Un grupo de investigación de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) indicó que “distintos sectores impulsan un progresivo cambio en el que se priorice una intervención agroecológica”, como consecuencia del uso ineficaz de herbicidas en las plantaciones.
La directora del Centro de Malezas de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE, Gabriela López, explicó que “hablar de malezas no es un tema menor, cualquier proyecto productivo agropecuario es inviable si no se cuenta con un plan estratégico que las controle. De no hacerlo, el rendimiento y la calidad de la producción pueden verse afectados”.
Para precisar cómo se ven afectados, la especialista señaló ?la maleza es una planta que está en un lugar y momento no deseado y que compite con el cultivo utilizando mejores estrategias por nutrientes, agua y luz?.
Objeción al uso de agroquímicos
Además, afirma que “el remedio químico a través de herbicidas para su manejo ya es objetado por distintos sectores. El abuso en su utilización desde los años 80 ya no se presenta como una alternativa de gran utilidad por sí misma en el sistema productivo, generando distintas especies de malezas que hoy se presentan resistentes a estos productos”.
Por su parte, el ingeniero agroecológico, Carlos Papa, investigador del INTA Oliveros, manifestó que “desde principios de este siglo se registran las especies y biotipos de malezas que no son afectadas por los herbicidas. En una rápida proyección realizada por especialistas hacen suponer que en un lapso no mayor a diez años, todos los herbicidas que se encuentran actualmente en uso no serán efectivos”.
Se plantea entonces la necesidad de un “progresivo viraje” utilizando herramientas de manejo agroecológico. En esa línea se encuentran trabajando en el Centro de Malezas de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE, desde donde afirman que “se trata de un espacio de investigación que está dando sus primeros pasos, que se enfoca en el estudio taxonómico y la bioecología de las malezas de los distintos cultivos”.
La ingeniera López remarcó la necesidad de un “manejo agroecológico”, para lo cual consideran necesario ?conocer a fondo todas las malezas de cada cultivo, para establecer un diagnóstico y posteriormente fijar una terapéutica de control?.
El equipo de investigación, de 22 personas (con becarios del INYM y un doctorando estudiando las malezas del cultivo de yerba mate), ya tiene el antecedente de la confección de una guía de identificación de malezas para el cultivo de arroz con apoyo del Ministerio de la Producción de la Provincia de Corrientes. Similar proyecto será iniciado para la provincia de Chaco, en el cultivo del algodón y se planifica extenderlo a, girasol, trigo y soja, segun precisaron.
“Adoptar herramientas agroecológicas será un camino arduo que debemos iniciar con los productores en base a asesoramiento y capacitación. Hay que desandar el trayecto de la “solución mágica” dado por los herbicidas que todos los actores del sector productivo erróneamente apoyamos y cuyas consecuencias empezamos a verlas”, expresó López.
Monitoreo, diagnóstico y terapéutica para cada caso en particular, es la propuesta que plantea la directora del Centro de Malezas de la UNNE para hacer frente a estas plantas no deseadas en los diferentes cultivos.
La terapéutica o acciones de control estará diseñada en función de la especie y biotipo de cada especie, de ahí el interés en el estudio exhaustivo que involucrará a especialistas de distintas cátedras de la Facultad de Ciencias Agrarias.
Herramientas agroecológicas
Algunas de las herramientas de control que serían impulsadas con este potencial cambio de paradigma son: las rotaciones por ambiente, los cultivos de cobertura o de servicio y el banco de semillas.
El cultivo de cobertura es la siembra de una o más especies que se utilizan para preservar las características del suelo, protegiendo su estructura, manteniendo su humedad, aportando nutrientes y materia orgánica, para mantenerlo fértil durante todo el año. Por todas estas funciones que realizan, es que se la conoce también como de ?servicio ecológico?. Puede ser utilizado entre cosechas o convivir con el cultivo principal.
Un ejemplo de este último caso se da en las plantaciones de yerba mate, explicaron, donde actualmente están utilizando como cultivo de servicio a plantas leguminosas, que por competencia de sombras no permite el crecimiento de malezas y a su vez nutre el suelo con Nitrógeno.
La otra herramienta de control agroecológico son las rotaciones por ambiente. En un campo de extensión determinada, se lo divide por lotes en los cuales se combinan las especies implantadas. Se van rotando en los lotes los cultivos de cosecha como los de servicio. De esa manera se generan variaciones de los ambientes y se diversifican las malezas, facilitando su control.
El estudio del banco de semillas es vital para el manejo agroecológico. El suelo es un reservorio importante de semillas de diferentes especies vegetales que pueden permanecer un largo tiempo después de ser depositadas y emerger cuando existen condiciones favorables para completar su ciclo. Esas semillas competirán con otros organismos (insectos, hongos, etc.), algunas se perderán, otras germinarán en la superficie y otras serán parte del suelo dependiendo de la práctica agrícola que se realice.
Mediante un estudio del suelo, los investigadores analizan aquellas semillas que se encuentran en el mismo y que por algún manejo de maquinaria, vuelve a la superficie y causan daño (creciendo en forma de maleza).
De todas maneras, la directora del Centro de Malezas aclara que cualquiera de estas herramientas de control, deben ser utilizadas por períodos y no de forma permanente. La rotación de prácticas contribuye a la sanidad de los lotes productivos.