La campaña científica sin precedentes en Argentina de los científicos del CONICET al cañón de Mar del Plata, permitió identificar al menos 40 nuevas especies marinas, a casi 4.000 metros de profundidad.
La misión, liderada por científicos del CONICET a bordo del buque R/V Falkor (too) del Schmidt Ocean Institute, se extendió durante 21 días y fue seguida en vivo por miles de personas en todo el país.
La expedición utilizó el vehículo operado remotamente ROV SuBastian, que transmitió imágenes en ultra alta definición desde el fondo marino y permitió recolectar muestras sin alterar el ecosistema. Entre los hallazgos, se destacan nuevas especies de anémonas, pepinos de mar, erizos, caracoles, corales y crinoideos, además de impresionantes registros de calamares brillantes, langostas rosas y corales de aguas frías.
Doble impacto de la investigación del CONICET
El impacto fue doble: científico y social. Por primera vez, una campaña argentina de exploración del océano profundo se transmitió en directo a través de YouTube y Twitch, alcanzando casi 18 millones de visualizaciones. Familias, escuelas y curiosos pudieron observar en tiempo real la diversidad oculta bajo el Atlántico sur.
“Confirmar las nuevas especies llevará meses o años, pero el avance es enorme. Estamos frente a un patrimonio natural único que apenas comenzamos a conocer”, señaló Daniel Lauretta, investigador del CONICET y jefe de la expedición.
Resultados preliminares
Los resultados preliminares ya fueron trasladados al Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia (MACN-CONICET), donde el equipo continuará con el análisis taxonómico y genético de las muestras.
La expedición “Talud Continental IV” marcó un hito en la oceanografía nacional y reafirma el rol de Argentina en la exploración científica del Atlántico sur. “Cada nueva campaña nos muestra lo mucho que falta por descubrir y la importancia de proteger esta biodiversidad”, destacó Martín Brogger, investigador del CONICET en el IBIOMAR de Puerto Madryn.
Con este hallazgo, la Argentina suma una contribución significativa al conocimiento mundial sobre el océano profundo y abre camino a nuevas investigaciones que podrían revelar todavía más especies desconocidas.
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Fuente: CONICET.
Foto: Créditos: ROV SuBastian / Schmidt Ocean Institute.