Los investigadores e investigadoras del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), volvieron a visibilizar su reclamo para que se avance en la recomposición de los trabajadores y trabajadoras del organismo, ya que “desde fines de 2015 acumulan pérdidas de más del 50%”.
Es así que, durante el día de ayer, lunes 13 de julio, quienes participaron de la Segunda Reunión Abierta de Investigadores e Investigadoras de CONICET impulsaron una “Jornada de Protesta Virtual”.
El reclamo se centró en la necesidad de recomposición salarial “para todos los trabajadores y trabajadoras del organismo”. El reclamo ya había llegado a manos de las autoridades del organismo científico y tecnológico a principios de julio, cuando una delegación de científicos y científicas se reunió con la presidenta del CONICET, Ana Franchi, y con los ocho integrantes del directorio.
Allí, hicieron llegar una carta abierta (bit.ly/cartacic) en la que consignaron todos los puntos del reclamo para recomponer el ingreso salarial, que recogió más de 2.260 firmas.
Jornada de Protesta Virtual
Del encuentro no hubo respuestas concretas por parte de la cartera científica, que vayan en línea con las demandas acercadas, salvo el compromiso del directorio a emitir una declaración de respaldo (https://bit.ly/38EOB1K), y la confirmación de parte de la cartera que el tema está en la agenda del gobierno nacional.
“Por esa razón, invitamos a todos y todas a redoblar sus esfuerzos para hacer visible este reclamo, sumándose el 13/7 a la Jornada de Protesta Virtual”, expresaron los científicos y científicas con un comunicado difundido en redes sociales.
En el comunicado, los trabajadores sostienen la necesidad de visibilizar estas condiciones de trabajo y detallan además el esfuerzo laboral durante los meses que lleva la pandemia en el país.
“Hoy, nuestro trabajo adquiere una exposición inusual por el esfuerzo que hemos hecho, junto al resto de trabajadores y trabajadoras del sistema científico nacional para enfrentar los efectos sanitarios, sociales y económicos de la pandemia del COVID-19”, manifestaron.
Las demandas centrales: recomposición y convenio colectivo
Las demandas centrales de los investigadores e investigadoras son, a corto plazo, una recomposición urgente del salario, y a largo plazo, un convenio colectivo para el sector, que les permita a los trabajadores y trabajadoras intervenir en las discusión sobre montos, asignaciones, condiciones de empleo y beneficios para el sector.
La demanda inmediata, apunta a revertir el brutal derrumbe provocado, principalmente, por los calamitosos años de la gestión macrista, en los que un científico de CONICET perdió 643 mil pesos.
En ese marco uno de los hechos que sumó gravedad a esta situación es la última paritaria estatal del 2019, a la que se encuentra sujeta la definición salarial de los científicos y científicas, con un aumento de un 28%, en cuotas, cuando la inflación llegó al 54%; y, además, la negociación de este año, que pasó a un cuarto intermedio, sin fecha estimada de apertura.
Así, según los cálculos que llevaron a la mesa de diálogo con las autoridades de la cartera científica, la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, en CONICET, es de entre un 60% y un 70% en los últimos 10 años.
Esto hace que la discusión salarial no quede saldada a pesar de las medidas de recomposición para becas y aumento del número de los ingresos a CONICET, decidido este año por el gobierno nacional.
Cabe destacar que el salario de los científicos y científicas está regido por un Estatuto, en el que las decisiones de subas o asignaciones extraordinarias para el sector, las define directamente el presidente de la Nación, sin procesos abiertos para consensos o negociaciones horizontales.
Esto implica que las mejoras salariales para el sector de ciencia y técnica, en particular, más allá de la paritaria anual con la totalidad de los trabajadores del estado, depende exclusivamente de una decisión del Poder Ejecutivo. Es por ello que los investigadores remarcan que la resolución inmediata de la problemática “requiere una decisión política de las autoridades del Poder Ejecutivo Nacional”.
Convenio Colectivo para Ciencia y Técnica
La segunda de las demandas que vertebran el reclamo de los investigadores e investigadoras es, a largo plazo, discutir la implementación de un Convenio Colectivo de Trabajo para Ciencia y Técnica (que reemplace al actual Estatuto) que permita a los científicos, personal de apoyo y empleados del sector, discutir sus condiciones con los funcionarios públicos, de manera horizontal, y más allá de las negociaciones de los trabajadores estatales nacionales.
Este pedido está fundamentado en que las condiciones, modalidades de contratación y exigencias de permanencia en el organismo de los trabajadores y trabajadoras de CONICET, de los científicos y científicas, son distintas de las de otros empleados estatales.
El convenio colectivo permitiría establecer lo que un trabajador debe cobrar, y por qué debe cobrar cada ítem, y eso es lo que no tiene hoy el CONICET. Pero, además, fijaría el salario de los científicos de manera horizontal, a diferencia del régimen de Estatuto, elaborado verticalmente, desde la presidencia de la Nación, sin discusión de parte de los trabajadores.
Eso hace que, hoy, las subas salariales dependan o de la paritaria general de los trabajadores del Estado o de un decreto presidencial, que habilite incrementos, como sucedió con las becas, este año.
A diferencia de ello, el convenio colectivo, al ser un acuerdo entre patronal (los actuales funcionarios) y trabajadores, conlleva mayor horizontalidad, y tiene una periodicidad de dos años, que permite ir revisándolo y cambiándolo de manera más dinámica.
Es más, un convenio colectivo contempla todas las relaciones entre trabajadores y trabajadoras, con el sector patronal, que es lo que no hace un estatuto, que no dice nada sobre derechos y obligaciones como trabajadores, como las licencias, o situaciones que tiene que resolver el Directorio.
“Debajo de la línea de pobreza”
En esa línea, suman: “Este esfuerzo es realizado por investigadores/as con salarios extremadamente bajos que colocan a gran parte del personal científico al borde de la línea de pobreza, y entre los más bajos para investigadores/as de la región, como reconocen las autoridades de CONICET”.
Este deterioro del salario, apuntan, se da desde fines de 2015 y acumula una pérdida del poder adquisitivo de más del 50%. “Durante 2019 recibimos un aumento del 28% en cuotas frente a una inflación del 55%. Al día de hoy, la pérdida acumulada de poder adquisitivo de nuestros salarios es superior al 50% desde finales de 2015”, exponen, y agregan además que la gran mayoría de los investigadores pertenece a las categorías de Asistente y Adjunto, “con salarios que no cubren la
canasta familiar”.
Entre los argumentos que sustentan el reclamo, detallan además que como investigadores del CONICET trabajan en un régimen de exclusividad, motivo por el que no pueden tener empleos adicionales que permitan compensar estos ingresos bajos.
Sumado a esto, la mayoría de ellos “deben cubrir con sus ingresos gastos relacionados”, como equipamiento tecnológico tales como computadoras, compra de libros, artículos de librería “por falta de presupuesto para sostener esos rubros desde el organismo”, tributan el Impuesto a las Ganancias y denuncian que el impuesto PAIS “encarece gastos directos para nuestro trabajo, como la compra de insumos o bibliografía importada o el acceso a servicios internacionales, y en el caso de investigadores/as que realizan estancias en el exterior con financiamiento público, se ve reducido el valor de esas becas o subsidios”, reclaman.
Diálogo con la cartera y con Diputados
En el escrito explican que tras varias cartas, reclamos ante las autoridades y con el apoyo de la comunidad científica, se reunieron con el ministro de Ciencia y Técnica, Roberto Salvarezza, quien “asumió que la problemática está en la agenda de su cartera”, y también tuvieron un encuentro con la presidenta del CONICET, Ana Franchi, a mediados de marzo, y a comienzos de junio con el Directorio del CONICET y con la vicepresidencia de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, Claudia Bernazza.
Además cuentan con el apoyo del Directorio del CONICET, que se expresó “a favor de la necesidad de una recomposición salarial de emergencia, y enfatizando la necesidad de avanzar en la aprobación de un Convenio Colectivo de Trabajo para todos/as los/as trabajadores/as de CONICET y de aprobar una Ley de Financiamiento específica para el sector científico y técnico del país”.
Los investigadores plantean que “es claro que la decisión de resolver este conflicto requiere de una decisión política de las autoridades del Poder Ejecutivo Nacional”, y apuntan a que las autoridades “comprendan la justicia de nuestro reclamo y la importancia de resolverlo para dar una señal de apoyo a la tarea que realizamos, aún en el marco de la pandemia”.