El gobierno de Javier Milei lleva subejecutados el 83% de los fondos destinados al Programa de Promoción de la Investigación y la Innovación, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) en el que destaca la “virtual parálisis” del área así como la caída generalizada de la inversión pública en los organismos de ciencia y tecnología como el CONICET, el INTA, el INTI, la CONAE, la CNEA y el SEGEMAR.
El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) elaboró un informe en el que registró la subejecución presupuestaria del gobierno de Javier Milei durante 2025 en cuanto al gasto público, y consignó que la caída general llega al 31% si se la compara con 2023.
Durante los primeros nueve meses de 2025, la ejecución presupuestaria de la Administración Pública Nacional (APN) muestra una caída real del gasto total del orden del -31% respecto a 2023, reflejando un ajuste significativo en áreas sensibles de la administración, sostiene el informe.
Sin embargo, en medio del derrumbe generalizado, se detaca un aumento del 35% en la ejecución de la Secretaría de Inteligencia del Estado, dependiente de Presidencia de la Nación, mientras que los Servicios de Deuda Pública mantienen un peso relevante del 9% sobre el gasto total.

Ajuste en áreas de ciencia y tecnología
El análisis por organismos muestra recortes profundos en salud, seguridad social, ciencia, educación, desarrollo productivo, transporte y obra pública. Entre los impactos más relevantes se destacan Salud: Superintendencia de Servicios de Salud (-70%), hospitales nacionales (30% a -38%), Instituto Malbrán (-22%) y ANMAT (-28%). Programas críticos de atención sanitaria y prevención de enfermedades presentan caídas de hasta 100%. Acceso a Medicamentos y Tecnología Médica es la única partida con crecimiento (+24%); Ciencia y Tecnología: Programa de Promoción de la Investigación e Innovación (-83%), CONAE (-19%), CONICET (-30%), Servicio Geológico Minero Argentino (30%), Servicio Meteorológico Nacional (-35%), Fundación Miguel Lillo (-26%) y CONEAU (-25%).
El informe del CEPA:
Por su parte, en Seguridad Social y Desarrollo Social, la ANSES (-7%), Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (-72%), INAES (-74%), Plan Nacional de Protección Social y Economía Social (-100%), Apoyo al Plan Nacional de Primera Infancia (-88%), Comedores Comunitarios y Merenderos (-63%).

Otras áreas con ajuste
Para el caso de Educación la caída se da en Conectar Igualdad y Fondo Nacional de Incentivo Docente (-100%), Fortalecimiento Edilicio de Jardines Infantiles (-89%), Becas y Gestión Estudiantil (-77%), Acciones de Formación Docente (-79%).
En “Desarrollo Productivo y Energía”, aparecen la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo (-78%), INTA (-38%), INTI (-45%), Comisión Nacional de Energía Atómica (-44%), ENRE (-22%) y ENARGAS (-28%). • Fuerzas Federales y Fuerzas Armadas: Policía Federal (-22%), Gendarmería y Prefectura Naval (-19%), Ejército (-4%), Armada (-8%), Fuerza Aérea (-7%). • Transporte y Obra Pública: Ejecución extremadamente baja con caídas del 89% al 100% en programas de infraestructura, pavimentación, cuencas, túneles y puentes.

Parálisis casi total del Programa de Promoción de la Investigación
El informe destaca que “en los organismos vinculados a la Ciencia y la Investigación se observan fuertes caídas”, pero lo más paradójico es el caso del programa de Promoción de la Investigación y la Innovación. “Estamos ante una virtual paralización con una caída del 83% del gasto”, sostiene el informe del CEPA.
Otros organismos con fuertes ajustes en su ejecución son la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (-19%), el Servicio Geológico Minero Argentino (-30%), el CONICET (-30%), la Fundación Miguel Lillo (-26%), la CONEAU (-25%) y el Servicio Meteorológico Nacional (-35%).
La ciencia, en caída libre con Javier Milei
Algo similar sucede con los organismos de energía que están sufriendo fuertes ajustes en sus diversas áreas. En el caso de la energía nuclear, los ajustes se dan en organismos como la Comisión Nacional de Energía Atómica (-44%), mientras que la Autoridad Regulatoria Nuclear presenta una reducción más moderada (-1,1%).
El informe sostiene que el ajuste se da en medio de la promoción del presidente, Javier Milei, y su vocero, Demián Reidel al supuesto “Plan Nuclear Argentino”.
En el caso de la electricidad, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad cae un 22%, y el Organismo Regulador de Seguridad de Presas (-26%). Este organismo está en la mira del gobierno para ser disuelto, lo que provocó alarma en diversos especialistas dado su rol en la seguridad de las represas y en las comunidades aledañas. También se observan caídas en el Ente Nacional Regulador del Gas (-28%).

Escenario de guerra para la ciencia
Estas cifras dejan marcas claras en el sistema científico y académico (su periferia) con el cierre de los ingresos al CONICET (confirmado por Guillermo Francos en el Congreso), el derrumbe del presupuesto del CONICET en el orden del 30%, el año pasado; la caída de programas de financiamiento en la Agencia I+D+i (el organismo encargado de articular la labor del sistema científico y tecnológico con el productivo de las PyMEs y empresas); la cancelación de proyectos estratégicos como los reactores nucleares CAREM y el RA-10 o el satélite de telecomunicaciones ARSAT SG1; el incumplimiento de la Ley de Financiamiento del Sistema de Ciencia (aprobada por el Congreso y convertida en Ley para que Argentina invierta el 1% de su PBI en ciencia y tecnología); el derrumbe de la inversión pública en ciencia y tecnología hasta un piso histórico del 0,2% del PBI; el deterioro en equipamientos, funcionamiento, salarios de los 330 centros de investigación del CONICET; los planes para modificar el Estatuto del CONICET o la posible fusión con otros organismos como el INTA y el INTI.
Por su parte, la desiversión se traduce además, en una crítica situación en las universidades nacionales que pese al rechazo al veto de Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario, la norma aún no fue promulgada.

Salarios a la baja y un presidente que insulta a los científicos
El escenario se completa con salarios congelados de científicos, personal de apoyo, docentes y no docentes universitarios y con un presidente de la Nación llamando “canallas” y “casta” a los científicos de organismos de ciencia y tecnología que están entre los más prestigiosos de todo el continente (mensurado por organismos internacionales) como son el CONICET, el INTI, el INTA, la CNEA, la CoNAE, el SEGEMAR o el INIDEP.
Estos organismos, que fueron modelo para proyectos políticos que en América Latina buscaron capitalizar la producción local de conocimiento en resultados productivos, ambientales, culturales, sanitarios y sociales, hoy están en una situación muy delicada. Hoy, están padeciendo el ajuste más brutal del que se tenga memoria.