La Asociación de Personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (APINTA), que nuclea a trabajadores del organismo científico, emitió un comunicado, tras el Plenario de Secretarios Nacionales de Secciones, con una serie de resoluciones para revertir los efectos del “vaciamiento y el desfinanciamiento” que las políticas del Gobierno de Mauricio Macri ocasionó en el INTA.
Durante un plenario realizado el 8 de octubre, los secretarios nacionales elaboraron un documento con ocho medidas para presentar al gobierno que asuma el 10 de diciembre próximo, contra “el ajuste neoliberal y sus consecuencias” a nivel institucional.
Entre ellas, destacaron el pase a planta permanente de unos 1800 trabajadores y trabajadoras; la reapertura de negociaciones paritarias; y la “democratización” del Consejo Directivo del organismo científico para permitir que los trabajadores tengan un lugar en la toma de decisiones del INTA.
“Por su amplia presencia territorial, de la Quiaca hasta Usuhaia, es el único organismo público capaz de responder a las demandas del amplio espectro de productores agropecuarios, contemplando su diversidad socioeconómica, productiva y ambiental”, comienza el documento.
“Desafíos como la seguridad alimentaria, el cambio climático, la desertificación, manejo sustentable y responsable del agua y otros recursos naturales, requieren de un INTA fuerte y diverso, presente territorialmente y financiado sólidamente, para afrontarlos exitosamente”, concluyó APINTA.
En el escrito los trabajadores nucleados en APINTA le apuntaron directamente al gobierno de Cambiemos por el profundo proceso de desfinanciamiento que vivió el INTA durante los últimos cuatro años.
“Desafortunadamente, tal como ha ocurrido en cada una de las etapas históricas en las cuales ha predominado una matriz neoliberal de pensamiento y gestión, los cuatro años de gobierno de Cambiemos significaron un enorme retroceso”, argumentan en el documento.
Vaciamiento y desfinanciamiento
APINTA realizó una evaluación muy negativa de la coyuntura actual del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. “Nuestro organismo ha sufrido un vaciamiento y un desfinanciamiento solo comparable con el producido durante la década del ´90”.
En ese sentido apuntaron a “los fondos para investigar, congelamiento de vacantes y la ofensiva contra el sistema de extensión rural”.
“Como trabajadores, no hemos sido ajenos a este perjuicio institucional, además del enorme retroceso salarial, pérdida de derechos, pérdida de salario por ajuste de estructura, retroceso en condiciones de Higiene y Seguridad, incumplimiento en el pago de viáticos y retaceo en las partidas de ropa de trabajo, entre otros”, detallaron desde la gremial de trabajadores del organismo.
Ocho medidas
Desde APINTA remarcaron la necesidad de un cambio de signo político en el Gobierno para encontrar un interlocutor “comprometido con el INTA, para beneficio del sector Agropecuario y Agroindustrial, y del sector científico tecnológico”.
Para ello, después del 10 de diciembre plantearon la necesidad de pasar a planta permanente a alrededor de 1800 trabajadoras y trabajadores de Planta no Permanente.
“Esta medida no costaría erogación extra al Estado ya que dichas compañeras y compañeros están equiparados, en sus ingresos, a la Planta Permanente del Organismo”, remarcaron desde el gremio.
Por otro lado pidieron recuperar 900 vacantes “para un óptimo funcionamiento institucional” respetando un porcentaje del 75% para los grupos apoyo y técnico y 25% para los profesionales; un aumento “de emergencia” con una suma fija de $5000 más 20% de aumento y apertura de la paritaria sectorial ya que un 11 % de trabajadores del INTA no alcanzan a cubrir las necesidades básicas de su grupo familiar; Convocar a la Paritaria Sectorial; y que el INTA cuente con la totalidad los fondos que le corresponden tal cual establezca la ley de presupuesto del Congreso” respetando la autarquía financiera.
Consejo Directivo
Pero, además, reclamaron modificar la conformación del Consejo Directivo para incorporar a representantes de la Agricultura Familiar, que actualmente y hace 60 años, no tienen representación, así como un representante del Foro de Universidades Nacionales, representantes de la industria de la maquinarla agrícola, volver al régimen de consejeros ad honorem, la participación del gremio con un segundo vocal en
el Consejo Directivo, actualmente sin voz ni voto en decisiones cruciales que hacen a sus condiciones de trabajo y bienestar.
Agricultura Familiar
Una de las determinaciones más sobresalientes de los secretarios nacionales del gremio fue la restitución de la vigencia y jerarquía de los Institutos de Investigación para la Agricultura Familiar (IPAF), cerrados durante la actual gestión del gobierno a través de Juan Balbín, presidente de la entidad.
Así también pidieron la revisión de toda la estructura del INTA, a nivel de su Dirección Nacional, Centros Regionales, Estaciones Experimentales, Centros de Investigación, IPAF y Agencias de Extensión Rural, “donde a lo largo de los últimos cuatro años se ha realizado un brutal ajuste que ha afectado la funcionalidad del INTA en su conjunto”.
APINTA remarcó la necesidad de tener “un INTA al servicio de la producción y que trabaje para todos y todas los productores /as de la patria.
Con la firma de los Secretarios Nacionales de Seccionales de APINTA el documento cierra especificando que el gremio llevará estas propuestas al gobierno que asuma el mandato a partir de diciembre de este año.