisión Asesora del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (CAPLANCYT)”, integrada por 30 varones y sólo 6 mujeres (aun cuando el documento destaca la paridad de género en la ciencia nacional). La labor de la CAPLANCyT, a cuatro años de gobierno es un misterio. Si lo querían hacer más oculto, más espalda de la comunidad, no lo habrían conseguido.
La sección dos intenta ser un “estado de situación” explicado a través de parámetros de innovación, producción, inversión, distribución de RRHH, etc. si un becario mío trajera ese compendio de curvas y tablas se lo devolvería con un consejo muy simple: no se pueden usar escalas de tiempo diferentes para analizar un fenómeno a través de las partes que lo componen.
La CAPLANCyT debería tener más rigor científico, y evaluar para todos los parámetros, el mismo lapso. Si comparo la evolución de “A” durante 2003-2015 (Gráfico 10 de la sección 2) versus la evolución de “B” entre 2006 y 2017 (pág. 5 de la sección 2), ¿cómo hacemos para llegar una interpretación razonable de los procesos que involucran a “A” y a “B” de manera conjunta? Una comisión tan importante debería haber compilado bien los datos, y recién después haber hecho las curvas e interpretaciones correspondientes.
La comisión puede encontrar un buen ejemplo de cómo hacer bien estos análisis en el ya popular y respetadísimo trabajo de Jorge Aliaga (jorgealiaga.com.ar).
La sección tres abre con la frase: “Una serie de rasgos concurrentes dan forma a un nuevo contexto en lo que hace a la producción del conocimiento y la innovación que sirve de marco de referencia para la concepción de la Estrategia Argentina Innovadora 2030 (AI 2030)”.
El documento lista una serie de esos rasgos, que en líneas generales se caracterizan por la “incertidumbre”: de los mercados, de la innovación, de la producción de conocimiento, etc. La misma incertidumbre que el ex Ministro de Educación vio como un ecosistema al que nuestros jóvenes, futuros trabajadores precarizados, deben adaptarse. Volvamos al AI2030: esta incertidumbre requiere, de acuerdo al documento, unas líneas de acción que preparen al sistema de CyT para afrontarla.
El documento no explica por qué esto no se hizo durante estos 4 años, pero uno de los aspectos que mencionan como estratégicos para la adaptación al nuevo escenario cambiante es la inversión. Y dicen: “La inversión en Infraestructura y Equipamiento realizada en años recientes será objeto de consolidación, mantenimiento y renovación”. En el cuadro comparativo de esta sección se da a entender que “la cuenta” la deberán pagar las empresas y las provincias. Es una pena que el documento olvide algunos detalles importantes: las provincias se encuentran severamente desfinanciadas, al igual que el sector industrial.
Solo nos queda el estado nacional, que durante estos 4 años nos ha sorprendido con mil y un maneras de desfinanciar el sistema científico tecnológico. ¿Por qué habríamos de creer que eso iría a cambiar el 11 de diciembre si no cambia el presidente de la Nación y su gabinete científico? ¿Los que desfinanciaron todo nos explican cómo se financiará todo después de Diciembre? ¿Hay al menos una humilde señal que haya dado Barañao de que buscaron aumentar y diversificar la inversión en CyT? NO.
El resto del documento es un repaso por iniciativas ambiciosas, lanzadas durante el gobierno de CFK (Bioeconomía, sección 5; Pampa Azul, sección 6) que han sido directamente congeladas en los 4 años de Macrismo, o bien son un compendio de buenas intenciones, sin mayores precisiones, como es el caso de “Inteligencia Artificial” (sección 7).
El estertor final del documento es la sección 8, “Sectores Prioritarios Jurisdiccionales”, donde el territorio nacional es transformado en un Excel donde las provincias tienen un “perfil productivo”, y el sistema científico buscará detectar vacancias y “escalar el potencial productivo” de los distritos. Cualquier visión no-lineal, ligada a las corrientes de pensamiento más modernas en torno al Desarrollo Territorial y las visiones
holísticas sobre ese tema, brillan por su ausencia.
Bonus track I: hay una ausencia TOTAL y absoluta de una visión regional acerca de nuestra agenda científico-tecnológica. Hay sólo una mención a cooperación con Brasil en la sección Pampa Azul, claramente redactada por la administración anterior y su fuerte impronta Latinoamericanista. Solo eso, nada más.
Bonus track II: Tampoco hay nada en torno a la importancia de las Ciencias Sociales como punto y palanca de los grandes debates que permanentemente atraviesan a
nuestra sociedad.
El documento asume que de aquí al 2030 Argentina no debatirá sobre la democratización del acceso a la Salud Pública, las reformas de nuestros Códigos normativos, la despenalización del aborto, las luchas de género y disidencias sexuales, la integración regional, el impacto nutricional y sanitario de los programas de Desarrollo Social, el desarrollo de contenidos educativos, los debates en torno a la reproducción asistida, por citar sólo un puñado de ejemplos donde necesitaremos sólidos cúmulos de evidencia y análisis en materia de Ciencias Sociales y Humanas.
Este documento filtrado bien merece pasar al olvido. Así como la trágica caída de un andamio en Ezeiza impidió un acto de campaña chapucero en un ala sin terminar del Aeropuerto, el análisis de este documento filtrado debería prevenir la vergüenza de un acto armado para mostrar una visión de falso productivismo industrialista, de supuesta base innovadora.
El macrismo y el Barañao integrante del “mejor equipo de los últimos…” no han dado ni un paso de hormiga en esa dirección durante los últimos 4 años.