El vicepresidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Tomás Schlichter, habló sobre la reacción que tuvo el organismo cuando Argentina comenzó a confirmar los primeros casos de personas infectadas por el virus del SARS-CoV-2.
“El coronavirus no es novedoso para el INTA, por eso pudo reaccionar inmediatamente. Fuimos uno de los primeros lugares donde se empezó a hacer testeos. El famoso know how”, aseguró Schleichter, al mencionar que los centros de investigación del organismo científico y tecnológico, estudia los coronavirus desde hace mucho tiempo.
Es que se trata de una enfermedad característica de las que se transmiten de especies animales a seres humanos, y el organismo investiga sus variantes desde hace muchos años.
Por eso, Schlichter, aseguró que “cuando comenzó la pandemia, el INTA ya estaba preparado para realizar los testeos”. En una entrevista con el programa Gobierno de Científicos, por Radio Caput, el vicepresidente del INTA explicó que “como es un caso de enfermedad muy parecida a la de animales contábamos con la materia de reactivos y conocimientos para empezar”.
El INTA y su colaboración para realizar testeos
Durante la entrevista el ingeniero agrónomo explicó que “en Castelar tenemos una unidad que hace cientos de testeos de COVID-19 por día”. Pero, además, el organismo prepara un instituto más para adecuarse los boxes de seguridad. “Hemos trabajado con el ANLIS-Malbrán entrenándonos mutuamente”, aseguró Schlichter.
“Fue así como empezamos a pensar el concepto de una sola salud: lo que se hace con la salud animal tiene después mucho que ver con lo que se hace para la salud humana”, dijo quien acompaña a Susana Mirassou en la gestión del organismo científico-técnico.
Agenda 2021 CyT: Línea de alimentación
En otro tramo, el vicepresidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria habló del rol que tendrá el organismo en 2021, de cara a la agenda del gobierno nacional, vinculada con la lucha contra el hambre.
“Desde que empezó este gobierno a partir del Plan Argentina contra el Hambre el INTA se puso en contacto con el CONICET”, dijo Schlichter.
El organismo cuenta con un comité de lucha contra el hambre. “Intercambiamos continuamente información con ellos: nos proveen del mapa de lucha contra el hambre y nosotros aportamos datos como agencias de extensión que están disponibles o personal”, dijo.
“El Ministerio de Salud provee datos poblacionales como, por ejemplo, personas que están por debajo de la talla normal por problemáticas de índole nutricional. En base a este conocimiento que se va actualizando uno puede armar las estrategias de fortalecimiento de determinados puntos donde sea necesario actuar”, dijo Schilchter.
Agricultura familiar
El INTA además cuenta con los centros de investigación para la agricultura familiar. “Somos uno de los pocos organismos del mundo que tiene un centro de investigación para ese sector. El número de agricultores familiares es tan grande en Argentina que hace varios años decidimos encarar estos centros de investigación con varios institutos”, dijo.
Al final, el ingeniero agrónomo se refirió a los años del gobierno de Mauricio Macri, y su impacto al interior del organismo. “Durante la gestión anterior, lamentablemente, se cerraron tres de estos institutos. Si bien no cesó la actividad, los investigadores continuaron investigando, pero con una dependencia mucho más difusa”, contó Schlichter.
Para finalizar, el ingeniero agrónomo habló del presupuesto que recibió el organismo en 2020, y la perspectiva para 2021: “Este año comenzamos con el presupuesto de 2019 y antes de ser aprobado el nuevo presupuesto hicieron un aumento prácticamente del 70%”.
“Esto nos permitió poner en marcha toda la cartera de proyectos, revitalizando la investigación en agricultura familiar, la extensión. Todas las actividades del INTA estuvieron limitadas por la pandemia, pero ya no por el presupuesto”, dijo Schlichter, y consideró que “para el año 2021 el proyecto de ley del presupuesto también considera un incremento que en algunos rubros es importante”.