El rector de la Universidad Nacional de San Luis, Raúl Gil, se pronunció sobre el retiro de un trabajo práctico sobre el índice de abuelidad y anunció que el caso será analizado por el Consejo Superior.
Gil fijó posición a través de una carta abierta luego de que se denunciara un hecho de presunta censura en la asignatura biología molecular e ingeniería genética, perteneciente a la facultad de Química, Bioquímica y Farmacia.
“Siento la profunda necesidad de expresarme ante los hechos ocurridos. Entiendo que, para nuestra institución, este no es un tema menor ni algo que pueda ser ignorado. Tengo el deber y la responsabilidad ética, moral y política de dar un mensaje claro y firma”, expuso en la introducción del pronunciamiento.
Gil organizó su postura en dos ejes centrales. El primero refiere al carácter estrictamente científico de los contenidos retirados: “El índice de abuelidad no admite dos verdades. No da lugar a lecturas subjetivas ni libres interpretaciones. Estamos frente a una teoría con bases objetivas y consensuadas, fruto de mucho trabajo científico riguroso”.
Contra el negacionismo
Y agregó: “Este desarrollo de la genética permitió que 140 nietos y nietas fueran encontradas por la Fundación Abuelas de Plaza de Mayo y representa un logro de la ciencia aplicada con un profundo compromiso social, reconocido en el mundo”.
Recordó que uno de los científicos clave en el desarrollo del índice fue el doctor Víctor Penchaszadeh, reconocido en diciembre de 2022 por la UNSL con el Premio Mauricio López: “Esto reafirma el compromiso histórico de la institución con esta causa”.
“No tengo dudas de que ha sido un aporte para la recuperación de la identidad y la reconstrucción de historias familiares arrebatadas por la violencia y el terrorismo de Estado”, ratificó.
Censura de un docente de la universidad
También explicó que “la oscura etapa” de la dictadura militar “generó una herida en nuestro país que aún hoy, a meses de cumplirse 50 años del golpe de estado, todavía no sana y marcó a fuego a varias generaciones”.
La denuncia de censura se originó cuando el profesor responsable de la materia, Darío Ramírez, decidió retirar del aula virtual (classroom) un trabajo práctico elaborado por el jefe de esa área, Leo Seguín, que abordaba contenidos sobre el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) y el índice de abuelidad.
La fundamentación del docente fue que se trataba de un trabajo “que adoctrina”
El segundo foco de su posición apuntó a la tradición institucional de la UNSL en materia de derechos humanos. “Nuestro primer rector, aún desaparecido, nos recuerda que la tibieza en estos temas nunca ha sido el camino de los comprometidos con las luchas colectivas y con los dolores de los demás”, afirmó.
Y fue contundente: “La UNSL es reformista y, consecuentemente, es preciso dejar absolutamente claro que personalmente no apoyaré censuras, no apoyaré negacionismo ni abusos de autoridad. La universidad pública argentina enseña, discute y produce conocimiento. Es mi convicción que debe haber tolerancia por el que piensa distinto. El camino de censurar conocimiento no es el correcto”.
La UNSL es reformista
En otro pasaje de la carta indicó que en la institución “conviven y deben tolerarse todas las miradas y las posiciones políticas, en un marco de estricto respeto por la democracia, los derechos humanos y la libertad de expresión”.
“Nuestros estudiantes merecen tener a su alcance temas y testimonios de lo que ocurrió en nuestro país, especialmente cuando son pertinentes a los contenidos curriculares y contribuyan a forjar en ellos un espíritu crítico que, sin dudas, redunda en libertad”, aseguró.
Por último, se comprometió a “garantizar el debido proceso en el tratamiento del caso, que se hará colegiadamente por el Consejo Superior y las comisiones que deban asesorar a dicho cuerpo”.