La causa por la mayor tragedia sanitaria de la historia argentina, vinculada a 173 muertes por el consumo de fentanilo contaminado, sumó declaraciones que confirman un patrón de fraude sistémico en la producción. Nuevos testigos revelaron que Laboratorios Ramallo ocultaba resultados de contaminación bacteriológica para no frenar la venta del fármaco.
Según se cita en el informe del periodista Andrés Klipphan en Infobae, la nueva testigo detalló ante el juez Ernesto Kreplak la cadena de negligencia y falsificación.
El testimonio describe cómo los protocolos de esterilidad (que exigen 14 días de análisis) eran acelerados por “órdenes de arriba” para priorizar la venta. Lo más grave es la prueba del ocultamiento:
El fentanilo se vendían igual
La testigo relató que, aun cuando los análisis daban positivo para contaminación, “se sabía que se vendían igual”, con la justificación de que “había que vender”.
Es más, los resultados microbiológicos positivos se anotaban en cuadernos que “desaparecían” cuando había rumores de inspecciones de la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica).
La nueva declaración, sumada a los testimonios previos y a los chats internos incorporados al expediente, fortalece la hipótesis de que las irregularidades no fueron errores aislados, sino
La investigación de Kreplak ya tiene 14 procesados —incluyendo dueños y directores— acusados de adulteración de sustancias medicinales con resultado de muerte, un caso que ya es equiparado a las tragedias de Cromañón y Once.

El ministro de Salud de Milei plantó a los familiares de las víctimas
Mientras las muertes por el fentanilo contaminado ya llegan a 174, el ministro de Salud de Javier Milei, Mario Lugones, ya dejó plantados dos veces a los familiares de las víctimas que asistieron a la cámara de Diputados para pedir respuestas ante lo sucedido.
En el marco de cómo van quedando a la luz las responsabilidades técnicas y políticas, Lugones fue citado dos veces a la Comisión Investigadora de la cámara baja, pero primero pidió no ser interpelado y no responder preguntas como condición para asistir, y luego adujo “temas de agenda” para faltar a la citación.
Así, Lugones, viene eludiendo la convocatoria como si hubiese algo más importante que realizar que dar respuesta a los familiares de las 174 víctimas, por un hecho que tiene en la mira las desregulaciones desde el Estado Nacional (impulsadas por Federico Sturzenegger), que relajó el accionar de dos laboratorios.